¡Ay, Dios mío! Entre tanta cosita que pasa en el país, ahora nos toca lidiar con fuego en Desamparados. Un buen incendio se mandó este domingo en un centro de bodegas en San Rafael Arriba, y claro, todos se asustaron porque ahí también andaba guardando algunas cositas el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Imagínate el lío si se fueran a quemar las boletas… ¡qué torta!
Según el comunicado oficial del TSE, que salió rapidito pa’ calmar las aguas, parece que todo quedó bien. Dicen que “tras una valoración preliminar, no se registra ninguna afectación en el inmueble alquilado por el organismo electoral”. Menos mal, ¿verdad? Uno nunca sabe qué pueden estar escondiendo esos señores allá dentro… aunque bueno, en campaña política ya sabemos cómo van las cosas.
Pero no todo fue risas ni juegos. El incendio sí afectó otras empresas que tienen bodegas en el lugar, y ahí sí, la bronca es seria. Hablan de pérdidas materiales considerables, gente angustiada buscando sus herramientas, mercancías perdidas... En fin, una situación bien complicada para varios emprendedores que estaban trabajando duro para salir adelante. Ahí sí, qué sal que les haya tocado vivir esto.
Lo cierto es que los bomberos llegaron rápido y lograron controlar el fuego antes de que se extendiera más. Se nota que están metiéndose a trabajar, ¿eh? Porque últimamente, con tantos incendios que hemos tenido, uno se empieza a preocupar. Ahora hay que investigar qué causó el incendio, si fue fallo eléctrico, negligencia humana o quién sabe qué otro chuyaso. La Dirección de Bomberos ya está haciendo su trabajo, así que esperemos que saquen la verdad a la luz.
Por lo que pude averiguar, varias pequeñas y medianas empresas tenían sus productos almacenados en esas bodegas. Hablamos de talleres mecánicos que dejaban sus repuestos, ferreterías que guardaban sus herramientas, e incluso algunos artesanos que tenían sus materiales. Una verdadera pena porque muchos de estos negocios ya estaban batallando pa’ sobrevivir y este incendio le da un golpe durísimo. Es un brete el que viven estos mae, diay.
Este incidente me hace pensar en cómo dependemos mucho de estas bodegas para almacenar nuestros bienes. Parece que nadie quiere invertir en construir almacenes más seguros y resistentes al fuego. Siempre buscando la opción más barata, y al final, terminamos pagando caro. Ojalá que este caso sirva de alerta para que las autoridades pongan orden en eso y exijan estándares de seguridad más altos. No queremos que esto vuelva a pasar, ¡qué carga!
Y hablando de autoridades, también me pregunto si el TSE realmente necesita rentar bodegas externas para guardar sus documentos. No sería mejor que invirtieran en un lugar propio, donde puedan tener mayor control sobre la seguridad y evitar depender de terceros. Ya acumularon bastante dinero con las elecciones, ¡por algo deben servir esos billetes! Además, veríamos menos suspicacias y rumores sobre qué hacen con nuestro dinero.
En fin, un día lleno de emociones encontradas. Por un lado, el alivio de saber que el TSE no sufrió daños. Por otro, la tristeza de ver a tantas personas afectadas por este incendio. Ahora, cuéntenme: ¿Ustedes creen que el Estado debería ofrecer algún tipo de ayuda económica a las empresas damnificadas por este siniestro, o deberían buscar sus propios recursos para recuperarse?
Según el comunicado oficial del TSE, que salió rapidito pa’ calmar las aguas, parece que todo quedó bien. Dicen que “tras una valoración preliminar, no se registra ninguna afectación en el inmueble alquilado por el organismo electoral”. Menos mal, ¿verdad? Uno nunca sabe qué pueden estar escondiendo esos señores allá dentro… aunque bueno, en campaña política ya sabemos cómo van las cosas.
Pero no todo fue risas ni juegos. El incendio sí afectó otras empresas que tienen bodegas en el lugar, y ahí sí, la bronca es seria. Hablan de pérdidas materiales considerables, gente angustiada buscando sus herramientas, mercancías perdidas... En fin, una situación bien complicada para varios emprendedores que estaban trabajando duro para salir adelante. Ahí sí, qué sal que les haya tocado vivir esto.
Lo cierto es que los bomberos llegaron rápido y lograron controlar el fuego antes de que se extendiera más. Se nota que están metiéndose a trabajar, ¿eh? Porque últimamente, con tantos incendios que hemos tenido, uno se empieza a preocupar. Ahora hay que investigar qué causó el incendio, si fue fallo eléctrico, negligencia humana o quién sabe qué otro chuyaso. La Dirección de Bomberos ya está haciendo su trabajo, así que esperemos que saquen la verdad a la luz.
Por lo que pude averiguar, varias pequeñas y medianas empresas tenían sus productos almacenados en esas bodegas. Hablamos de talleres mecánicos que dejaban sus repuestos, ferreterías que guardaban sus herramientas, e incluso algunos artesanos que tenían sus materiales. Una verdadera pena porque muchos de estos negocios ya estaban batallando pa’ sobrevivir y este incendio le da un golpe durísimo. Es un brete el que viven estos mae, diay.
Este incidente me hace pensar en cómo dependemos mucho de estas bodegas para almacenar nuestros bienes. Parece que nadie quiere invertir en construir almacenes más seguros y resistentes al fuego. Siempre buscando la opción más barata, y al final, terminamos pagando caro. Ojalá que este caso sirva de alerta para que las autoridades pongan orden en eso y exijan estándares de seguridad más altos. No queremos que esto vuelva a pasar, ¡qué carga!
Y hablando de autoridades, también me pregunto si el TSE realmente necesita rentar bodegas externas para guardar sus documentos. No sería mejor que invirtieran en un lugar propio, donde puedan tener mayor control sobre la seguridad y evitar depender de terceros. Ya acumularon bastante dinero con las elecciones, ¡por algo deben servir esos billetes! Además, veríamos menos suspicacias y rumores sobre qué hacen con nuestro dinero.
En fin, un día lleno de emociones encontradas. Por un lado, el alivio de saber que el TSE no sufrió daños. Por otro, la tristeza de ver a tantas personas afectadas por este incendio. Ahora, cuéntenme: ¿Ustedes creen que el Estado debería ofrecer algún tipo de ayuda económica a las empresas damnificadas por este siniestro, o deberían buscar sus propios recursos para recuperarse?
