¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez discutiendo lo mismo, ¿verdad?, compas? Parece que nunca aprendemos. Un estudio gringo, del Instituto Wifor, le dio en el clavo: Invertir en salud no es tirar el dinero por la ventana, ¡sino sembrar para cosechar! Dicen que cada colón que pongamos en atender a la gente regresa multiplicado, tanto en economía como en bienestar general. Ya saben, esas cosas que los políticos siempre ignoran hasta que les conviene.
La investigación, presentada hace poquito durante el 'Roche Press Day', sacó a relucir cómo enfermedades graves como el cáncer de mama HER2+ dejan una huella socioeconómica gigante en América Latina. Pero ojo, ahí viene la parte buena: los tratamientos innovadores, esos que a veces critican tanto por ser “caros”, terminan generando un retorno considerable. Esto debería abrirles los ojos a los ministros de Hacienda, que a veces parecen que viven en la luna.
Un economista ecuatoriano, Daniel Falconi, puso las cartas sobre la mesa: necesitamos que los gobiernos consideren bien los aspectos económicos y sociales antes de decidir dónde meterle mano al presupuesto. Dijo que los ministerios de Hacienda y Salud deberían estar en la misma onda, compartiendo información y tomando decisiones juntos. Que no sean pelekes por los pesos, sino trabajando por el país, idiay. ¡Se me pone la piel de gallina con tanta lógica!
Y claro, el estudio apunta a que la prevención y la detección temprana son clave. No solo mejoran la calidad de vida, sino que también ahorran unos buenos billetes al Estado. Imagínense, detectar un problema a tiempo versus tratarlo cuando ya está avanzado… pues la diferencia es abismal en términos de costos y, lo más importante, de sufrimiento humano. La pura verdad.
Pero aquí va la chinche: los países latinoamericanos estamos invirtiendo poco en salud pública. Promedian apenas el 3,8% del Producto Interno Bruto (PIB), cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda al menos el doble, ¡el 6%! Eso sí es despiste, mi pana. Estamos jugando con fuego, descuidando la salud de nuestra gente pensando que así vamos a ahorrar. ¡Qué torta!
Además, el estudio reveló que muchos pacientes sufren demoras significativas para acceder a tratamientos innovadores. En algunos lugares, esperan más de 1600 días. ¡Eso es una eternidad! Mientras esperamos, la enfermedad avanza y se complican las cosas. Este asunto de los trámites burocráticos y la falta de infraestructura es una verdadera carga para quienes necesitan atención urgente.
Los expertos sugieren fortalecer la colaboración entre el sector público y el privado, buscar alianzas creativas y diseñar mecanismos presupuestarios que recompensen los resultados. Vamos, que la salud no puede seguir siendo vista como un lujo, sino como una inversión estratégica para el desarrollo humano. La rola es pensar a largo plazo, no solo en los beneficios inmediatos.
En fin, este estudio nos da un empujoncito pa’ reflexionar sobre cómo estamos manejando la salud en nuestro país. ¿Será posible convencer a nuestros líderes de que invertir en salud es invertir en el futuro de Costa Rica? ¿Crees que realmente podemos cambiar este panorama y priorizar el bienestar de la población o seguirá siendo un discurso vacío? ¡Dime qué piensas en el foro, compa!
La investigación, presentada hace poquito durante el 'Roche Press Day', sacó a relucir cómo enfermedades graves como el cáncer de mama HER2+ dejan una huella socioeconómica gigante en América Latina. Pero ojo, ahí viene la parte buena: los tratamientos innovadores, esos que a veces critican tanto por ser “caros”, terminan generando un retorno considerable. Esto debería abrirles los ojos a los ministros de Hacienda, que a veces parecen que viven en la luna.
Un economista ecuatoriano, Daniel Falconi, puso las cartas sobre la mesa: necesitamos que los gobiernos consideren bien los aspectos económicos y sociales antes de decidir dónde meterle mano al presupuesto. Dijo que los ministerios de Hacienda y Salud deberían estar en la misma onda, compartiendo información y tomando decisiones juntos. Que no sean pelekes por los pesos, sino trabajando por el país, idiay. ¡Se me pone la piel de gallina con tanta lógica!
Y claro, el estudio apunta a que la prevención y la detección temprana son clave. No solo mejoran la calidad de vida, sino que también ahorran unos buenos billetes al Estado. Imagínense, detectar un problema a tiempo versus tratarlo cuando ya está avanzado… pues la diferencia es abismal en términos de costos y, lo más importante, de sufrimiento humano. La pura verdad.
Pero aquí va la chinche: los países latinoamericanos estamos invirtiendo poco en salud pública. Promedian apenas el 3,8% del Producto Interno Bruto (PIB), cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda al menos el doble, ¡el 6%! Eso sí es despiste, mi pana. Estamos jugando con fuego, descuidando la salud de nuestra gente pensando que así vamos a ahorrar. ¡Qué torta!
Además, el estudio reveló que muchos pacientes sufren demoras significativas para acceder a tratamientos innovadores. En algunos lugares, esperan más de 1600 días. ¡Eso es una eternidad! Mientras esperamos, la enfermedad avanza y se complican las cosas. Este asunto de los trámites burocráticos y la falta de infraestructura es una verdadera carga para quienes necesitan atención urgente.
Los expertos sugieren fortalecer la colaboración entre el sector público y el privado, buscar alianzas creativas y diseñar mecanismos presupuestarios que recompensen los resultados. Vamos, que la salud no puede seguir siendo vista como un lujo, sino como una inversión estratégica para el desarrollo humano. La rola es pensar a largo plazo, no solo en los beneficios inmediatos.
En fin, este estudio nos da un empujoncito pa’ reflexionar sobre cómo estamos manejando la salud en nuestro país. ¿Será posible convencer a nuestros líderes de que invertir en salud es invertir en el futuro de Costa Rica? ¿Crees que realmente podemos cambiar este panorama y priorizar el bienestar de la población o seguirá siendo un discurso vacío? ¡Dime qué piensas en el foro, compa!