Maes, buenos días. A veces uno se levanta y las noticias son el mismo despiche de siempre: presas, política, que subió el dólar… lo normal. Pero de vez en cuando, entre tanto caos, sale una vara que de verdad le saca a uno una sonrisa. Y hoy, esa noticia viene con sabor a patí y brisa del Caribe. Hay que quitarse el sombrero y aplaudir cuando las cosas se hacen bien, y esta vez la Junta de Protección Social (JPS) se apuntó un golaso de media cancha en Limón.
La noticia, para los que no la han visto, es que la JPS le metió ₡242 millones al Hospital Tony Facio. Y no, no es plata para pintar la fachada, estamos hablando de equipo médico que de verdad va a cambiar vidas. ¡Qué nivel de donación! Justo en el marco del Día de la Persona Negra, lo cual le da un simbolismo todavía más tuanis. Se trata de un ultrasonido nuevo, 12 cunas pediátricas de última generación y, la joya de la corona, una unidad para controlar la temperatura corporal. No son solo “chunches” caros, maes, es una inversión directa en la salud de los güilas limonenses y en la tranquilidad de sus familias.
Ahora, desmenucemos esta vara, porque aquí es donde se pone buena la cosa. Las cunas, por ejemplo, no son cualquier chereque. Están diseñadas para que los chiquitos, desde recién nacidos hasta los 10 años, estén más seguros. Tienen barandas especiales para evitar caídas y sistemas de emergencia de fácil acceso. Cualquiera que haya tenido un familiar internado, y más si es un niño, sabe que cada pequeño detalle que sume a la seguridad y comodidad es un mundo de diferencia. Pero la que de verdad me voló la cabeza fue la unidad de manejo de temperatura. Este chunche permite aplicar hipotermia terapéutica a bebés con asfixia al nacer, un procedimiento que antes obligaba a un traslado de emergencia, con todo el riesgo que implica, hasta San José.
¡Paren todo! ¿Entienden lo que significa eso? Es descentralización en tiempo real. Es decirle a una familia de Limón, en medio de la angustia más grande de su vida, “tranquilos, aquí mismo podemos atender a su bebé con la mejor tecnología”. Evitar ese viaje a Chepe, con un recién nacido en estado crítico, es una victoria gigantesca. Eso, para mí, es lo más carga de toda esta noticia. No es solo el equipo, es la dignidad y la equidad en el acceso a la salud. Es romper, aunque sea un poquito, con esa idea de que para recibir atención de primera hay que estar sí o sí en la GAM. ¡Qué chiva que la JPS entienda que el país es mucho más grande que el Valle Central!
Y claro, aquí es donde entra el recordatorio del gerente de la JPS, que aunque suene a anuncio, tiene toda la razón del mundo. Toda esta harina sale de la gente que compra los productos oficiales: la lotería, los chances, los raspas. Es un círculo virtuoso que a veces se nos olvida. Cuando uno compra ese pedacito de lotería en la calle, no solo está jugando por un premio, está metiéndole plata a donaciones como esta. Es la comunidad misma, a través de la JPS, equipando sus propios hospitales. Es un modelo que, con sus bemoles, demuestra que la plata se puede usar para un bien común palpable y directo. Es ver el brete de la “Junta” reflejado en la sonrisa de una mamá o en la recuperación de un niño.
En fin, una noticia que de verdad da gusto leer y compartir. Un aplauso de pie para la JPS y para el personal del Tony Facio que ahora tendrá mejores herramientas para hacer su magia. Pero bueno, ahora les paso la bola a ustedes. Más allá de lo tuanis que es esta donación específica, ¿creen que esto es un paso real y sostenido para descentralizar la salud de calidad fuera de la GAM o es solo una buena acción aislada? ¿Qué otras zonas del país creen que están más urgidas de un empujón así? Los leo, maes.
La noticia, para los que no la han visto, es que la JPS le metió ₡242 millones al Hospital Tony Facio. Y no, no es plata para pintar la fachada, estamos hablando de equipo médico que de verdad va a cambiar vidas. ¡Qué nivel de donación! Justo en el marco del Día de la Persona Negra, lo cual le da un simbolismo todavía más tuanis. Se trata de un ultrasonido nuevo, 12 cunas pediátricas de última generación y, la joya de la corona, una unidad para controlar la temperatura corporal. No son solo “chunches” caros, maes, es una inversión directa en la salud de los güilas limonenses y en la tranquilidad de sus familias.
Ahora, desmenucemos esta vara, porque aquí es donde se pone buena la cosa. Las cunas, por ejemplo, no son cualquier chereque. Están diseñadas para que los chiquitos, desde recién nacidos hasta los 10 años, estén más seguros. Tienen barandas especiales para evitar caídas y sistemas de emergencia de fácil acceso. Cualquiera que haya tenido un familiar internado, y más si es un niño, sabe que cada pequeño detalle que sume a la seguridad y comodidad es un mundo de diferencia. Pero la que de verdad me voló la cabeza fue la unidad de manejo de temperatura. Este chunche permite aplicar hipotermia terapéutica a bebés con asfixia al nacer, un procedimiento que antes obligaba a un traslado de emergencia, con todo el riesgo que implica, hasta San José.
¡Paren todo! ¿Entienden lo que significa eso? Es descentralización en tiempo real. Es decirle a una familia de Limón, en medio de la angustia más grande de su vida, “tranquilos, aquí mismo podemos atender a su bebé con la mejor tecnología”. Evitar ese viaje a Chepe, con un recién nacido en estado crítico, es una victoria gigantesca. Eso, para mí, es lo más carga de toda esta noticia. No es solo el equipo, es la dignidad y la equidad en el acceso a la salud. Es romper, aunque sea un poquito, con esa idea de que para recibir atención de primera hay que estar sí o sí en la GAM. ¡Qué chiva que la JPS entienda que el país es mucho más grande que el Valle Central!
Y claro, aquí es donde entra el recordatorio del gerente de la JPS, que aunque suene a anuncio, tiene toda la razón del mundo. Toda esta harina sale de la gente que compra los productos oficiales: la lotería, los chances, los raspas. Es un círculo virtuoso que a veces se nos olvida. Cuando uno compra ese pedacito de lotería en la calle, no solo está jugando por un premio, está metiéndole plata a donaciones como esta. Es la comunidad misma, a través de la JPS, equipando sus propios hospitales. Es un modelo que, con sus bemoles, demuestra que la plata se puede usar para un bien común palpable y directo. Es ver el brete de la “Junta” reflejado en la sonrisa de una mamá o en la recuperación de un niño.
En fin, una noticia que de verdad da gusto leer y compartir. Un aplauso de pie para la JPS y para el personal del Tony Facio que ahora tendrá mejores herramientas para hacer su magia. Pero bueno, ahora les paso la bola a ustedes. Más allá de lo tuanis que es esta donación específica, ¿creen que esto es un paso real y sostenido para descentralizar la salud de calidad fuera de la GAM o es solo una buena acción aislada? ¿Qué otras zonas del país creen que están más urgidas de un empujón así? Los leo, maes.
