Maes, ¿ya vieron la vara con la nueva cédula digital? Yo todavía estoy procesando los números. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) soltó la bomba este martes y, para sorpresa de nadie que haya hecho una fila en su vida, la gente se volvió loca. El primer reporte, como a las 8 de la mañana, ya tenía 700 solicitudes. Uno pensaría "diay, va bien". Pero no, mae. Cuatro horas después, ¡cuatro!, ya iban por 6,625 solicitudes. Hagan la matemática: casi 6 mil personas en medio turno de brete se metieron a pagar para tener el chunche en el celular. ¡Qué nivel de convocatoria! Ni un concierto de Coldplay, se los juro.
Y es que seamos honestos, la idea suena demasiado chiva. Costa Rica es el país del "se me quedó la billetera" y del Sinpe Móvil hasta para pagar el aguacate del chino. Vivimos pegados al teléfono, es una extensión de nuestro cuerpo. Entonces, la posibilidad de tener la cédula ahí metida, sin andar cargando el plástico que se raya, se pierde o se lo come el perro, es música para los oídos. La gente del TSE le atinó al sentir popular: queremos las cosas fáciles, rápidas y, si es posible, que no impliquen ir a una oficina a hacer fila. Tener todos los documentos en el mismo chunche donde vemos memes y pedimos comida sería a cachete, la verdad.
Ahora, no todo es color de rosa. Hablemos de plata. El trámite cuesta dos rojos con seiscientos (₡2,600). No es que nos vaya a dejar en la quiebra, pero tampoco es que sobre la plata. Hay que reconocer que se la jugaron bien exonerando a los adultos mayores de 65, eso es un detallazo. Pero lo que sí me deja pensando es la letra pequeña. La cédula digital, este avance tecnológico que nos pone en el mapa, ¿no sirve para votar en las elecciones del 2026? Diay, mae. Ahí sí que la cosa se pone extraña. O sea, el documento de identidad oficial, emitido por el órgano electoral por excelencia, no funciona para el acto electoral por excelencia. Es una vara un poco contradictoria, ¿no les parece?
A pesar de ese detalle, hay que darle mérito al TSE. ¡Qué carga que se pusieran las pilas con esto! En un país donde a veces la burocracia se mueve a la velocidad de un perezoso con resaca, ver una implementación tecnológica que genera esta respuesta masiva e inmediata es para quitarse el sombrero. Demuestra que los ticos no solo estamos listos para la digitalización, sino que la estamos pidiendo a gritos. La gente no esperó ni un día para ver si el sistema se caía o si había algún problema; se mandaron de una. Eso dice mucho de las ganas que tenemos de modernizarnos y dejar atrás ciertos procesos que ya se sienten del siglo pasado.
Al final, esta avalancha de solicitudes es un termómetro social increíble. Es la prueba de que, si nos dan herramientas útiles y modernas, las adoptamos al instante. El éxito de Sinpe no fue casualidad, y esto parece seguir el mismo camino. El costo y la restricción para votar son puntos a discutir, claro, pero el panorama general es súper positivo. Es un paso firme hacia un futuro donde ojalá toda la billetera esté en el celular y las filas sean solo un mal recuerdo de nuestros abuelos. Pero bueno, esa es mi opinión. Ahora les pregunto a ustedes, la gente inteligente del foro: ¿Ya se mandaron a pedirla o prefieren esperarse a ver si la vara funciona bien y sin broncas? ¿Creen que los ₡2,600 valen la pena por la comodidad o es un gasto innecesario?
Y es que seamos honestos, la idea suena demasiado chiva. Costa Rica es el país del "se me quedó la billetera" y del Sinpe Móvil hasta para pagar el aguacate del chino. Vivimos pegados al teléfono, es una extensión de nuestro cuerpo. Entonces, la posibilidad de tener la cédula ahí metida, sin andar cargando el plástico que se raya, se pierde o se lo come el perro, es música para los oídos. La gente del TSE le atinó al sentir popular: queremos las cosas fáciles, rápidas y, si es posible, que no impliquen ir a una oficina a hacer fila. Tener todos los documentos en el mismo chunche donde vemos memes y pedimos comida sería a cachete, la verdad.
Ahora, no todo es color de rosa. Hablemos de plata. El trámite cuesta dos rojos con seiscientos (₡2,600). No es que nos vaya a dejar en la quiebra, pero tampoco es que sobre la plata. Hay que reconocer que se la jugaron bien exonerando a los adultos mayores de 65, eso es un detallazo. Pero lo que sí me deja pensando es la letra pequeña. La cédula digital, este avance tecnológico que nos pone en el mapa, ¿no sirve para votar en las elecciones del 2026? Diay, mae. Ahí sí que la cosa se pone extraña. O sea, el documento de identidad oficial, emitido por el órgano electoral por excelencia, no funciona para el acto electoral por excelencia. Es una vara un poco contradictoria, ¿no les parece?
A pesar de ese detalle, hay que darle mérito al TSE. ¡Qué carga que se pusieran las pilas con esto! En un país donde a veces la burocracia se mueve a la velocidad de un perezoso con resaca, ver una implementación tecnológica que genera esta respuesta masiva e inmediata es para quitarse el sombrero. Demuestra que los ticos no solo estamos listos para la digitalización, sino que la estamos pidiendo a gritos. La gente no esperó ni un día para ver si el sistema se caía o si había algún problema; se mandaron de una. Eso dice mucho de las ganas que tenemos de modernizarnos y dejar atrás ciertos procesos que ya se sienten del siglo pasado.
Al final, esta avalancha de solicitudes es un termómetro social increíble. Es la prueba de que, si nos dan herramientas útiles y modernas, las adoptamos al instante. El éxito de Sinpe no fue casualidad, y esto parece seguir el mismo camino. El costo y la restricción para votar son puntos a discutir, claro, pero el panorama general es súper positivo. Es un paso firme hacia un futuro donde ojalá toda la billetera esté en el celular y las filas sean solo un mal recuerdo de nuestros abuelos. Pero bueno, esa es mi opinión. Ahora les pregunto a ustedes, la gente inteligente del foro: ¿Ya se mandaron a pedirla o prefieren esperarse a ver si la vara funciona bien y sin broncas? ¿Creen que los ₡2,600 valen la pena por la comodidad o es un gasto innecesario?