¡Ay, pata! Quién iba a decir que La Cruz, allá arriba en Guanacaste, se convertiría en el nuevo sueño de los turistas aventureros. Resulta que este pueblito, conocido más por sus playas tranquilas que por rumbas salvajes, está apostando fuerte a convertirse en el epicentro de eventos deportivos para el 2026. Se armó un relajo en plan bueno, porque la gente está metiéndose a trabajar duro para lograrlo.
Parece mentira, pero la Cámara de Empresarios Turísticos de La Cruz (CETUR) y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) ya andan tocándose los codos desde hace buen tiempo para pulir este ambicioso plan. No es broma, estos señores tienen visiones dignas de aplaudir. Buscan transformar La Cruz en un imán para atletas y amantes del deporte, aprovechando al máximo la belleza natural que tenemos por acá. ¡Y eso que antes parecía que solo pescaban y tomaban sol!
Lo que realmente les da ventaja es que ya tienen la maquinaria lista. Infraestructura decente, experiencia acumulada… digámosle, saben cómo tratar bien a la gente que viene a romperla jugando. Desde el kitesurf hasta la natación en aguas abiertas, pasando por la pesca deportiva y el paddleboarding – ¡tienen de todo! Un verdadero buffet para los deportistas, chunches para todos los gustos.
Nelson Rojas Salas, el jefe de CETUR, nos contó que esperan atraer a un público “sano” – dice él – principalmente familias y gente que le guste el deporte. No quieren ni ver la pinta de esos grupos que solo van a hacer escándalo. Busca un turismo responsable, que respete el medio ambiente y aporte a la economía local. Ahí sí, que le den ritmo a la cosa.
Además, se pusieron manos a la obra con el Plan de Gestión del Destino La Cruz, una especie de mapa para saber qué pasos seguir y evitar meter la pata. Con ayuda del gobierno local y otras instituciones, quieren desarrollar un turismo sostenible, que no termine destruyendo lo que tanto nos gusta de la zona. Porque claro, no queremos irnos al traste como otros destinos turísticos que no supieron cuidarse.
Y no solo son los empresarios los que están aportando, parece que hasta los jeques del turismo se han contagiado del espíritu guanacasteco. Compañías como Costa Elena (del grupo Pellas) y el antiguo Hotel Dreams Las Mareas también se han unido a la onda, invirtiendo y promocionando el destino. ¡Se ve que la vara está alta y todos quieren participar!
Ahora, pa'l 2026, intensificarán la campaña de marketing. Quieren que todo el mundo sepa que La Cruz tiene playas de ensueño como Naranjo (con su famosa Roca Bruja), Copal, El Jobo, Rajada, Rajadita, Soley y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Junquillal. Imagínate el espectáculo de ver a los corredores a toda máquina en la playa, o a los surfers dominando las olas… ¡qué chiva sería!
Así que ahí lo tienen, compas: La Cruz se prepara para recibir al mundo con los brazos abiertos. Pero me pregunto... ¿cree usted que Costa Rica está preparada para manejar un aumento masivo de turistas sin sacrificar la autenticidad de nuestros pueblos y la sostenibilidad de nuestros recursos naturales?
Parece mentira, pero la Cámara de Empresarios Turísticos de La Cruz (CETUR) y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) ya andan tocándose los codos desde hace buen tiempo para pulir este ambicioso plan. No es broma, estos señores tienen visiones dignas de aplaudir. Buscan transformar La Cruz en un imán para atletas y amantes del deporte, aprovechando al máximo la belleza natural que tenemos por acá. ¡Y eso que antes parecía que solo pescaban y tomaban sol!
Lo que realmente les da ventaja es que ya tienen la maquinaria lista. Infraestructura decente, experiencia acumulada… digámosle, saben cómo tratar bien a la gente que viene a romperla jugando. Desde el kitesurf hasta la natación en aguas abiertas, pasando por la pesca deportiva y el paddleboarding – ¡tienen de todo! Un verdadero buffet para los deportistas, chunches para todos los gustos.
Nelson Rojas Salas, el jefe de CETUR, nos contó que esperan atraer a un público “sano” – dice él – principalmente familias y gente que le guste el deporte. No quieren ni ver la pinta de esos grupos que solo van a hacer escándalo. Busca un turismo responsable, que respete el medio ambiente y aporte a la economía local. Ahí sí, que le den ritmo a la cosa.
Además, se pusieron manos a la obra con el Plan de Gestión del Destino La Cruz, una especie de mapa para saber qué pasos seguir y evitar meter la pata. Con ayuda del gobierno local y otras instituciones, quieren desarrollar un turismo sostenible, que no termine destruyendo lo que tanto nos gusta de la zona. Porque claro, no queremos irnos al traste como otros destinos turísticos que no supieron cuidarse.
Y no solo son los empresarios los que están aportando, parece que hasta los jeques del turismo se han contagiado del espíritu guanacasteco. Compañías como Costa Elena (del grupo Pellas) y el antiguo Hotel Dreams Las Mareas también se han unido a la onda, invirtiendo y promocionando el destino. ¡Se ve que la vara está alta y todos quieren participar!
Ahora, pa'l 2026, intensificarán la campaña de marketing. Quieren que todo el mundo sepa que La Cruz tiene playas de ensueño como Naranjo (con su famosa Roca Bruja), Copal, El Jobo, Rajada, Rajadita, Soley y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Junquillal. Imagínate el espectáculo de ver a los corredores a toda máquina en la playa, o a los surfers dominando las olas… ¡qué chiva sería!
Así que ahí lo tienen, compas: La Cruz se prepara para recibir al mundo con los brazos abiertos. Pero me pregunto... ¿cree usted que Costa Rica está preparada para manejar un aumento masivo de turistas sin sacrificar la autenticidad de nuestros pueblos y la sostenibilidad de nuestros recursos naturales?