¡Aguante ahí!, parece que el proyecto de vivienda La Esperanza en Naranjo se ha convertido en el churre brete del momento. Después de meses de controversia, acusaciones cruzadas y demoras que dan risa negra, ahora tres diputadas alajuelenses decidieron meterle lupa a fondo. Esto pinta pa’ un buen chayote, mánguez.
Las legisladoras Montserrat Ruiz (Liberación Nacional), Priscila Vindas (Frente Amplio) y María Marta Padilla (independiente) ya están preparando un operativo de investigación para destapar qué onda con los permisos y el desarrollo de este proyecto. Según fuentes cercanas, la movida surge después de ver cómo el asunto se arrastra sin solución, pese a las quejas de los vecinos y las declaraciones públicas del Presidente Chaves, quien hasta ahora ha ido lanzando pullas a diestra y siniestra sobre el tema. Ya sabemos que el señor ese siempre tiene algo que decir, diay.
Ruiz, siendo de la zona, comentó que ellas no van a andar armando juicios, sino más bien buscando aclarar cosas técnicas. “Nosotros vamos a estar generando las aclaraciones del caso, no vamos a tomar juicio, realmente estamos enfocadas a la técnica y al rigor”, nos dijo en entrevista exclusiva. Eso sí, la presión popular es fuerte, y la gente quiere respuestas claras, porque el proyecto sigue estancado y eso les afecta a todos los que viven por allá.
Pero la cosa se puso aún más intensa cuando el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) decidió entrar en escena con paso firme. Junto con oficiales de Fuerza Pública, fueron a meterle mano a las tuberías municipales para asegurar que La Esperanza tenga agua. ¡Qué carga!, la intervención tuvo que hacerse así, porque parece que el servicio estaba cortado. El AyA justificó su acción argumentando que estaban cumpliendo con la ley, pero muchos ven esto como una escalada innecesaria en medio del conflicto.
Desde Presidencia, le dieron la garantía de que el proyecto será inaugurado oficialmente mañana, miércoles 24 de septiembre. ¿Será que lo logran a tiempo? Parece sacado de una novela, la verdad. Prometen resolver todas las dudas y mostrar que el gobierno va en serio con llevar adelante este proyecto habitacional. Pero con tantos rodeos, nadie sabe si va a llegar a puerto seguro, o si se va a ir al traste como otros proyectos anteriores.
Además, hay otro problema importante que no podemos obviar: el precario ubicado en La Radial. Unos 80 familias viven allí, y no todas podrán ser trasladadas a La Esperanza. ¿Qué pasará con estas personas? Esta es una vara delicada que necesita atención urgente, porque nadie puede quedar en la calle, chunche. Dejar a esas familias a la deriva sería una verdadera torta, mánguez.
Y hablando de varas difíciles, las diputadas también apuntaron a la falta de respeto hacia la autonomía municipal. Vindas señaló que desde las curules han estado pendientes del asunto, pero no han visto una actitud respetuosa por parte del Poder Ejecutivo. “Desde las curules se ha venido dando el seguimiento respectivo, sin embargo, no se ha actuado ‘respetuosas de la autonomía municipal’”, enfatizó. Ahí vemos que la política pura, diay. Porque claro, siempre hay intereses detrás de cada movimiento.
En fin, la situación en Naranjo es un verdadero nudo gordiano. Parece que la cosa no va a amainar pronto, y la comunidad espera que las autoridades tomen cartas en el asunto con responsabilidad y transparencia. Ahora, me pregunto mi clave: ¿Creen ustedes que la inauguración oficial de La Esperanza mañana servirá para resolver las tensiones y avanzar con el proyecto, o será solo otra maniobra política para ganar tiempo?
Las legisladoras Montserrat Ruiz (Liberación Nacional), Priscila Vindas (Frente Amplio) y María Marta Padilla (independiente) ya están preparando un operativo de investigación para destapar qué onda con los permisos y el desarrollo de este proyecto. Según fuentes cercanas, la movida surge después de ver cómo el asunto se arrastra sin solución, pese a las quejas de los vecinos y las declaraciones públicas del Presidente Chaves, quien hasta ahora ha ido lanzando pullas a diestra y siniestra sobre el tema. Ya sabemos que el señor ese siempre tiene algo que decir, diay.
Ruiz, siendo de la zona, comentó que ellas no van a andar armando juicios, sino más bien buscando aclarar cosas técnicas. “Nosotros vamos a estar generando las aclaraciones del caso, no vamos a tomar juicio, realmente estamos enfocadas a la técnica y al rigor”, nos dijo en entrevista exclusiva. Eso sí, la presión popular es fuerte, y la gente quiere respuestas claras, porque el proyecto sigue estancado y eso les afecta a todos los que viven por allá.
Pero la cosa se puso aún más intensa cuando el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) decidió entrar en escena con paso firme. Junto con oficiales de Fuerza Pública, fueron a meterle mano a las tuberías municipales para asegurar que La Esperanza tenga agua. ¡Qué carga!, la intervención tuvo que hacerse así, porque parece que el servicio estaba cortado. El AyA justificó su acción argumentando que estaban cumpliendo con la ley, pero muchos ven esto como una escalada innecesaria en medio del conflicto.
Desde Presidencia, le dieron la garantía de que el proyecto será inaugurado oficialmente mañana, miércoles 24 de septiembre. ¿Será que lo logran a tiempo? Parece sacado de una novela, la verdad. Prometen resolver todas las dudas y mostrar que el gobierno va en serio con llevar adelante este proyecto habitacional. Pero con tantos rodeos, nadie sabe si va a llegar a puerto seguro, o si se va a ir al traste como otros proyectos anteriores.
Además, hay otro problema importante que no podemos obviar: el precario ubicado en La Radial. Unos 80 familias viven allí, y no todas podrán ser trasladadas a La Esperanza. ¿Qué pasará con estas personas? Esta es una vara delicada que necesita atención urgente, porque nadie puede quedar en la calle, chunche. Dejar a esas familias a la deriva sería una verdadera torta, mánguez.
Y hablando de varas difíciles, las diputadas también apuntaron a la falta de respeto hacia la autonomía municipal. Vindas señaló que desde las curules han estado pendientes del asunto, pero no han visto una actitud respetuosa por parte del Poder Ejecutivo. “Desde las curules se ha venido dando el seguimiento respectivo, sin embargo, no se ha actuado ‘respetuosas de la autonomía municipal’”, enfatizó. Ahí vemos que la política pura, diay. Porque claro, siempre hay intereses detrás de cada movimiento.
En fin, la situación en Naranjo es un verdadero nudo gordiano. Parece que la cosa no va a amainar pronto, y la comunidad espera que las autoridades tomen cartas en el asunto con responsabilidad y transparencia. Ahora, me pregunto mi clave: ¿Creen ustedes que la inauguración oficial de La Esperanza mañana servirá para resolver las tensiones y avanzar con el proyecto, o será solo otra maniobra política para ganar tiempo?
