¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, ¿verdad? Parecía que la inteligencia artificial iba a venir a facilitarnos la vida, a ponernos las cosas más fáciles… Pero parece que tenemos un problemón a la vista. Un estudio nuevo, fresquísimo, revela que casi dos tercios de nosotros estamos cagones de que la IA nos quite el brete.
Según el estudio nacional sobre la Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, que salió del Micitt (sí, el de la tele), hay una preocupación enorme entre los costarricenses respecto al reemplazo de profesiones y la posibilidad de perder el empleo. Me refiero, ¡más del 63% está así! Uno se queda pensando si pronto vamos a estar todos buscando trabajo y vendiendo empanadas en la calle, diay.
Lo que más preocupa, según el estudio, es que estas máquinas puedan tomar nuestras decisiones, juzgarnos y hasta discriminar. Casi el 50% de la gente está inquieta porque los sistemas de IA podrían tener sesgos y prejuicios. Y ojo, que las mujeres parecen estar más preocupadas que los hombres en este tema. Esto sí que da qué pensar, ¿no creen?
Y no es solo eso, pues. El estudio también encontró que la mayoría de los ticos –cerca del 66%– cree que la automatización de las fábricas y la computación van a reducir las oportunidades de empleo. ¡Imagínate!, dicen que ya ni pa’ trabajar en las fábricas habrá chamba. Eso sí que es un golpe duro para muchas familias, máxime cuando ya estamos batallando para llegar a fin de mes.
Muchos expertos dicen que esto es inevitable, que el avance tecnológico es imparable. Pero otros sugieren que necesitamos ponerle freno, regular cómo se implementa la IA para proteger nuestros trabajos y asegurarnos de que beneficie a toda la sociedad, no solo a unos pocos. Se trata de encontrar un balance, una manera de aprovechar lo bueno de la tecnología sin sacrificar nuestro sustento diario.
El Ministro de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones ha dicho que están trabajando en estrategias para comunicar mejor los beneficios de la IA y fomentar la confianza en esta tecnología. Esperemos que así sea, porque la incertidumbre está generando mucho nerviosismo y angustia entre los trabajadores. Hay que informar bien, explicarles a la gente qué va a pasar y cómo podemos adaptarnos a estos cambios.
Desde mi punto de vista, creo que lo más importante es invertir en educación y capacitación. Tenemos que preparar a la fuerza laboral para los nuevos empleos que surgirán gracias a la IA. Aprender nuevas habilidades, adaptarse a las nuevas tecnologías... De otra forma, corremos el riesgo de quedarnos atrás y ver cómo la IA nos deja en la cuneta. También sería bueno analizar el tema del ingreso básico universal, pues me pregunto si podríamos llegar al día en donde todos necesitemos una red de seguridad económica, pues los empleos tradicionales desaparecerán.
Ahora, díganme ustedes: ¿creen que la IA realmente va a acabar con nuestros empleos o simplemente cambiará la naturaleza del trabajo? ¿Qué medidas deberían tomar el gobierno y las empresas para prepararnos para este futuro incierto y garantizar que nadie se quede sin sustento? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Según el estudio nacional sobre la Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, que salió del Micitt (sí, el de la tele), hay una preocupación enorme entre los costarricenses respecto al reemplazo de profesiones y la posibilidad de perder el empleo. Me refiero, ¡más del 63% está así! Uno se queda pensando si pronto vamos a estar todos buscando trabajo y vendiendo empanadas en la calle, diay.
Lo que más preocupa, según el estudio, es que estas máquinas puedan tomar nuestras decisiones, juzgarnos y hasta discriminar. Casi el 50% de la gente está inquieta porque los sistemas de IA podrían tener sesgos y prejuicios. Y ojo, que las mujeres parecen estar más preocupadas que los hombres en este tema. Esto sí que da qué pensar, ¿no creen?
Y no es solo eso, pues. El estudio también encontró que la mayoría de los ticos –cerca del 66%– cree que la automatización de las fábricas y la computación van a reducir las oportunidades de empleo. ¡Imagínate!, dicen que ya ni pa’ trabajar en las fábricas habrá chamba. Eso sí que es un golpe duro para muchas familias, máxime cuando ya estamos batallando para llegar a fin de mes.
Muchos expertos dicen que esto es inevitable, que el avance tecnológico es imparable. Pero otros sugieren que necesitamos ponerle freno, regular cómo se implementa la IA para proteger nuestros trabajos y asegurarnos de que beneficie a toda la sociedad, no solo a unos pocos. Se trata de encontrar un balance, una manera de aprovechar lo bueno de la tecnología sin sacrificar nuestro sustento diario.
El Ministro de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones ha dicho que están trabajando en estrategias para comunicar mejor los beneficios de la IA y fomentar la confianza en esta tecnología. Esperemos que así sea, porque la incertidumbre está generando mucho nerviosismo y angustia entre los trabajadores. Hay que informar bien, explicarles a la gente qué va a pasar y cómo podemos adaptarnos a estos cambios.
Desde mi punto de vista, creo que lo más importante es invertir en educación y capacitación. Tenemos que preparar a la fuerza laboral para los nuevos empleos que surgirán gracias a la IA. Aprender nuevas habilidades, adaptarse a las nuevas tecnologías... De otra forma, corremos el riesgo de quedarnos atrás y ver cómo la IA nos deja en la cuneta. También sería bueno analizar el tema del ingreso básico universal, pues me pregunto si podríamos llegar al día en donde todos necesitemos una red de seguridad económica, pues los empleos tradicionales desaparecerán.
Ahora, díganme ustedes: ¿creen que la IA realmente va a acabar con nuestros empleos o simplemente cambiará la naturaleza del trabajo? ¿Qué medidas deberían tomar el gobierno y las empresas para prepararnos para este futuro incierto y garantizar que nadie se quede sin sustento? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!