¡Ay, mi Dios! Quién diría que en estos tiempos, la clave para entender cómo va el bolsillo de nosotros los centroamericanos está en la esquina, en la pulpería de Doña Luisa. Un estudio fresquísimo de NielsenIQ nos acaba de dejar boquiabiertos con unos datos que, fíjate tú, no eran lo que esperaba nadie. Parece que estamos pagando más por las cositas del día a día, pero la gente sigue sacando la compra, ¿eh?
Según el reporte, el valor total de lo que consumimos en Centroamérica subió un 2,7% entre el 2024 y el 2025. Suena chévere, ¿verdad? Pues espérate, porque gran parte de eso es por los precios que se han inflado. Estamos hablando de un aumento promedio del 2,5% en los precios de los productos, dejando el crecimiento real en la cantidad de cosas que compramos en apenas un 0,4%. ¡Una miseria, vamos!
Pero aquí viene lo interesante: mientras los supermercados gorditos se ven afectados por este estancamiento en el volumen, nuestras queridas pulperías, esas tiendas de barrio que le dan vida a nuestros vecindarios, siguen firmes como rocas. Resulta que estas pequeñas tiendas representaron el 46,9% de todas las compras en la región, y crecieron en valor un buen 2,9%. ¡Así nomás, demostrando que son el corazón del comercio!
Y no pienses que esto es solo cosa nuestra. En Guatemala, Honduras y Nicaragua, las tiendas de barrio tienen un peso aún mayor en la economía, y ahí es donde realmente se nota el crecimiento. Hasta nosotros los ticos, que somos medio tranquilos con los cambios, nos fuimos arriba del promedio regional. ¡Lo que demuestra que somos fieros y sabemos apreciar lo cercano!
¿Y qué se está comprando tanto? Pues, sorpresa, sorpresas, ¡las bebidas mandan! Son las únicas que aumentaron su participación en el mercado en un 0,4%. Y eso se nota más todavía en las pulperías, donde las ventas de bebidas subieron un 0,9%. Esto indica que, aunque estemos apretados, seguimos disfrutando de un refresquito de vez en cuando, ¿qué te digo?
Otro dato curioso es que la gente sigue visitando las pulperías cada dos o tres días, igual que en Colombia y México. El gasto promedio por compra ronda los 2 a 4 dólares, con unas 3 unidades de producto por transacción. Además, cada vez hay más interés por productos premium, especialmente en alimentos y bebidas. Así que parece que, aunque estemos cuidando el mango, tampoco nos queremos privar de un caprichito ocasional.
Ahora sí, llegó la hora de analizar dónde tenemos que mejorar. Según el estudio, los fabricantes y dueños de negocios necesitan ponerle más empeño a la variedad de productos que ofrecen. Hay un aumento del 5,4% en la cantidad de artículos disponibles en cada tienda, pero esto no siempre se traduce en más ventas. También es clave que los vendedores estén bien capacitados y presten atención a los detalles, porque si no, la gente puede irse a otra tienda. Y, por último, necesitamos innovar más y ofrecer nuevos productos que realmente llamen la atención del público, porque los lanzamientos recientes no han ido tan bien como deberían.
En resumen, Patricia Rodríguez de NielsenIQ dice textualmente: "Centroamérica confirma que las tiendas de barrio son el punto de contacto más resistente y crucial para el consumidor". Y vaya que tiene razón. Pero ahora me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían implementar políticas específicas para apoyar a las pequeñas tiendas y sus emprendedores, o sería mejor enfocarse en bajar los precios generales para aliviar la carga económica de todos? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
Según el reporte, el valor total de lo que consumimos en Centroamérica subió un 2,7% entre el 2024 y el 2025. Suena chévere, ¿verdad? Pues espérate, porque gran parte de eso es por los precios que se han inflado. Estamos hablando de un aumento promedio del 2,5% en los precios de los productos, dejando el crecimiento real en la cantidad de cosas que compramos en apenas un 0,4%. ¡Una miseria, vamos!
Pero aquí viene lo interesante: mientras los supermercados gorditos se ven afectados por este estancamiento en el volumen, nuestras queridas pulperías, esas tiendas de barrio que le dan vida a nuestros vecindarios, siguen firmes como rocas. Resulta que estas pequeñas tiendas representaron el 46,9% de todas las compras en la región, y crecieron en valor un buen 2,9%. ¡Así nomás, demostrando que son el corazón del comercio!
Y no pienses que esto es solo cosa nuestra. En Guatemala, Honduras y Nicaragua, las tiendas de barrio tienen un peso aún mayor en la economía, y ahí es donde realmente se nota el crecimiento. Hasta nosotros los ticos, que somos medio tranquilos con los cambios, nos fuimos arriba del promedio regional. ¡Lo que demuestra que somos fieros y sabemos apreciar lo cercano!
¿Y qué se está comprando tanto? Pues, sorpresa, sorpresas, ¡las bebidas mandan! Son las únicas que aumentaron su participación en el mercado en un 0,4%. Y eso se nota más todavía en las pulperías, donde las ventas de bebidas subieron un 0,9%. Esto indica que, aunque estemos apretados, seguimos disfrutando de un refresquito de vez en cuando, ¿qué te digo?
Otro dato curioso es que la gente sigue visitando las pulperías cada dos o tres días, igual que en Colombia y México. El gasto promedio por compra ronda los 2 a 4 dólares, con unas 3 unidades de producto por transacción. Además, cada vez hay más interés por productos premium, especialmente en alimentos y bebidas. Así que parece que, aunque estemos cuidando el mango, tampoco nos queremos privar de un caprichito ocasional.
Ahora sí, llegó la hora de analizar dónde tenemos que mejorar. Según el estudio, los fabricantes y dueños de negocios necesitan ponerle más empeño a la variedad de productos que ofrecen. Hay un aumento del 5,4% en la cantidad de artículos disponibles en cada tienda, pero esto no siempre se traduce en más ventas. También es clave que los vendedores estén bien capacitados y presten atención a los detalles, porque si no, la gente puede irse a otra tienda. Y, por último, necesitamos innovar más y ofrecer nuevos productos que realmente llamen la atención del público, porque los lanzamientos recientes no han ido tan bien como deberían.
En resumen, Patricia Rodríguez de NielsenIQ dice textualmente: "Centroamérica confirma que las tiendas de barrio son el punto de contacto más resistente y crucial para el consumidor". Y vaya que tiene razón. Pero ahora me pregunto, ¿cree usted que las autoridades deberían implementar políticas específicas para apoyar a las pequeñas tiendas y sus emprendedores, o sería mejor enfocarse en bajar los precios generales para aliviar la carga económica de todos? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!