¡Ay, Dios mío! Parece que Leonel Villalobos no aprende la lección. Resulta que el tipo, conocido por sus líos con la justicia, fue agarrado con un teléfono celular y un chip mientras visitaba a alguien en la cárcel Vilma Curling, en Desamparados. Una torta monumental, porque así nomás no pasa, ¿eh?
Según el Ministerio de Justicia, Villalobos iba a tener una visita íntima, ¡qué brete! Pero la Policía Penitenciaria, bien atenta, revisó su bolso y ahí apareció el chunche prohibido. Nada de “sorpresas” ya, con este señor siempre hay algo. Esta vaina se manejó rápido, avisándole a la Fiscalía para que pusieran orden.
Para ponerlo en perspectiva, Villalobos lleva años metido en problemas. En agosto del año pasado, lo sentenciaron a dos años de prisión por procuración de impunidad, aunque le dieron la condena en suspenso, con la condición de que no volviera a hacer chincharas. Uno pensaría que eso le serviría de ejemplo, pero parece que no fue así.
Pero ojo, que esto no es lo peor. Este mae tiene un historial bastante turbio. En 1997, lo metieron la cárcel por doce años por tráfico internacional de drogas. ¡Doce años! Después de salir, anduvo dando vueltas, hasta lo agarraron en otra causa por presunta legitimación de capitales y falsificación de documentos. Aunque, afortunadamente, ese caso se cayó definitivamente, ¿quién sabe qué estaría tramando ahora?
Recordemos que este tipo ha sido objeto de controversia desde hace tiempo. Su nombre siempre sale a flote en temas de corrupción y lavado de dinero, y la gente ya está harta de ver cómo estos personajes parecen escaparse siempre. Es una diana para el país, claro, con tantos recursos saliendo, directo para sus bolsillos...¡Qué sal!
Las autoridades han dicho que van a investigar a fondo esta nueva situación, y prometen llevarlo ante la justicia si es necesario. Pero ya todos estamos cansados de promesas vacías. Uno espera que esta vez sí se tomen las cosas en serio y que Villalobos pague por sus acciones. Ya nos tienen hasta las narices, saben…
Este caso vuelve a abrir el debate sobre la seguridad en las cárceles y la necesidad de mejorar los controles para evitar que los privados de libertad tengan acceso a teléfonos celulares. Porque, vamos a ser honestos, con un celular adentro pueden hacer de todo: organizar negocios ilícitos, comunicarse con cómplices afuera e incluso amenazar a testigos. ¡Un peligro!, por decir lo menos. Además, pone en entredicho el control y la eficiencia del sistema penitenciario costarricense. Que pasó con todas esas medidas que decían iban a implementar?
Y aquí va la gran pregunta, mi gente: ¿Creen ustedes que Leonel Villalobos realmente cambiará su comportamiento o seguirá buscando formas de evadir la justicia? ¿Deberíamos endurecer las penas para personas con múltiples condenas como él o es suficiente con la ley actual? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
Según el Ministerio de Justicia, Villalobos iba a tener una visita íntima, ¡qué brete! Pero la Policía Penitenciaria, bien atenta, revisó su bolso y ahí apareció el chunche prohibido. Nada de “sorpresas” ya, con este señor siempre hay algo. Esta vaina se manejó rápido, avisándole a la Fiscalía para que pusieran orden.
Para ponerlo en perspectiva, Villalobos lleva años metido en problemas. En agosto del año pasado, lo sentenciaron a dos años de prisión por procuración de impunidad, aunque le dieron la condena en suspenso, con la condición de que no volviera a hacer chincharas. Uno pensaría que eso le serviría de ejemplo, pero parece que no fue así.
Pero ojo, que esto no es lo peor. Este mae tiene un historial bastante turbio. En 1997, lo metieron la cárcel por doce años por tráfico internacional de drogas. ¡Doce años! Después de salir, anduvo dando vueltas, hasta lo agarraron en otra causa por presunta legitimación de capitales y falsificación de documentos. Aunque, afortunadamente, ese caso se cayó definitivamente, ¿quién sabe qué estaría tramando ahora?
Recordemos que este tipo ha sido objeto de controversia desde hace tiempo. Su nombre siempre sale a flote en temas de corrupción y lavado de dinero, y la gente ya está harta de ver cómo estos personajes parecen escaparse siempre. Es una diana para el país, claro, con tantos recursos saliendo, directo para sus bolsillos...¡Qué sal!
Las autoridades han dicho que van a investigar a fondo esta nueva situación, y prometen llevarlo ante la justicia si es necesario. Pero ya todos estamos cansados de promesas vacías. Uno espera que esta vez sí se tomen las cosas en serio y que Villalobos pague por sus acciones. Ya nos tienen hasta las narices, saben…
Este caso vuelve a abrir el debate sobre la seguridad en las cárceles y la necesidad de mejorar los controles para evitar que los privados de libertad tengan acceso a teléfonos celulares. Porque, vamos a ser honestos, con un celular adentro pueden hacer de todo: organizar negocios ilícitos, comunicarse con cómplices afuera e incluso amenazar a testigos. ¡Un peligro!, por decir lo menos. Además, pone en entredicho el control y la eficiencia del sistema penitenciario costarricense. Que pasó con todas esas medidas que decían iban a implementar?
Y aquí va la gran pregunta, mi gente: ¿Creen ustedes que Leonel Villalobos realmente cambiará su comportamiento o seguirá buscando formas de evadir la justicia? ¿Deberíamos endurecer las penas para personas con múltiples condenas como él o es suficiente con la ley actual? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
