¡Ay, Dios mío! Resulta que el PLN anda pidiendo prestado de nuevo, según nos soltó Álvaro Ramos esta semana. Parece que la tradición de meterse en deudas hasta las cejas en cada campaña va más fuerte que el café chorreado en la mañana.
El candidato, bien parco en declaraciones, no nos quiso decir la cifra exacta, pero asegura que es significativamente menor a lo que gastaron en campañas anteriores. Lo cual, siendo honestos, no es precisamente un halago para la administración financiera del partido. Imaginen cuánto debían estar los bolsillos hinchados en tiempos de Álvarez Desanti o Johnny Araya, ¡qué barbaridad!
Según cuentan, el crédito proviene del Banco Central Costarricense (BCT), y ahora están tramitando el papeleo en el TSE para que todo esté legalmente pulcro. No vaya a ser que anden haciendo cosas turbias, porque ya saben cómo andan las aguas en Costa Rica.
Y hablando de números, recordemos que en 2022 se rifaron un bono de 3.400 millones de colones, luego en 2018 con Álvarez, la deuda infló a 4.500 millones, ¡y en 2014, con Johnny Araya, emitieron certificados y bonos por unos 7.875 millones! Eso sí que es un buen bocado de deuda, mándale huevos.
Ahora, la explicación oficial es que todo esto tiene que ver con esos problemas que tuvieron en San Ramón, donde la asamblea de renovación de estructuras se fue cuesta arriba. Al parecer, el banco, viendo que están tratando de poner las cosas en orden, accedió a prestarles, pero no tanto como en otras ocasiones. ¡Eso sí es andar con pies de plomo!
Pero ojo, que no todo es malo. Según los mismos banqueros, el PLN es un partido con buena reputación financiera. Eso sí da alivio, porque no queremos que se vayan al traste por culpa de malas cuentas. Aunque, siendo sinceros, a veces uno se pregunta si realmente entienden de finanzas o solo saben pedir prestado.
Con miras al 2026, Ramos promete una campaña más austera. Esperemos que esta vez sí lo cumplan, porque ya estamos cansados de verlos endeudándose hasta las orejas. Y mientras tanto, le hacen un llamado a los indecisos, que reflexionen en estas fiestas, que analicen su voto. Con razón, tienen un 43,9% de la población que aún no sabe qué hacer, ¡tremendo brete!
En fin, entre tanta incertidumbre económica y política, nos queda preguntarnos: ¿Hasta dónde puede aguantar el PLN sumiendo al país en deuda pública para financiar sus campañas, y creen ustedes que esta promesa de austeridad es genuina o solo una estrategia para captar votos?
El candidato, bien parco en declaraciones, no nos quiso decir la cifra exacta, pero asegura que es significativamente menor a lo que gastaron en campañas anteriores. Lo cual, siendo honestos, no es precisamente un halago para la administración financiera del partido. Imaginen cuánto debían estar los bolsillos hinchados en tiempos de Álvarez Desanti o Johnny Araya, ¡qué barbaridad!
Según cuentan, el crédito proviene del Banco Central Costarricense (BCT), y ahora están tramitando el papeleo en el TSE para que todo esté legalmente pulcro. No vaya a ser que anden haciendo cosas turbias, porque ya saben cómo andan las aguas en Costa Rica.
Y hablando de números, recordemos que en 2022 se rifaron un bono de 3.400 millones de colones, luego en 2018 con Álvarez, la deuda infló a 4.500 millones, ¡y en 2014, con Johnny Araya, emitieron certificados y bonos por unos 7.875 millones! Eso sí que es un buen bocado de deuda, mándale huevos.
Ahora, la explicación oficial es que todo esto tiene que ver con esos problemas que tuvieron en San Ramón, donde la asamblea de renovación de estructuras se fue cuesta arriba. Al parecer, el banco, viendo que están tratando de poner las cosas en orden, accedió a prestarles, pero no tanto como en otras ocasiones. ¡Eso sí es andar con pies de plomo!
Pero ojo, que no todo es malo. Según los mismos banqueros, el PLN es un partido con buena reputación financiera. Eso sí da alivio, porque no queremos que se vayan al traste por culpa de malas cuentas. Aunque, siendo sinceros, a veces uno se pregunta si realmente entienden de finanzas o solo saben pedir prestado.
Con miras al 2026, Ramos promete una campaña más austera. Esperemos que esta vez sí lo cumplan, porque ya estamos cansados de verlos endeudándose hasta las orejas. Y mientras tanto, le hacen un llamado a los indecisos, que reflexionen en estas fiestas, que analicen su voto. Con razón, tienen un 43,9% de la población que aún no sabe qué hacer, ¡tremendo brete!
En fin, entre tanta incertidumbre económica y política, nos queda preguntarnos: ¿Hasta dónde puede aguantar el PLN sumiendo al país en deuda pública para financiar sus campañas, y creen ustedes que esta promesa de austeridad es genuina o solo una estrategia para captar votos?