¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, parece que la onda de la inteligencia artificial no ha calado tan hondo en la confianza de los ticos. Una encuesta nuevecita de IDESPO nos muestra que, aunque estamos pegaditos a nuestros celulares y disfrutando de apps y chats, todavía hay un buen sector que anda con ojo avizor con estas tecnologías nuevas. ¿Será que ya nos hemos vuelto demasiado dependientes o qué?
El Instituto de Estudios Sociales en Población – esos siempre sacando datos interesantes – hicieron una investigación para ver cómo nos sentimos los nacionales con la ciencia, la tecnología y toda esa vaina moderna. Y resulta que la mayoría, la gran mayoría, está metida de lleno en el mundo digital: usando asistentes virtuales, chatbots y consumiendo contenido online a diestra y siniestra. Pero ahí viene el detalle, el espanto… muchos creen que esto de la inteligencia artificial necesita un control más estricto, unos frenos, porque sino, ¡qué vaya a pasar!
Lo que me huele a palo quemao’ es que si bien reconocemos los beneficios, hay una inquietud latente, una sensación de ‘esto puede salir mal’. Un 91.5% de los encuestados dijeron estar totalmente o algo de acuerdo en que la ciencia y la tecnología pueden mejorar nuestras vidas. Eso suena bastante positivo, ¿verdad? Pero luego, cuando hablamos específicamente de la IA, la cosa cambia. Se nota que andamos pensando en robots quitándonos el trabajo y en Skynet apocalizando al planeta, ¡típico!
Y ni hablar del entretenimiento. Parece que ya nadie mira tele como antes; ahora vivimos en las redes sociales. Según la encuesta, el 64.4% de nosotros prefiere darle like y compartir historias en Facebook, Instagram o TikTok, mientras que la tele se queda rezagada con un 38%. Además, buscamos cosas en Google (44.3%) y vemos videos en YouTube (33%), así que básicamente nuestra vida gira alrededor de pantallas. ¡Qué brete nos hemos inventado, mae!
Pero volviendo a la IA, los que ya la están usando –y son muchos– principalmente la tienen como asistente personal y para platicar con chatbots. Solo un pequeño porcentaje la usan para aplicaciones específicas (4.8%), para comunicarse en redes sociales (4.6%) o para crear textos (2.7%). Entonces, la mayoría la usa para hacerle preguntas rápidas o para pedirle que escriba un email, nada más. Como preguntarle a Siri dónde está el panadería más cercana, ¿me entienden?
Esta encuesta tuvo un nivel de confianza del 95%, lo cual quiere decir que es bastante confiable. Además, se aplicó a un buen número de personas entre el 14 y el 24 de mayo, involucrando a expertos de la Universidad Nacional (UNA) y del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), así que no es cualquier vaina que salió de la manga. Creo que podemos tomarla en serio, sin exagerar, claro.
Ahora, pensemos en el futuro. Con tanta tecnología avanzando a paso de veloz, ¿cómo vamos a asegurar que se use para el bien común y no para causarnos problemas? Ya vimos que a algunos les preocupa, y con razón. Quizás necesitemos leyes más claras, educar a la gente sobre cómo funciona la IA, o incluso crear una especie de comité ciudadano que supervise su desarrollo. Porque al final del día, queremos aprovechar los beneficios, pero sin tener que irnos al traste por culpa de un robot rebelde, ¿no creen?
En fin, esta encuesta nos da mucho en qué pensar. Nos demuestra que, aunque somos fanáticos de la tecnología, seguimos siendo cautelosos y exigentes. Así que, mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro: ¿creen que es necesario regular la inteligencia artificial en Costa Rica, o deberían dejar que evolucione libremente? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes!
El Instituto de Estudios Sociales en Población – esos siempre sacando datos interesantes – hicieron una investigación para ver cómo nos sentimos los nacionales con la ciencia, la tecnología y toda esa vaina moderna. Y resulta que la mayoría, la gran mayoría, está metida de lleno en el mundo digital: usando asistentes virtuales, chatbots y consumiendo contenido online a diestra y siniestra. Pero ahí viene el detalle, el espanto… muchos creen que esto de la inteligencia artificial necesita un control más estricto, unos frenos, porque sino, ¡qué vaya a pasar!
Lo que me huele a palo quemao’ es que si bien reconocemos los beneficios, hay una inquietud latente, una sensación de ‘esto puede salir mal’. Un 91.5% de los encuestados dijeron estar totalmente o algo de acuerdo en que la ciencia y la tecnología pueden mejorar nuestras vidas. Eso suena bastante positivo, ¿verdad? Pero luego, cuando hablamos específicamente de la IA, la cosa cambia. Se nota que andamos pensando en robots quitándonos el trabajo y en Skynet apocalizando al planeta, ¡típico!
Y ni hablar del entretenimiento. Parece que ya nadie mira tele como antes; ahora vivimos en las redes sociales. Según la encuesta, el 64.4% de nosotros prefiere darle like y compartir historias en Facebook, Instagram o TikTok, mientras que la tele se queda rezagada con un 38%. Además, buscamos cosas en Google (44.3%) y vemos videos en YouTube (33%), así que básicamente nuestra vida gira alrededor de pantallas. ¡Qué brete nos hemos inventado, mae!
Pero volviendo a la IA, los que ya la están usando –y son muchos– principalmente la tienen como asistente personal y para platicar con chatbots. Solo un pequeño porcentaje la usan para aplicaciones específicas (4.8%), para comunicarse en redes sociales (4.6%) o para crear textos (2.7%). Entonces, la mayoría la usa para hacerle preguntas rápidas o para pedirle que escriba un email, nada más. Como preguntarle a Siri dónde está el panadería más cercana, ¿me entienden?
Esta encuesta tuvo un nivel de confianza del 95%, lo cual quiere decir que es bastante confiable. Además, se aplicó a un buen número de personas entre el 14 y el 24 de mayo, involucrando a expertos de la Universidad Nacional (UNA) y del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), así que no es cualquier vaina que salió de la manga. Creo que podemos tomarla en serio, sin exagerar, claro.
Ahora, pensemos en el futuro. Con tanta tecnología avanzando a paso de veloz, ¿cómo vamos a asegurar que se use para el bien común y no para causarnos problemas? Ya vimos que a algunos les preocupa, y con razón. Quizás necesitemos leyes más claras, educar a la gente sobre cómo funciona la IA, o incluso crear una especie de comité ciudadano que supervise su desarrollo. Porque al final del día, queremos aprovechar los beneficios, pero sin tener que irnos al traste por culpa de un robot rebelde, ¿no creen?
En fin, esta encuesta nos da mucho en qué pensar. Nos demuestra que, aunque somos fanáticos de la tecnología, seguimos siendo cautelosos y exigentes. Así que, mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro: ¿creen que es necesario regular la inteligencia artificial en Costa Rica, o deberían dejar que evolucione libremente? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes!
