¡Ay, Dios mío! Aquí no se puede ni ir a trabajar tranquilo. Resulta que este sábado por la tarde, allá en Carrandí de Matina, Limón, un pobre tipo de nombre Coto, de 33 años, recibió una ráfaga de bala dentro de un bananal. El OIJ ya está metido en esto tratando de desenredar este lío, pero la verdad, qué sal!
Según los primeros informes, don Coto iba camino a la planta empacadora del banano, ahí en medio de la mata, cuando apareció un gatillero, sinvergüenza, y le soltó una descarga impresionante. No dieron espera, lo dejaron tirado ahí mismo y se fueron corriendo como si nada. Imagínate la sorpresa de los trabajadores que lo encontraron, ¡qué desparcido!
Ahora, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿Quién mandó matar a este muchacho y por qué? Las autoridades todavía no tienen claro el motivo del asesinato, aunque dicen que están revisando todas las líneas de investigación posibles. Algunos murmuran cosas de viejas rencillas, otros hablan de negocios turbios... Ya saben cómo es esto, siempre hay muchas versiones dando vueltas.
Lo que sí está claro es que la violencia sigue golpeando duro a nuestras comunidades. Este no es el primer incidente de este tipo que ocurre en la zona, y eso pone a cualquiera con los nervios de punta. La gente está preocupada, y con razón, porque nadie se siente seguro ya ni siquiera trabajando a la luz del día.
Y es que mira, el brete que tenemos acá. Uno trabaja honradamente, tratando de ganarse el sustento, y al final termina siendo víctima de la delincuencia. Es injusto, ¡una torta! Y encima, parece que las autoridades no pueden ponerle freno a estos maleantes, pues siguen haciendo de las suyas impunemente.
Algunos vecinos aseguran que han visto movimientos extraños en la zona últimamente, personas sospechosas merodeando por los alrededores del bananal. Dicen que podrían estar relacionados con este hecho lamentable. Pero nadie quiere denunciar por miedo a represalias, eso es lo que complica las cosas, diay. El silencio alimenta a la mafia, ¿me entienden?
Este caso ha sacudido a toda la comunidad de Matina. Don Coto era conocido por ser un trabajador esforzado y un buen vecino, siempre dispuesto a echar una mano. Su pérdida deja un vacío enorme en sus seres queridos y en todo el pueblo. Se dice que estaba casado y tenía unos hijitos pequeños, y ahora imagínate el dolor que deben sentir.
Es increíble cómo la violencia se mete en nuestros corazones y nos quita la tranquilidad. ¿Ustedes creen que realmente estamos perdiendo la batalla contra la delincuencia organizada en Costa Rica, o aún podemos revertir esta situación? ¿Qué medidas urgentes deberían tomar las autoridades para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos?
Según los primeros informes, don Coto iba camino a la planta empacadora del banano, ahí en medio de la mata, cuando apareció un gatillero, sinvergüenza, y le soltó una descarga impresionante. No dieron espera, lo dejaron tirado ahí mismo y se fueron corriendo como si nada. Imagínate la sorpresa de los trabajadores que lo encontraron, ¡qué desparcido!
Ahora, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿Quién mandó matar a este muchacho y por qué? Las autoridades todavía no tienen claro el motivo del asesinato, aunque dicen que están revisando todas las líneas de investigación posibles. Algunos murmuran cosas de viejas rencillas, otros hablan de negocios turbios... Ya saben cómo es esto, siempre hay muchas versiones dando vueltas.
Lo que sí está claro es que la violencia sigue golpeando duro a nuestras comunidades. Este no es el primer incidente de este tipo que ocurre en la zona, y eso pone a cualquiera con los nervios de punta. La gente está preocupada, y con razón, porque nadie se siente seguro ya ni siquiera trabajando a la luz del día.
Y es que mira, el brete que tenemos acá. Uno trabaja honradamente, tratando de ganarse el sustento, y al final termina siendo víctima de la delincuencia. Es injusto, ¡una torta! Y encima, parece que las autoridades no pueden ponerle freno a estos maleantes, pues siguen haciendo de las suyas impunemente.
Algunos vecinos aseguran que han visto movimientos extraños en la zona últimamente, personas sospechosas merodeando por los alrededores del bananal. Dicen que podrían estar relacionados con este hecho lamentable. Pero nadie quiere denunciar por miedo a represalias, eso es lo que complica las cosas, diay. El silencio alimenta a la mafia, ¿me entienden?
Este caso ha sacudido a toda la comunidad de Matina. Don Coto era conocido por ser un trabajador esforzado y un buen vecino, siempre dispuesto a echar una mano. Su pérdida deja un vacío enorme en sus seres queridos y en todo el pueblo. Se dice que estaba casado y tenía unos hijitos pequeños, y ahora imagínate el dolor que deben sentir.
Es increíble cómo la violencia se mete en nuestros corazones y nos quita la tranquilidad. ¿Ustedes creen que realmente estamos perdiendo la batalla contra la delincuencia organizada en Costa Rica, o aún podemos revertir esta situación? ¿Qué medidas urgentes deberían tomar las autoridades para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos?