¡Ay, Dios mío, qué mes! Entre aguaceros y nerviosismo, los estudiantes de último año de colegios académicos que sufrieron las consecuencias del huracán Melissa finalmente están aplicando la Prueba Nacional Estandarizada Sumativa. Después de tanto revuelo y unos cuantos traspiés, parece que ya le agarraron el ritmo a esto de las evaluaciones, aunque todavía queda tiempo para respirar.
Como bien sabemos, Melissa nos pegó duro, especialmente a algunas regiones del país. Las Dires Regionales de Educación de Aguirre, Santa Cruz, Nicoya, Grande de Térraba, Coto, San Carlos, Cartago y Sarapiquí fueron de las más afectadas. Imagínense la bronca de esos estudiantes que encima de lidiar con las inundaciones y los apagones, tenían que preocuparse por la prueba. ¡Un brete!
Pero bueno, gracias a Dios, el Ministerio de Educación Pública (MEP) tuvo listo el plan B. Álvaro Artavia, el director de Gestión y Evaluación de la Calidad (DGEC), aseguró que todo está bajo control y que las pruebas mantienen la misma calidad técnica. Así que, aparentemente, no hay razón para preocuparse. De hecho, mencionó que el MEP siempre tiene previsto este tipo de eventualidades, porque aquí en Costa Rica, ¡siempre pasa algo!
El orden de las pruebas sigue siendo el mismo de siempre: Estudios Sociales, Matemática, Español, Ciencias y Cívica. Los demás estudiantes del país ya hicieron sus exámenes entre el 27 y el 31 de octubre, pero estos muchachos tuvieron que esperar un poco más, más allá de cualquier molestia, esperando que la vida volviera a la normalidad.
Lo bueno es que el MEP pensó en todos y puso a disposición unas prácticas en línea para ayudar a los estudiantes a refrescar conocimientos y familiarizarse con el formato de la prueba. Hay ejercicios de Ciencias, Español, Estudios Sociales, Matemáticas y Educación Cívica, todos con sus respectivas respuestas y explicaciones. Si alguno se siente medio perdido, ahí tiene material para repasar a fondo. ¡Eso sí es trabajar bien!
Y hablando de preparación, no olviden chequear las tablas de especificaciones en el sitio web del MEP. Ahí podrán ver exactamente qué temas van a evaluar en cada componente de la prueba. Es como tener el mapa del tesoro, pa’ saber dónde enfocar los esfuerzos. En fin, ¡todo eso para ayudarnos a salir adelante!
Ahora bien, si bien la situación parece estar encaminada, es imposible ignorar las preocupaciones de algunos padres y estudiantes. Muchos temen que el estrés post-huracán pueda afectar el rendimiento de los alumnos, incluso considerando el impacto emocional derivado de la afectación en sus hogares. Es inevitable preguntarse si estas condiciones adversas podrían influir injustamente en los resultados de la prueba, y si realmente refleja el conocimiento adquirido por los estudiantes a lo largo del año escolar.
Así que, ahora les pregunto, compañeros del Foro: ¿creen que es justo aplicar la misma evaluación a estudiantes que han atravesado por una experiencia traumática como la del huracán Melissa? ¿Debería considerarse algún tipo de ajuste o medida compensatoria para garantizar una evaluación equitativa?
Como bien sabemos, Melissa nos pegó duro, especialmente a algunas regiones del país. Las Dires Regionales de Educación de Aguirre, Santa Cruz, Nicoya, Grande de Térraba, Coto, San Carlos, Cartago y Sarapiquí fueron de las más afectadas. Imagínense la bronca de esos estudiantes que encima de lidiar con las inundaciones y los apagones, tenían que preocuparse por la prueba. ¡Un brete!
Pero bueno, gracias a Dios, el Ministerio de Educación Pública (MEP) tuvo listo el plan B. Álvaro Artavia, el director de Gestión y Evaluación de la Calidad (DGEC), aseguró que todo está bajo control y que las pruebas mantienen la misma calidad técnica. Así que, aparentemente, no hay razón para preocuparse. De hecho, mencionó que el MEP siempre tiene previsto este tipo de eventualidades, porque aquí en Costa Rica, ¡siempre pasa algo!
El orden de las pruebas sigue siendo el mismo de siempre: Estudios Sociales, Matemática, Español, Ciencias y Cívica. Los demás estudiantes del país ya hicieron sus exámenes entre el 27 y el 31 de octubre, pero estos muchachos tuvieron que esperar un poco más, más allá de cualquier molestia, esperando que la vida volviera a la normalidad.
Lo bueno es que el MEP pensó en todos y puso a disposición unas prácticas en línea para ayudar a los estudiantes a refrescar conocimientos y familiarizarse con el formato de la prueba. Hay ejercicios de Ciencias, Español, Estudios Sociales, Matemáticas y Educación Cívica, todos con sus respectivas respuestas y explicaciones. Si alguno se siente medio perdido, ahí tiene material para repasar a fondo. ¡Eso sí es trabajar bien!
Y hablando de preparación, no olviden chequear las tablas de especificaciones en el sitio web del MEP. Ahí podrán ver exactamente qué temas van a evaluar en cada componente de la prueba. Es como tener el mapa del tesoro, pa’ saber dónde enfocar los esfuerzos. En fin, ¡todo eso para ayudarnos a salir adelante!
Ahora bien, si bien la situación parece estar encaminada, es imposible ignorar las preocupaciones de algunos padres y estudiantes. Muchos temen que el estrés post-huracán pueda afectar el rendimiento de los alumnos, incluso considerando el impacto emocional derivado de la afectación en sus hogares. Es inevitable preguntarse si estas condiciones adversas podrían influir injustamente en los resultados de la prueba, y si realmente refleja el conocimiento adquirido por los estudiantes a lo largo del año escolar.
Así que, ahora les pregunto, compañeros del Foro: ¿creen que es justo aplicar la misma evaluación a estudiantes que han atravesado por una experiencia traumática como la del huracán Melissa? ¿Debería considerarse algún tipo de ajuste o medida compensatoria para garantizar una evaluación equitativa?