¡Ay, Dios mío! Parece que Melissa no piensa irse tan fácil, ¿eh? Después de toda la preocupación y los preparativos, seguimos con lluvia y alertas por aquí y por allá. El IMN nos anda avisando que aunque el ciclón ya se debilitó y se va alejando, todavía nos queda bastante que aguantar, máxime con esta Zona de Convergencia Intertropical pegajosa que parece decidida a quedarse.
Si bien Melissa ya bajó a categoría 2 y se mueve hacia el noreste, lejos de Cuba, la cosa aquí no pinta precisamente de sol y alegría. Lo que sí tenemos asegurado es agua, y mucha. Según el Instituto Meteorológico Nacional, la influencia indirecta de Melissa sigue afectándonos, sobre todo en la vertiente del Pacífico. Así que preparen los impermeables y guarden los chunches, porque esto apenas está comenzando. Imagínate, ni siquiera se fue y ya estamos batallando.
Y no es solo la lluvia, amigos. Tenemos que estar ojo avizor con posibles tormentas eléctricas y ráfagas de viento que, dicen, podrían llegar hasta los 80 kilómetros por hora en algunos lugares. ¡Qué cargada! A ver si los cables no se van volando y nos dejan sin internet, que ya estoy viendo bronca con la teletrabajo. El CNE, la Cruz Roja y los bomberos siguen trabajando duro en Guanacaste, atendiendo situaciones de emergencia y ayudando a la gente que se quedó varada por las inundaciones. Un aplauso para esos valientes, que se rifan en estas condiciones.
El panorama en el Pacífico es preocupante, especialmente en zonas costeras y partes bajas. Se pronostican acumulados de lluvia entre 40 y 70 milímetros en un lapicero de 12 horas, ¡pero pueden llegar a 100 milímetros en algunos sitios! Ni hablar de las áreas montañosas del Pacífico Central, donde también esperan aguaceros con tormenta eléctrica. Algunos cantones como Santa Cruz, Nicoya, Lepanto, Garabito, Parrita, Osa y Golfito, están bajo especial vigilancia por el riesgo de inundaciones. ¡Menos mal que el IMN nos está manteniendo informados!
Pero atención, que no es solo el Pacífico el que tiene que cuidarse. En la Zona Norte, aunque no esperen lluvias torrenciales, sí podría haber algunos chubascos aislados en la tarde. En la Zona Atlántica, las montañas y sus alrededores podrían recibir aguaceros fuertes por la tarde y noche, acompañados de tormenta eléctrica. Y en el Valle Central, tendremos que lidiar con aguaceros, tormentas e incluso bancos de niebla por la noche. Vaya, que no hay escapatoria. ¡A todos nos toca remojar!
Lo más peligroso de todo, señores, es que el suelo ya está empapado, y eso aumenta considerablemente el riesgo de deslizamientos de tierra en las montañas del Valle Central y la zona Caribe. ¡Qué sal! Imaginen la bronca si empiezan a caer rocas y lodo encima de las casas. Por eso, el IMN insiste en tomar precauciones, especialmente en zonas propensas a inundaciones y cerca de quebradas o sistemas de alcantarillado que podrían desbordarse. Mejor prevenir que lamentar, diay.
Y hablando de prevención, recuerden que en caso de tormenta eléctrica, lo mejor es buscar refugio adentro de casa, evitar tocar aparatos eléctricos y mantenerse alejado de ventanas y puertas. Si tienen árboles cerca de la vivienda, revisen que estén seguros y que no puedan caer sobre sus techos. No sean descuidados, que estos fenómenos meteorológicos no perdonan. ¡Más vale estar seguro que arrepentido!
En fin, Melissa se quiere ir, pero parece que quiere despedirse a lo grande. Con toda esta lluvia, los deslizamientos y las alertas, es difícil sentirse tranquilo. Pero bueno, así es nuestra vida en Costa Rica, siempre enfrentando los elementos con valentía y optimismo... ¿Ustedes creen que después de este temporal vamos a ver un poco de sol, o Melissa nos dejará bien mojados por unos días más?
Si bien Melissa ya bajó a categoría 2 y se mueve hacia el noreste, lejos de Cuba, la cosa aquí no pinta precisamente de sol y alegría. Lo que sí tenemos asegurado es agua, y mucha. Según el Instituto Meteorológico Nacional, la influencia indirecta de Melissa sigue afectándonos, sobre todo en la vertiente del Pacífico. Así que preparen los impermeables y guarden los chunches, porque esto apenas está comenzando. Imagínate, ni siquiera se fue y ya estamos batallando.
Y no es solo la lluvia, amigos. Tenemos que estar ojo avizor con posibles tormentas eléctricas y ráfagas de viento que, dicen, podrían llegar hasta los 80 kilómetros por hora en algunos lugares. ¡Qué cargada! A ver si los cables no se van volando y nos dejan sin internet, que ya estoy viendo bronca con la teletrabajo. El CNE, la Cruz Roja y los bomberos siguen trabajando duro en Guanacaste, atendiendo situaciones de emergencia y ayudando a la gente que se quedó varada por las inundaciones. Un aplauso para esos valientes, que se rifan en estas condiciones.
El panorama en el Pacífico es preocupante, especialmente en zonas costeras y partes bajas. Se pronostican acumulados de lluvia entre 40 y 70 milímetros en un lapicero de 12 horas, ¡pero pueden llegar a 100 milímetros en algunos sitios! Ni hablar de las áreas montañosas del Pacífico Central, donde también esperan aguaceros con tormenta eléctrica. Algunos cantones como Santa Cruz, Nicoya, Lepanto, Garabito, Parrita, Osa y Golfito, están bajo especial vigilancia por el riesgo de inundaciones. ¡Menos mal que el IMN nos está manteniendo informados!
Pero atención, que no es solo el Pacífico el que tiene que cuidarse. En la Zona Norte, aunque no esperen lluvias torrenciales, sí podría haber algunos chubascos aislados en la tarde. En la Zona Atlántica, las montañas y sus alrededores podrían recibir aguaceros fuertes por la tarde y noche, acompañados de tormenta eléctrica. Y en el Valle Central, tendremos que lidiar con aguaceros, tormentas e incluso bancos de niebla por la noche. Vaya, que no hay escapatoria. ¡A todos nos toca remojar!
Lo más peligroso de todo, señores, es que el suelo ya está empapado, y eso aumenta considerablemente el riesgo de deslizamientos de tierra en las montañas del Valle Central y la zona Caribe. ¡Qué sal! Imaginen la bronca si empiezan a caer rocas y lodo encima de las casas. Por eso, el IMN insiste en tomar precauciones, especialmente en zonas propensas a inundaciones y cerca de quebradas o sistemas de alcantarillado que podrían desbordarse. Mejor prevenir que lamentar, diay.
Y hablando de prevención, recuerden que en caso de tormenta eléctrica, lo mejor es buscar refugio adentro de casa, evitar tocar aparatos eléctricos y mantenerse alejado de ventanas y puertas. Si tienen árboles cerca de la vivienda, revisen que estén seguros y que no puedan caer sobre sus techos. No sean descuidados, que estos fenómenos meteorológicos no perdonan. ¡Más vale estar seguro que arrepentido!
En fin, Melissa se quiere ir, pero parece que quiere despedirse a lo grande. Con toda esta lluvia, los deslizamientos y las alertas, es difícil sentirse tranquilo. Pero bueno, así es nuestra vida en Costa Rica, siempre enfrentando los elementos con valentía y optimismo... ¿Ustedes creen que después de este temporal vamos a ver un poco de sol, o Melissa nos dejará bien mojados por unos días más?