SexyAnon26
FORERO VIP
Me gustaría iniciar mis publicaciones, aparte de con fotos, con uno que otro relato erótico… ya que me gusta un poco escribir y mi chico me alienta..
A este relato le pondremos: Volviéndome una cam-girl por unas horas para mi chico.
Este relato inicia hace unos años, acabada de mudar con mi chico, luego de haber escuchado que a mi chico le prende el morbo de ver a una chica masturbarse. Aunque no suelo hacerlo mucho, si soy muy templona, y estoy siempre buscando cómo complacerlo a él. Le propuse (o me propuso, no recuerdo a ciencia cierta jajaja) que yo me masturbara frente a él.
Concordamos que era algo que queríamos hacer y una noche, mientras iniciábamos nuestro usual jugueteo previo al acto sexual, le posicioné de tal manera que pudiera verme bien y me coloqué con mis piernas abiertas, vulva viendo hacia él. Él simplemente me miró con una cara tanto de confusión como de morbo y lujuria, sus ojos no sabían si ver mis grandes pechos desnudos, mis piernas o mis labios que se encontraban expuestos y húmedos, necesitados de estimulación. Procedí a acostarme a medias (usando el codo izquierdo) mientras con mi mano derecha abría poco a poco mis labios, pasando suavemente el dedo entre ellos, rozando y acariciando mi clítoris incrementando cada vez más la velocidad.
Sus ojos, los observaba con detenimiento, se movían de arriba hacia abajo, como si estuviera tomando una foto mental, poco a poco veía como aumentaba la lujuria en su mirada, sentirme así de deseada me prende y humedece de sobremanera. Llevo mis dedos a mi boca para lamer un poco la secreción que ha estado en aumento con cada caricia y mirada de deseo.
Cerrando los ojos, continué estimulando mi clitoris de manera rítmica, aumentando poco a poco la velocidad hasta que me vi consumida por placer puro. Cada roce en mi clitoris enviaba sensaciones de electricidad por todo mi cuerpo, sentía como mis músculos se tensaban..estaba a nada, por lo que abro mis ojos para ver que mi chico tenía su verga dura y pulsante fuera y se estaba dando placer el mismo. Ver esa escena por alguna razón me llevó sobre el límite y procedí a venirme por primera vez por mi cuenta.
Mi clitoris estaba sensible y mis piernas temblaban, mientras siento que me agarran de la cadera y me acomodan de tal manera que mi espalda es la que me está sosteniendo y mi cadera está elevada (como haciendo una elevación de cadera/puente), mi cabeza sigue más allá que acá, cuando siento que la cabeza del miembro de mi chico está rozando suavemente la entrada de mi vulva. “Me excitó mucho lo que hiciste, pensé que no te masturbabas?- dijo mi chico con tono entre sorpresa y deseo. “Pues, quería ver si contigo podía encontrarle el gusto”- respondo yo entre suspiros. “Que niña tan buena” escucho eso antes de sentir como me penetraba completamente, punta rozando lo más profundo de mi vagina, suspiro y gimoteo, una queja entre dolor y placer que noto que él lo disfruta por la manera en que su miembro tiembla dentro mío, lo cual hace que instintivamente apriete mis paredes contra él. Incitando que me penetre más duro y más rápido.
Mis gemidos inundan la habitación, mientras me usa como juguete sexual, él continúa estimulando mi ya sensible clitoris, provocando varios orgasmos seguidos, luego de la noche más llena de placer y erotismo, me pregunta donde quisiera que se viniera él, a lo que lo miro y con la mirada más sensual le digo que quiero que me deje chorreando de la leche de él. No terminé de decir la oración cuando ya sentía el familiar pulsar de su miembro mientras me llenaba de su leche en lo que yo sentía era casi el útero.
Y si.. ese es un pequeño relato de cómo me masturbé frente a mi novio, teniendo 20 años y haciéndome venir yo misma por primera vez (no saben lo mojada que estoy escribiendo esto)
A este relato le pondremos: Volviéndome una cam-girl por unas horas para mi chico.
Este relato inicia hace unos años, acabada de mudar con mi chico, luego de haber escuchado que a mi chico le prende el morbo de ver a una chica masturbarse. Aunque no suelo hacerlo mucho, si soy muy templona, y estoy siempre buscando cómo complacerlo a él. Le propuse (o me propuso, no recuerdo a ciencia cierta jajaja) que yo me masturbara frente a él.
Concordamos que era algo que queríamos hacer y una noche, mientras iniciábamos nuestro usual jugueteo previo al acto sexual, le posicioné de tal manera que pudiera verme bien y me coloqué con mis piernas abiertas, vulva viendo hacia él. Él simplemente me miró con una cara tanto de confusión como de morbo y lujuria, sus ojos no sabían si ver mis grandes pechos desnudos, mis piernas o mis labios que se encontraban expuestos y húmedos, necesitados de estimulación. Procedí a acostarme a medias (usando el codo izquierdo) mientras con mi mano derecha abría poco a poco mis labios, pasando suavemente el dedo entre ellos, rozando y acariciando mi clítoris incrementando cada vez más la velocidad.
Sus ojos, los observaba con detenimiento, se movían de arriba hacia abajo, como si estuviera tomando una foto mental, poco a poco veía como aumentaba la lujuria en su mirada, sentirme así de deseada me prende y humedece de sobremanera. Llevo mis dedos a mi boca para lamer un poco la secreción que ha estado en aumento con cada caricia y mirada de deseo.
Cerrando los ojos, continué estimulando mi clitoris de manera rítmica, aumentando poco a poco la velocidad hasta que me vi consumida por placer puro. Cada roce en mi clitoris enviaba sensaciones de electricidad por todo mi cuerpo, sentía como mis músculos se tensaban..estaba a nada, por lo que abro mis ojos para ver que mi chico tenía su verga dura y pulsante fuera y se estaba dando placer el mismo. Ver esa escena por alguna razón me llevó sobre el límite y procedí a venirme por primera vez por mi cuenta.
Mi clitoris estaba sensible y mis piernas temblaban, mientras siento que me agarran de la cadera y me acomodan de tal manera que mi espalda es la que me está sosteniendo y mi cadera está elevada (como haciendo una elevación de cadera/puente), mi cabeza sigue más allá que acá, cuando siento que la cabeza del miembro de mi chico está rozando suavemente la entrada de mi vulva. “Me excitó mucho lo que hiciste, pensé que no te masturbabas?- dijo mi chico con tono entre sorpresa y deseo. “Pues, quería ver si contigo podía encontrarle el gusto”- respondo yo entre suspiros. “Que niña tan buena” escucho eso antes de sentir como me penetraba completamente, punta rozando lo más profundo de mi vagina, suspiro y gimoteo, una queja entre dolor y placer que noto que él lo disfruta por la manera en que su miembro tiembla dentro mío, lo cual hace que instintivamente apriete mis paredes contra él. Incitando que me penetre más duro y más rápido.
Mis gemidos inundan la habitación, mientras me usa como juguete sexual, él continúa estimulando mi ya sensible clitoris, provocando varios orgasmos seguidos, luego de la noche más llena de placer y erotismo, me pregunta donde quisiera que se viniera él, a lo que lo miro y con la mirada más sensual le digo que quiero que me deje chorreando de la leche de él. No terminé de decir la oración cuando ya sentía el familiar pulsar de su miembro mientras me llenaba de su leche en lo que yo sentía era casi el útero.
Y si.. ese es un pequeño relato de cómo me masturbé frente a mi novio, teniendo 20 años y haciéndome venir yo misma por primera vez (no saben lo mojada que estoy escribiendo esto)