Yo por menos siempre he renunciado, cuando estaba joven, todavía con menos de 30 vivia con mis tatas y cuando ya el brete era demasiada la mierda simple y sencillamente renunciaba, sin preaviso ni nada, llevaba la carta y una copia para que me la firmaran y me largaba, ni siquiera breteaba ese día. Luego me ponía a pensar en que iba a hacer, pero ya con una hijueputa paz jajaja, es quitarse una tonelada de encima, si tiene donde vivir por un tiempo, digamos sus papas, no lo piense más, renuncie.