¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde entre la diputada Gloria Navas y el Presidente Rodrigo Chaves. Resulta que el Presidente se fue de lanza hace poquito, allá por la Plaza Mayor de Cartago, anunciando con bombazos la construcción del nuevo Hospital Max Peralta. Pero la diputada Navas, que siempre está atenta, no tardó en soltarle la sopa y ponerlo en cintura.
Todo esto viene de atrás, ¿sabé? Desde que se empezó a hablar del hospital, ha sido un tira y afloja. Primero, ni Chaves, ni la propia Pilar Cisneros, ni siquiera Marta Esquivel (la exprimera de la CCSS, anda metida en líos gordísimos con el caso Barrenador) querían que pusieran el hospital ahí donde se va a construir, en El Guarco. Dijeron mil cosas, que era caro, que no servía, pero al final, la Contraloría, después de darle vueltas, dio luz verde para que se construya el hospital.
Y ahí fue cuando salió la diputada Navas con los cañonazos. Según ella, el Presidente “se echó las flores” de la construcción del hospital, como si él hubiera hecho todo el trabajo solo. ¡Qué gallito! Ella dice que, en realidad, él fue quien frenó todo el proceso y complicó la vida a todos los que estaban tratando de hacer las cosas bien. ¡Imagínate! Quién se creyó que estaba haciendo el favor, y al final, sale a presumirse como el salvador de Cartago.
Ahora, mirá qué pasa: El Guardo resultó ser la opción viable, aunque hubo mucha polémica alrededor de eso. Muchos se preguntaban si era lo correcto, si había otros lugares mejores. Al final, la Contraloría dijo que sí, que el lugar cumplía con todas las condiciones técnicas y ambientales necesarias. Una decisión importante, porque significaba avanzar con el proyecto que tanto necesita la provincia de Cartago. El hospital, recuerden, va a traer atención médica especializada a un sector de la población que históricamente ha tenido que viajar largas distancias para recibir tratamiento adecuado.
Pero la diputada Navas no se quedó callada. Ella puso el dedo en la llaga y acusó al Presidente de estar buscando reconocimiento personal a costa del esfuerzo de muchas personas. Según ella, el Presidente aprovechó el momento para hacerse ver como el héroe, cuando en realidad, él mismo contribuyó a retrasar la construcción del hospital. ¡Un buen descargo, dicen algunos! Aunque también hay quienes opinan que la diputada Navas solo busca llamar la atención.
Es curioso cómo estas situaciones terminan sacudiendo la política nacional. Un simple anuncio de un hospital se convierte en un escándalo político, con acusaciones cruzadas y dimes y diretes. Y mientras tanto, la gente, la que realmente importa, sigue esperando que se construya el hospital para poder tener acceso a servicios médicos decentes. Uno se pregunta, ¿cuándo vamos a dejar de lado las disputas políticas y empezar a trabajar juntos por el bienestar de la población?
Este brete del hospital Max Peralta nos recuerda una vez más lo complejo que es gestionar recursos públicos en Costa Rica. Entre intereses políticos, luchas de poder y promesas incumplidas, a veces parece imposible llegar a soluciones que beneficien a todos. Y claro, entre tanto revuelo, la ciudadanía queda observando, pensando si alguna vez vamos a salir adelante con estos proyectos tan necesarios.
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que la diputada Navas tiene razón al criticar al Presidente, o simplemente está buscando protagonismo? ¿Cómo creen que podemos mejorar la gestión de los hospitales en Costa Rica para evitar estos problemas en el futuro?
Todo esto viene de atrás, ¿sabé? Desde que se empezó a hablar del hospital, ha sido un tira y afloja. Primero, ni Chaves, ni la propia Pilar Cisneros, ni siquiera Marta Esquivel (la exprimera de la CCSS, anda metida en líos gordísimos con el caso Barrenador) querían que pusieran el hospital ahí donde se va a construir, en El Guarco. Dijeron mil cosas, que era caro, que no servía, pero al final, la Contraloría, después de darle vueltas, dio luz verde para que se construya el hospital.
Y ahí fue cuando salió la diputada Navas con los cañonazos. Según ella, el Presidente “se echó las flores” de la construcción del hospital, como si él hubiera hecho todo el trabajo solo. ¡Qué gallito! Ella dice que, en realidad, él fue quien frenó todo el proceso y complicó la vida a todos los que estaban tratando de hacer las cosas bien. ¡Imagínate! Quién se creyó que estaba haciendo el favor, y al final, sale a presumirse como el salvador de Cartago.
Ahora, mirá qué pasa: El Guardo resultó ser la opción viable, aunque hubo mucha polémica alrededor de eso. Muchos se preguntaban si era lo correcto, si había otros lugares mejores. Al final, la Contraloría dijo que sí, que el lugar cumplía con todas las condiciones técnicas y ambientales necesarias. Una decisión importante, porque significaba avanzar con el proyecto que tanto necesita la provincia de Cartago. El hospital, recuerden, va a traer atención médica especializada a un sector de la población que históricamente ha tenido que viajar largas distancias para recibir tratamiento adecuado.
Pero la diputada Navas no se quedó callada. Ella puso el dedo en la llaga y acusó al Presidente de estar buscando reconocimiento personal a costa del esfuerzo de muchas personas. Según ella, el Presidente aprovechó el momento para hacerse ver como el héroe, cuando en realidad, él mismo contribuyó a retrasar la construcción del hospital. ¡Un buen descargo, dicen algunos! Aunque también hay quienes opinan que la diputada Navas solo busca llamar la atención.
Es curioso cómo estas situaciones terminan sacudiendo la política nacional. Un simple anuncio de un hospital se convierte en un escándalo político, con acusaciones cruzadas y dimes y diretes. Y mientras tanto, la gente, la que realmente importa, sigue esperando que se construya el hospital para poder tener acceso a servicios médicos decentes. Uno se pregunta, ¿cuándo vamos a dejar de lado las disputas políticas y empezar a trabajar juntos por el bienestar de la población?
Este brete del hospital Max Peralta nos recuerda una vez más lo complejo que es gestionar recursos públicos en Costa Rica. Entre intereses políticos, luchas de poder y promesas incumplidas, a veces parece imposible llegar a soluciones que beneficien a todos. Y claro, entre tanto revuelo, la ciudadanía queda observando, pensando si alguna vez vamos a salir adelante con estos proyectos tan necesarios.
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que la diputada Navas tiene razón al criticar al Presidente, o simplemente está buscando protagonismo? ¿Cómo creen que podemos mejorar la gestión de los hospitales en Costa Rica para evitar estos problemas en el futuro?