Gente, ¿cómo va todo? Hoy les traigo una de esas noticias que, para variar, no son para jalarse el pelo. Más bien todo lo contrario. Entre tanto hueco, presa y queja de que nada sirve, diay, a uno se le olvida que a veces el brete sí se hace, y se hace bien. Resulta que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) se puso las pilas y está levantando 21 puentes en un montón de cantones rurales que de verdad los necesitaban como el aire. ¡Qué nivel de noticia para empezar el día!
Y no estamos hablando de puentes para que el tráfico en la Gral. Cañas fluya un 2% más rápido, ¿verdad? Estamos hablando de la verdadera Costa Rica, la de a pie, la que produce. Mae, piensen por un segundo en la gente de Acosta, Pérez Zeledón, Sarapiquí o Upala. Zonas donde un río crecido no es un meme de WhatsApp, es la diferencia entre que un güila llegue a la escuela o se quede en la casa, o que un agricultor pierda toda la cosecha porque simplemente no la puede sacar para vender. Para más de 64 mil personas, este brete es un salvavidas, literalmente. Se acabaron las pasarelas improvisadas o cruzar el río con el Jesús en la boca.
Ahora, la pregunta del millón: ¿y la plata? Porque aquí nada es gratis, y menos un puente bien hecho. La inversión total de esta vara es de más de ₡12 mil millones de colones. ¡Doce mil melones! Una parte grande de esa harina viene de un empréstito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otra sale del propio Fondo Nacional de Emergencia. Para que vean que cuando se quiere, la plata aparece y se invierte en varas que de verdad importan. No es cualquier chunche de puente, la idea es que sean estructuras resilientes, pensadas para aguantar los baldazos que sabemos que se vienen cada invierno.
Lo más tuanis de todo esto es que no es un plan a futuro o una promesa de campaña que se pierde en el aire. El brete ya se está viendo en la calle. La misma CNE dice que este año ya entregaron más de 20 puentes en las siete provincias. ¡Veinte! Y con estos 21 que están en proceso, la meta es cerrar el 2025 con más de 41 estructuras nuevas o reconstruidas. Mae, ¡qué carga el trabajo que se están mandando! Esto sí es planificación y ejecución. Dejar las cosas "a cachete" para miles de familias que por años se sintieron olvidadas por el gobierno de turno.
En fin, gente. Quería compartirles esto porque entre tanta noticia que nos agüeva, ver que se están haciendo proyectos de este calibre, que impactan directamente a la gente que más lo necesita, es un respiro enorme. Es la prueba de que no todo está perdido y que, cuando las instituciones funcionan como deben, el país avanza. Ojalá este fuera el pan de cada día. Pero bueno, no me hagan mucho caso a mí... ¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que este tipo de inversión en conectividad rural es la que más necesita el país o hay otras prioridades más urgentes? ¡Los leo!
Y no estamos hablando de puentes para que el tráfico en la Gral. Cañas fluya un 2% más rápido, ¿verdad? Estamos hablando de la verdadera Costa Rica, la de a pie, la que produce. Mae, piensen por un segundo en la gente de Acosta, Pérez Zeledón, Sarapiquí o Upala. Zonas donde un río crecido no es un meme de WhatsApp, es la diferencia entre que un güila llegue a la escuela o se quede en la casa, o que un agricultor pierda toda la cosecha porque simplemente no la puede sacar para vender. Para más de 64 mil personas, este brete es un salvavidas, literalmente. Se acabaron las pasarelas improvisadas o cruzar el río con el Jesús en la boca.
Ahora, la pregunta del millón: ¿y la plata? Porque aquí nada es gratis, y menos un puente bien hecho. La inversión total de esta vara es de más de ₡12 mil millones de colones. ¡Doce mil melones! Una parte grande de esa harina viene de un empréstito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otra sale del propio Fondo Nacional de Emergencia. Para que vean que cuando se quiere, la plata aparece y se invierte en varas que de verdad importan. No es cualquier chunche de puente, la idea es que sean estructuras resilientes, pensadas para aguantar los baldazos que sabemos que se vienen cada invierno.
Lo más tuanis de todo esto es que no es un plan a futuro o una promesa de campaña que se pierde en el aire. El brete ya se está viendo en la calle. La misma CNE dice que este año ya entregaron más de 20 puentes en las siete provincias. ¡Veinte! Y con estos 21 que están en proceso, la meta es cerrar el 2025 con más de 41 estructuras nuevas o reconstruidas. Mae, ¡qué carga el trabajo que se están mandando! Esto sí es planificación y ejecución. Dejar las cosas "a cachete" para miles de familias que por años se sintieron olvidadas por el gobierno de turno.
En fin, gente. Quería compartirles esto porque entre tanta noticia que nos agüeva, ver que se están haciendo proyectos de este calibre, que impactan directamente a la gente que más lo necesita, es un respiro enorme. Es la prueba de que no todo está perdido y que, cuando las instituciones funcionan como deben, el país avanza. Ojalá este fuera el pan de cada día. Pero bueno, no me hagan mucho caso a mí... ¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que este tipo de inversión en conectividad rural es la que más necesita el país o hay otras prioridades más urgentes? ¡Los leo!
