¡Aguántense!, porque tenemos buenas y malas noticias. Según Mastercard, Costa Rica se lleva la corona como el destino más codiciado de Centroamérica para los turistas. No es broma, acá dejamos los billetes, pues cada turista que nos visita deja en promedio unos jugosos $2,062, superando a Colombia, El Salvador, Guatemala… ¡de calle! Parece que el ‘pura vida’ les cala hondo a los extranjeros y están dispuestos a soltar la cartera por la experiencia.
Estos datos, presentados con motivo del Día Mundial del Turismo, no cayeron del cielo. Se basan en estudios del Banco Central (BCCR) y del ICT, combinados con el poder analítico de Mastercard. La duración promedio de la estadía de un turista acá es de 12.2 días, lo cual, según Mastercard, refleja nuestro compromiso con un turismo sostenible y de alta calidad. Imaginen el brete que le da esto a la economía nacional, ¿no?
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. Mientras que seguimos siendo líderes en gasto promedio por turista – ¡qué carga!, nos va muy bien ahí–, la realidad es que entre enero y junio de este año, la actividad turística sufrió un ligero frenazo. Menos turistas y, consecuentemente, menos divisas entrando al país. Estamos hablando de unos $70.6 millones menos en comparación con el primer semestre del año pasado. ¡Uy!
La caída se nota en las cifras: en el 2024, el ingreso generado por turismo en esos seis meses alcanzó los $3.157,8 millones; mientras que este año apenas sumamos $3.087,2 millones. Un -2.2% que, aunque parezca poco, representa un duro golpe para un sector tan vital como el nuestro. Algunos se preguntarán qué pasó, si estábamos listos para el boom postpandemia…
Una explicación podría estar en factores externos, como la inflación global o cambios en las preferencias de viaje. También es posible que la competencia esté apretando, con otros destinos ofreciendo opciones más económicas o atractivas. Lo cierto es que debemos analizar a fondo las causas para evitar que esta tendencia se agrave y sigamos perdiendo terreno frente a nuestros competidores. El ICT seguramente tendrá sus propias investigaciones, pero siempre toca poner lupa, diay.
En medio de este panorama mixto, hay luces brillantes. Parece que los turistas están apostando fuerte por las tarjetas de crédito y débito: el 75% de los pagos turísticos se realizan así. Esto demuestra que Costa Rica cuenta con una infraestructura bancaria sólida y moderna, adaptada a las necesidades de los visitantes internacionales. Además, el gasto turístico ha aumentado un 14% en comparación con el período anterior. Un dato importante que, aunque no compensa totalmente la reciente baja, sí indica que el sector sigue creciendo a largo plazo.
Kattia Montero, la jefa de Mastercard aquí en Costa Rica, comentó que “la evolución del turismo en Costa Rica abre el camino para seguir innovando en soluciones de pago que acompañen su desarrollo sostenible”. Ojo, que eso suena a que van a querer sacarnos más plata con comisiones nuevas, jeje. Pero bromeando aparte, la adaptación tecnológica es clave para seguir atrayendo turistas y optimizando los ingresos. Adaptarnos o morimos, chunches. Tenemos que estar atentos a las últimas tendencias y ofrecer experiencias únicas y memorables a quienes nos visitan.
Ahora, dejando atrás los números y estadísticas, me gustaría saber su opinión: ¿creen que la leve disminución en el turismo es pasajera o deberíamos empezar a preocuparnos seriamente? ¿Qué medidas tomarían ustedes para impulsar aún más el turismo en Costa Rica y asegurar que sigamos siendo la joya de Centroamérica? ¡Déjenme sus comentarios abajo y a ver qué sale de este brete!
Estos datos, presentados con motivo del Día Mundial del Turismo, no cayeron del cielo. Se basan en estudios del Banco Central (BCCR) y del ICT, combinados con el poder analítico de Mastercard. La duración promedio de la estadía de un turista acá es de 12.2 días, lo cual, según Mastercard, refleja nuestro compromiso con un turismo sostenible y de alta calidad. Imaginen el brete que le da esto a la economía nacional, ¿no?
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. Mientras que seguimos siendo líderes en gasto promedio por turista – ¡qué carga!, nos va muy bien ahí–, la realidad es que entre enero y junio de este año, la actividad turística sufrió un ligero frenazo. Menos turistas y, consecuentemente, menos divisas entrando al país. Estamos hablando de unos $70.6 millones menos en comparación con el primer semestre del año pasado. ¡Uy!
La caída se nota en las cifras: en el 2024, el ingreso generado por turismo en esos seis meses alcanzó los $3.157,8 millones; mientras que este año apenas sumamos $3.087,2 millones. Un -2.2% que, aunque parezca poco, representa un duro golpe para un sector tan vital como el nuestro. Algunos se preguntarán qué pasó, si estábamos listos para el boom postpandemia…
Una explicación podría estar en factores externos, como la inflación global o cambios en las preferencias de viaje. También es posible que la competencia esté apretando, con otros destinos ofreciendo opciones más económicas o atractivas. Lo cierto es que debemos analizar a fondo las causas para evitar que esta tendencia se agrave y sigamos perdiendo terreno frente a nuestros competidores. El ICT seguramente tendrá sus propias investigaciones, pero siempre toca poner lupa, diay.
En medio de este panorama mixto, hay luces brillantes. Parece que los turistas están apostando fuerte por las tarjetas de crédito y débito: el 75% de los pagos turísticos se realizan así. Esto demuestra que Costa Rica cuenta con una infraestructura bancaria sólida y moderna, adaptada a las necesidades de los visitantes internacionales. Además, el gasto turístico ha aumentado un 14% en comparación con el período anterior. Un dato importante que, aunque no compensa totalmente la reciente baja, sí indica que el sector sigue creciendo a largo plazo.
Kattia Montero, la jefa de Mastercard aquí en Costa Rica, comentó que “la evolución del turismo en Costa Rica abre el camino para seguir innovando en soluciones de pago que acompañen su desarrollo sostenible”. Ojo, que eso suena a que van a querer sacarnos más plata con comisiones nuevas, jeje. Pero bromeando aparte, la adaptación tecnológica es clave para seguir atrayendo turistas y optimizando los ingresos. Adaptarnos o morimos, chunches. Tenemos que estar atentos a las últimas tendencias y ofrecer experiencias únicas y memorables a quienes nos visitan.
Ahora, dejando atrás los números y estadísticas, me gustaría saber su opinión: ¿creen que la leve disminución en el turismo es pasajera o deberíamos empezar a preocuparnos seriamente? ¿Qué medidas tomarían ustedes para impulsar aún más el turismo en Costa Rica y asegurar que sigamos siendo la joya de Centroamérica? ¡Déjenme sus comentarios abajo y a ver qué sale de este brete!