¡Ay, Dios mío! Esto sí que fue un brete pesado en Sarapiquí. Dos obreros tuvieron un golpe tremendo en la planta hidroeléctrica de Cariblanco, y la cosa quedó más salada de lo que imaginamos. Parece que la limpieza rutinaria de una tubería terminó en un susto mayúsculo que dejó a uno de ellos luchando por su vida.
Según nos cuentan los compañeros de Extra, los hechos ocurrieron alrededor de las once de la mañana de este viernes. Resulta que uno de los trabajadores, identificado como Juan Pérez de 42 años, resbaló en medio del lavado y, ¡qué torta!, arrastró consigo a su compañero, Kevin Rodríguez, de tan solo 19 primaveras. Ambos cayeron unos seis metros, rodaron por unas gradas y ahí empezó el jaleo.
Lo complicado del asunto es que la zona donde trabajan estos señores no es precisamente fácil de acceder. Imagínate, una pendiente de 150 metros, entre árboles y rocas... Ahí entendiste por qué la Benemérita y los bomberos tuvieron que ponerse creativos para llegar hasta ellos. Movilizaron vehículos de primera intervención, ambulancias y contaron con el apoyo de la gente del ICE y los mismos compañeros de trabajo, que hicieron cuanto pudieron para ayudar.
La respuesta fue rápida, pero la extracción, lenta y complicada. Los equipos de rescate trabajaron contrarreloj para bajar a los heridos en condiciones extremas. Según informaron desde la Cruz Roja, “para este incidente, la Benemérita movilizó un vehículo de primera intervención y dos ambulancias. Con el apoyo de la brigada del Instituto Costarricense de Electricidad, el Cuerpo de Bomberos y compañeros que se encontraban laborando en el sitio, se logró el acceso a los pacientes en una zona de alta complejidad”. Un esfuerzo digno de aplaudir, la verdad.
Después de arduas maniobras, ambos hombres fueron trasladados a la clínica de Aguas Zarcas. Pero la cosa no pinta muy bien para Don Juan; llegó en estado crítico, requiriendo atención médica urgente. Su compañero, Kevin, aunque en condición amarilla, también necesita cuidados intensivos. Esperemos que se recuperen pronto y puedan volver a estar tranquilos en casa con sus familias.
Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia crucial de cumplir con todas las medidas de seguridad en el lugar de trabajo. Es fundamental que las empresas, especialmente aquellas que operan en zonas remotas y de difícil acceso, inviertan en protocolos de seguridad adecuados y aseguren que todos los trabajadores estén capacitados y equipados para enfrentar cualquier eventualidad. No puede ser que un simple lavado de tuberías termine en una tragedia así, ¡qué desastre!
Además, este caso levanta interrogantes sobre las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados. ¿Están recibiendo la capacitación necesaria? ¿Se les proporciona el equipo de protección adecuado? ¿Existen mecanismos efectivos para denunciar riesgos laborales sin temor a represalias? Estas preguntas deberían ser respondidas urgentemente por las autoridades competentes, porque esto no puede seguir pasando. El mae trabajador merece respeto y condiciones seguras para ganarse el pan de todos los días.
En fin, una situación lamentable que nos obliga a reflexionar sobre la seguridad laboral en Costa Rica. Este accidente pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la supervisión y garantizar el cumplimiento de las normas de prevención de riesgos laborales. ¿Ustedes creen que las inspecciones laborales en sitios como plantas hidroeléctricas son suficientes para evitar estas tragedias, o debería haber una mayor regulación y control?
Según nos cuentan los compañeros de Extra, los hechos ocurrieron alrededor de las once de la mañana de este viernes. Resulta que uno de los trabajadores, identificado como Juan Pérez de 42 años, resbaló en medio del lavado y, ¡qué torta!, arrastró consigo a su compañero, Kevin Rodríguez, de tan solo 19 primaveras. Ambos cayeron unos seis metros, rodaron por unas gradas y ahí empezó el jaleo.
Lo complicado del asunto es que la zona donde trabajan estos señores no es precisamente fácil de acceder. Imagínate, una pendiente de 150 metros, entre árboles y rocas... Ahí entendiste por qué la Benemérita y los bomberos tuvieron que ponerse creativos para llegar hasta ellos. Movilizaron vehículos de primera intervención, ambulancias y contaron con el apoyo de la gente del ICE y los mismos compañeros de trabajo, que hicieron cuanto pudieron para ayudar.
La respuesta fue rápida, pero la extracción, lenta y complicada. Los equipos de rescate trabajaron contrarreloj para bajar a los heridos en condiciones extremas. Según informaron desde la Cruz Roja, “para este incidente, la Benemérita movilizó un vehículo de primera intervención y dos ambulancias. Con el apoyo de la brigada del Instituto Costarricense de Electricidad, el Cuerpo de Bomberos y compañeros que se encontraban laborando en el sitio, se logró el acceso a los pacientes en una zona de alta complejidad”. Un esfuerzo digno de aplaudir, la verdad.
Después de arduas maniobras, ambos hombres fueron trasladados a la clínica de Aguas Zarcas. Pero la cosa no pinta muy bien para Don Juan; llegó en estado crítico, requiriendo atención médica urgente. Su compañero, Kevin, aunque en condición amarilla, también necesita cuidados intensivos. Esperemos que se recuperen pronto y puedan volver a estar tranquilos en casa con sus familias.
Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia crucial de cumplir con todas las medidas de seguridad en el lugar de trabajo. Es fundamental que las empresas, especialmente aquellas que operan en zonas remotas y de difícil acceso, inviertan en protocolos de seguridad adecuados y aseguren que todos los trabajadores estén capacitados y equipados para enfrentar cualquier eventualidad. No puede ser que un simple lavado de tuberías termine en una tragedia así, ¡qué desastre!
Además, este caso levanta interrogantes sobre las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados. ¿Están recibiendo la capacitación necesaria? ¿Se les proporciona el equipo de protección adecuado? ¿Existen mecanismos efectivos para denunciar riesgos laborales sin temor a represalias? Estas preguntas deberían ser respondidas urgentemente por las autoridades competentes, porque esto no puede seguir pasando. El mae trabajador merece respeto y condiciones seguras para ganarse el pan de todos los días.
En fin, una situación lamentable que nos obliga a reflexionar sobre la seguridad laboral en Costa Rica. Este accidente pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la supervisión y garantizar el cumplimiento de las normas de prevención de riesgos laborales. ¿Ustedes creen que las inspecciones laborales en sitios como plantas hidroeléctricas son suficientes para evitar estas tragedias, o debería haber una mayor regulación y control?
