¡Ay, Dios mío! Este caso del robo en el Palí de Hone Creek ha dado qué agarrar, pura polémica y pena ajena. Un atraco a cuentas propias, con casi 50 palazos leídos, pero lo peor es cómo trataron al pobre tipo que tiene autismo. Parece que el hartazgo generalizado nos nubla la razón y olvidamos que hay gente vulnerable entre nosotros.
Todo empezó el 19 de abril, cuando unos delincuentes armados entraron al supermercado como si fueran dueños de la casa. Amarraron a todos los empleados, usaron dinamita para romper la caja fuerte... ¡qué desenfreno! Pero lo que realmente sacudió a diestra y siniestra es la saña con la que maltrataron al muchacho con TEA. Una testigo contó que lo golpearon, lo patearon, ¡hasta lo ‘majaron’! Una barbaridad, vamos.
Y claro, ahí viene el asunto que esto no es solo un robo más. Los estudios dicen que las personas con TEA tienen mucha sensibilidad, tanto física como emocional. Imagínate recibir esos golpes estando ya en una situación así… ¡Una torta! Las secuelas pueden durar años: ansiedad, ataques de pánico, dificultad pa’ hablar del tema. Que alguien piense en eso, porfa.
Pero la cosa se pone aún más turbia. Resulta que la jueza determinó que la agresión fue “cruel”, más allá de lo necesario pa’ robar. ¡Imagínate! Esto demuestra una falta de respeto total hacia la dignidad humana, como bien dice el documento judicial. No importa cuánto dinero te vayas a llevar, nadie merece ese trato. Ni mucho menos una persona con una condición especial.
Hasta ahora, han capturado a varios implicados: Alvarado Centeno, Carmona Montero y Mora Sánchez, presos preventivamente hasta marzo del año que entra. Ahí sí que esperemos que les caiga todo el peso de la ley. Pero la trama no termina ahí. La gerente regional de Walmart, Mónica Granados, y el exadministrador del Palí, Gary Meléndez, andan más tranquilos aunque con candados: domicilio fijo, firma semanal y prohibición de acercarse a los testigos. ¡Qué brete!
Se investiga si estos dos estaban cómplices del robo, planeándolo junto con miembros de la Banda del Acetileno. Dicen que llevaban meses vigilando el lugar, usando vídeos de seguridad pa’ estudiar los movimientos. Esta banda parece que anda con maña, porque planean seguir golpeando otros supermercados con el mismo método. ¡Qué sal! Ojalá la policía esté alerta y les frene antes de que hagan más daño.
Y acá viene lo curioso, los videos de seguridad muestran a “Riel”, “Bubu” y Dylan Barrantes involucrados, todos conectados directamente con la gerente regional. Parece que la ambición puede cegarnos a cualquiera, ¡hasta a quienes deberían estar protegiendo a sus empleados! Veremos cómo sigue avanzando esta investigación; espero que saquen a relucir toda la verdad, sin dejar piedra sobre piedra. Que se vea quién estaba detrás de todo este lío y que paguen por sus fechorías.
En fin, este caso nos deja varias preguntas abiertas. ¿Cómo llegamos a un punto donde la codicia nos lleva a tratar a las personas con tanta crueldad? ¿Deberíamos exigir leyes más estrictas para proteger a las personas con discapacidad? ¿Es suficiente con la justicia ordinaria para reparar el daño causado al trabajador con TEA y a su familia? ¡Diganme sus opiniones, muchachos! Este tema amerita toda nuestra atención y reflexión.
Todo empezó el 19 de abril, cuando unos delincuentes armados entraron al supermercado como si fueran dueños de la casa. Amarraron a todos los empleados, usaron dinamita para romper la caja fuerte... ¡qué desenfreno! Pero lo que realmente sacudió a diestra y siniestra es la saña con la que maltrataron al muchacho con TEA. Una testigo contó que lo golpearon, lo patearon, ¡hasta lo ‘majaron’! Una barbaridad, vamos.
Y claro, ahí viene el asunto que esto no es solo un robo más. Los estudios dicen que las personas con TEA tienen mucha sensibilidad, tanto física como emocional. Imagínate recibir esos golpes estando ya en una situación así… ¡Una torta! Las secuelas pueden durar años: ansiedad, ataques de pánico, dificultad pa’ hablar del tema. Que alguien piense en eso, porfa.
Pero la cosa se pone aún más turbia. Resulta que la jueza determinó que la agresión fue “cruel”, más allá de lo necesario pa’ robar. ¡Imagínate! Esto demuestra una falta de respeto total hacia la dignidad humana, como bien dice el documento judicial. No importa cuánto dinero te vayas a llevar, nadie merece ese trato. Ni mucho menos una persona con una condición especial.
Hasta ahora, han capturado a varios implicados: Alvarado Centeno, Carmona Montero y Mora Sánchez, presos preventivamente hasta marzo del año que entra. Ahí sí que esperemos que les caiga todo el peso de la ley. Pero la trama no termina ahí. La gerente regional de Walmart, Mónica Granados, y el exadministrador del Palí, Gary Meléndez, andan más tranquilos aunque con candados: domicilio fijo, firma semanal y prohibición de acercarse a los testigos. ¡Qué brete!
Se investiga si estos dos estaban cómplices del robo, planeándolo junto con miembros de la Banda del Acetileno. Dicen que llevaban meses vigilando el lugar, usando vídeos de seguridad pa’ estudiar los movimientos. Esta banda parece que anda con maña, porque planean seguir golpeando otros supermercados con el mismo método. ¡Qué sal! Ojalá la policía esté alerta y les frene antes de que hagan más daño.
Y acá viene lo curioso, los videos de seguridad muestran a “Riel”, “Bubu” y Dylan Barrantes involucrados, todos conectados directamente con la gerente regional. Parece que la ambición puede cegarnos a cualquiera, ¡hasta a quienes deberían estar protegiendo a sus empleados! Veremos cómo sigue avanzando esta investigación; espero que saquen a relucir toda la verdad, sin dejar piedra sobre piedra. Que se vea quién estaba detrás de todo este lío y que paguen por sus fechorías.
En fin, este caso nos deja varias preguntas abiertas. ¿Cómo llegamos a un punto donde la codicia nos lleva a tratar a las personas con tanta crueldad? ¿Deberíamos exigir leyes más estrictas para proteger a las personas con discapacidad? ¿Es suficiente con la justicia ordinaria para reparar el daño causado al trabajador con TEA y a su familia? ¡Diganme sus opiniones, muchachos! Este tema amerita toda nuestra atención y reflexión.
