En una jornada histórica para el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER) y para el país, Paola Acuña Ruiz ha tomado el mando como la primera maquinista de tren desde la fundación de la institución.
Este acontecimiento marca un nuevo capítulo en la rica historia del ferrocarril en Costa Rica, donde el silbido de la locomotora ahora también lleva el eco de un logro significativo para la diversidad en el ámbito ferroviario.
Acuña Ruiz ha pasado por un arduo proceso de formación y selección para llegar a la cabina de mando. Con dedicación y perseverancia, ha demostrado que las puertas del ferrocarril están abiertas para todos aquellos que tengan la pasión y la habilidad para enfrentarse a las vías. "Me siento orgullosa de ser parte de esta institución y de poder contribuir con mi trabajo a un sistema de transporte tan esencial para nuestro país", comentó Acuña Ruiz. Sus palabras reflejan no solo su compromiso con el trabajo, sino también con el legado de un sistema que ha conectado a Costa Rica durante décadas.
El trayecto de Acuña Ruiz hasta convertirse en maquinista no fue sencillo. Tuvo que cumplir con rigurosos requisitos técnicos, desde el manejo de maquinaria pesada hasta la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia. Este tipo de preparación asegura que quienes están al mando de los trenes del INCOFER cuentan con el entrenamiento necesario para garantizar la seguridad y eficiencia del servicio. Su logro es un testimonio de que, con esfuerzo y dedicación, es posible alcanzar metas significativas en cualquier campo.
La llegada de Acuña Ruiz a este puesto también ha sido motivo de celebración dentro del INCOFER. La institución, que desde su creación en 1963 ha sido un pilar fundamental del transporte público en Costa Rica, reconoce la importancia de contar con un equipo diverso y capacitado. El presidente ejecutivo del INCOFER, Mario Arce, destacó que la designación de Acuña Ruiz es un reflejo del compromiso de la institución con la inclusión y la meritocracia, valorando el talento y la preparación por encima de cualquier otro factor.
El entusiasmo por este nombramiento se siente en cada rincón del país. Para muchos costarricenses, ver a Paola al mando de una locomotora es un recordatorio de que las oportunidades existen para todos aquellos que se esfuerzan por alcanzarlas. Y aunque este momento es motivo de celebración, también invita a reflexionar sobre el papel crucial que el INCOFER sigue jugando en la vida cotidiana del país. En una era donde el transporte sostenible es cada vez más importante, contar con profesionales altamente capacitados es fundamental para asegurar que el sistema ferroviario siga siendo una opción viable y confiable para los usuarios.
Más allá del reconocimiento y los titulares, la verdadera importancia de este momento radica en lo que representa para las futuras generaciones de conductores de trenes. Acuña Ruiz ha abierto una nueva página en la historia del INCOFER, demostrando que el talento y la capacidad no tienen fronteras. Su ejemplo inspira a muchos jóvenes a considerar carreras en sectores donde la habilidad, la dedicación y la pasión son las únicas credenciales necesarias para avanzar.
La celebración no se detiene aquí. Los colegas de Acuña Ruiz en el INCOFER han mostrado su apoyo y admiración, destacando que su presencia en la cabina es solo el comienzo de una nueva era para el ferrocarril en Costa Rica. Con este paso, la institución no solo se fortalece internamente, sino que también envía un mensaje claro de modernidad y progreso a todos sus usuarios. "Es un honor trabajar junto a Paola. Sabemos que con su liderazgo y profesionalismo, el futuro del ferrocarril en Costa Rica está en buenas manos", comentó uno de sus compañeros.
Al final del día, el hito alcanzado por Paola Acuña Ruiz no es solo una victoria personal, sino también una celebración compartida por todos aquellos que forman parte de la familia del INCOFER y por todos los costarricenses que valoran un servicio ferroviario sólido y comprometido con la excelencia. Con cada kilómetro recorrido, Paola no solo guía el tren por las vías del país, sino que también conduce un espíritu de innovación y determinación que inspira a toda una nación.
Mientras el tren sigue su camino, los costarricenses observan con orgullo y entusiasmo, sabiendo que el futuro del INCOFER es brillante y que en sus vías no hay límite para lo que se puede alcanzar. Este es solo el comienzo de una nueva etapa, y Costa Rica está lista para el viaje.
Solo los foreros registrados pueden disfrutar ver los archivos adjuntos.
Este acontecimiento marca un nuevo capítulo en la rica historia del ferrocarril en Costa Rica, donde el silbido de la locomotora ahora también lleva el eco de un logro significativo para la diversidad en el ámbito ferroviario.
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Acuña Ruiz ha pasado por un arduo proceso de formación y selección para llegar a la cabina de mando. Con dedicación y perseverancia, ha demostrado que las puertas del ferrocarril están abiertas para todos aquellos que tengan la pasión y la habilidad para enfrentarse a las vías. "Me siento orgullosa de ser parte de esta institución y de poder contribuir con mi trabajo a un sistema de transporte tan esencial para nuestro país", comentó Acuña Ruiz. Sus palabras reflejan no solo su compromiso con el trabajo, sino también con el legado de un sistema que ha conectado a Costa Rica durante décadas.
El trayecto de Acuña Ruiz hasta convertirse en maquinista no fue sencillo. Tuvo que cumplir con rigurosos requisitos técnicos, desde el manejo de maquinaria pesada hasta la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia. Este tipo de preparación asegura que quienes están al mando de los trenes del INCOFER cuentan con el entrenamiento necesario para garantizar la seguridad y eficiencia del servicio. Su logro es un testimonio de que, con esfuerzo y dedicación, es posible alcanzar metas significativas en cualquier campo.
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La llegada de Acuña Ruiz a este puesto también ha sido motivo de celebración dentro del INCOFER. La institución, que desde su creación en 1963 ha sido un pilar fundamental del transporte público en Costa Rica, reconoce la importancia de contar con un equipo diverso y capacitado. El presidente ejecutivo del INCOFER, Mario Arce, destacó que la designación de Acuña Ruiz es un reflejo del compromiso de la institución con la inclusión y la meritocracia, valorando el talento y la preparación por encima de cualquier otro factor.
El entusiasmo por este nombramiento se siente en cada rincón del país. Para muchos costarricenses, ver a Paola al mando de una locomotora es un recordatorio de que las oportunidades existen para todos aquellos que se esfuerzan por alcanzarlas. Y aunque este momento es motivo de celebración, también invita a reflexionar sobre el papel crucial que el INCOFER sigue jugando en la vida cotidiana del país. En una era donde el transporte sostenible es cada vez más importante, contar con profesionales altamente capacitados es fundamental para asegurar que el sistema ferroviario siga siendo una opción viable y confiable para los usuarios.
Más allá del reconocimiento y los titulares, la verdadera importancia de este momento radica en lo que representa para las futuras generaciones de conductores de trenes. Acuña Ruiz ha abierto una nueva página en la historia del INCOFER, demostrando que el talento y la capacidad no tienen fronteras. Su ejemplo inspira a muchos jóvenes a considerar carreras en sectores donde la habilidad, la dedicación y la pasión son las únicas credenciales necesarias para avanzar.
La celebración no se detiene aquí. Los colegas de Acuña Ruiz en el INCOFER han mostrado su apoyo y admiración, destacando que su presencia en la cabina es solo el comienzo de una nueva era para el ferrocarril en Costa Rica. Con este paso, la institución no solo se fortalece internamente, sino que también envía un mensaje claro de modernidad y progreso a todos sus usuarios. "Es un honor trabajar junto a Paola. Sabemos que con su liderazgo y profesionalismo, el futuro del ferrocarril en Costa Rica está en buenas manos", comentó uno de sus compañeros.
Al final del día, el hito alcanzado por Paola Acuña Ruiz no es solo una victoria personal, sino también una celebración compartida por todos aquellos que forman parte de la familia del INCOFER y por todos los costarricenses que valoran un servicio ferroviario sólido y comprometido con la excelencia. Con cada kilómetro recorrido, Paola no solo guía el tren por las vías del país, sino que también conduce un espíritu de innovación y determinación que inspira a toda una nación.
Mientras el tren sigue su camino, los costarricenses observan con orgullo y entusiasmo, sabiendo que el futuro del INCOFER es brillante y que en sus vías no hay límite para lo que se puede alcanzar. Este es solo el comienzo de una nueva etapa, y Costa Rica está lista para el viaje.
