¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que una celebración navideña en Parrita se convertiría en una pesadilla. La alegría de la Navidad quedó manchada por una balacera que dejó tres personas fallecidas y varias heridas, incluyendo a una niña inocente de apenas 12 años. Un hecho lamentable que ha sacudido hasta los cimientos de este cantón.
Según nos cuentan los vecinos, todo transcurría normal, una reunión familiar como tantas otras. Había música, risas, comida rica… pura vibra festiva. Pero alrededor de las nueve y media de la noche, apareció un par de maleantes encima de una moto, y ahí empezó el desmadre. Un ataque sorpresa e inesperado que cambió la historia de muchas familias en Parrita.
Las autoridades confirmaron que Navarro de 38 años, Marín de 45 y Rojas de 52 años perdieron la vida en el lugar. Una pérdida irreparable para sus seres queridos y para toda la comunidad. El OIJ ya está haciendo lo suyo, recogiendo evidencia y tratando de armar el rompecabezas para identificar y capturar a estos tipos que le quitaron la vida a nuestros paisanos, unos verdaderos matones.
Pero la tragedia no terminó ahí. Una niña de 12 años resultó herida por una bala en una pierna. Imagínense el susto de la pequeña, de estar disfrutando de la Navidad y de repente verse envuelta en semejante horror. Afortunadamente, gracias a Dios y a la rápida respuesta de los equipos médicos, la nena recibió atención inmediata y ahora se recupera en el Hospital Nacional de Niños, fuera de peligro. ¡Menos mal!
Lo que más me da pena es pensar en el dolor de las familias afectadas. Perder a alguien así, de manera tan repentina y violenta... ¡qué torta! Es difícil imaginar la magnitud de su sufrimiento. Y ni hablar de la niña, que tendrá que lidiar con las secuelas físicas y emocionales de este terrible incidente durante mucho tiempo. Esperamos que reciba todo el apoyo psicológico que necesite para superar esta experiencia traumática.
Desde la Cruz Roja nos informan que la menor fue trasladada a un centro médico en un vehículo particular. No sé ustedes, pero me parece increíble que en estas situaciones no siempre haya ambulancia disponible de inmediato. Hay que exigirle más al gobierno, porque esto no puede seguir pasando. Necesitamos más recursos para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente de los niños.
Carlos Jiménez Herrera, el director del Hospital Nacional de Niños, nos aseguró que la menor está recibiendo los mejores cuidados posibles y que su evolución es favorable. “Esta menor fue sometida a un procedimiento quirúrgico y actualmente se encuentra convaleciente, fuera de peligro en nuestro hospital,” nos comentó. Eso sí da un poquito de tranquilidad en medio de tanta tristeza y preocupación. Que se mejore pronto, chiquita.
Este caso nos obliga a reflexionar sobre la violencia que azota nuestro país. ¿Cómo podemos construir una sociedad más segura y justa para todos? ¿Qué medidas debemos tomar para proteger a nuestros niños y jóvenes de la delincuencia y la impunidad? ¿Ustedes creen que debería haber mayor presencia policial en zonas rurales como Parrita, o que necesitamos enfocarnos más en programas de prevención y rehabilitación?
Según nos cuentan los vecinos, todo transcurría normal, una reunión familiar como tantas otras. Había música, risas, comida rica… pura vibra festiva. Pero alrededor de las nueve y media de la noche, apareció un par de maleantes encima de una moto, y ahí empezó el desmadre. Un ataque sorpresa e inesperado que cambió la historia de muchas familias en Parrita.
Las autoridades confirmaron que Navarro de 38 años, Marín de 45 y Rojas de 52 años perdieron la vida en el lugar. Una pérdida irreparable para sus seres queridos y para toda la comunidad. El OIJ ya está haciendo lo suyo, recogiendo evidencia y tratando de armar el rompecabezas para identificar y capturar a estos tipos que le quitaron la vida a nuestros paisanos, unos verdaderos matones.
Pero la tragedia no terminó ahí. Una niña de 12 años resultó herida por una bala en una pierna. Imagínense el susto de la pequeña, de estar disfrutando de la Navidad y de repente verse envuelta en semejante horror. Afortunadamente, gracias a Dios y a la rápida respuesta de los equipos médicos, la nena recibió atención inmediata y ahora se recupera en el Hospital Nacional de Niños, fuera de peligro. ¡Menos mal!
Lo que más me da pena es pensar en el dolor de las familias afectadas. Perder a alguien así, de manera tan repentina y violenta... ¡qué torta! Es difícil imaginar la magnitud de su sufrimiento. Y ni hablar de la niña, que tendrá que lidiar con las secuelas físicas y emocionales de este terrible incidente durante mucho tiempo. Esperamos que reciba todo el apoyo psicológico que necesite para superar esta experiencia traumática.
Desde la Cruz Roja nos informan que la menor fue trasladada a un centro médico en un vehículo particular. No sé ustedes, pero me parece increíble que en estas situaciones no siempre haya ambulancia disponible de inmediato. Hay que exigirle más al gobierno, porque esto no puede seguir pasando. Necesitamos más recursos para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente de los niños.
Carlos Jiménez Herrera, el director del Hospital Nacional de Niños, nos aseguró que la menor está recibiendo los mejores cuidados posibles y que su evolución es favorable. “Esta menor fue sometida a un procedimiento quirúrgico y actualmente se encuentra convaleciente, fuera de peligro en nuestro hospital,” nos comentó. Eso sí da un poquito de tranquilidad en medio de tanta tristeza y preocupación. Que se mejore pronto, chiquita.
Este caso nos obliga a reflexionar sobre la violencia que azota nuestro país. ¿Cómo podemos construir una sociedad más segura y justa para todos? ¿Qué medidas debemos tomar para proteger a nuestros niños y jóvenes de la delincuencia y la impunidad? ¿Ustedes creen que debería haber mayor presencia policial en zonas rurales como Parrita, o que necesitamos enfocarnos más en programas de prevención y rehabilitación?