¡Ay, Dios mío! Qué torta nos tocó vivir este finde en Pérez Zeledón. Las lluvias del domingo fueron de película, de esas que te dejan boquiabierto viendo cómo el agua se lleva todo a su paso. Según la CNE, 29 incidentes por inundación azotaron la zona, dejando a varios vecinos con sus casas medio hundidas y encima con el susto pegado.
Y ni hablar de las comunidades de Quebradas y Morazán, que fueron las más afectadas. Se dice que el río Quebradas se salió de madre, creciendo tanto que cubrió todo a su alrededor, mientras que el sistema de alcantarillado simplemente no dio abasto. Un brete para esos barrios, vamos. El agua entró a las casas, barrió calles enteras... ¡una barbaridad!
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) anda haciendo recorridos con la luz del día, tratando de evaluar bien qué tan grave está la situación. Dicen que están atendiendo cada sitio afectado para echarle un vistazo a los daños y brindar apoyo a las familias que andan con el corazón en la boca. Parece que la cosa está fea, mae, pero al menos hay gente trabajando pa’ ayudar.
Por suerte, aunque la situación se puso crítica, solo una familia tuvo que irse a un albergue preventivamente. Imagínate el miedo de tener que dejar tu casa así nomás, sin saber cuándo vas a poder volver. Pero bueno, dicen que era mejor prevenir que lamentar, hasta que inspeccionen bien si la vivienda es segura.
Lo curioso es que la casa que se llevó el río… ¡ya estaba inhabitable! Resulta que hacía días la habían declarado peligrosa, así que nadie vivía ahí. Menos mal que no hubo heridos ni desgracias mayores, porque eso sí sería un apuro tremendo. En fin, siempre hay que aprender de estas cosas, ¿no?
Y ahora, atención a esto: la CNE mantiene la alerta verde preventiva para todo Costa Rica. Esto significa que tenemos que estar ojo avizor, porque las lluvias podrían seguir golpeando otras zonas del país. Así que, mándale un pulso al cielo y reza para que esto se calme pronto. ¡Que no nos llueva más, por favor!
Estuve pensando, y me da mucha pena por la gente de Zeledón. Ver cómo se va el fruto de tu trabajo, cómo se arruinan tus pertenencias… ¡qué sal! A ver si el gobierno se anima a invertir más en infraestructura y drenajes, para evitar que estas tragedias se repitan una y otra vez. Porque parece que cada año pasa lo mismo y seguimos igual, batallando contra el agua.
Pero dime tú, ¿crees que las autoridades están haciendo lo suficiente para mitigar los riesgos de estos fenómenos climáticos extremos? ¿Será que necesitamos cambiar nuestra forma de construir y planificar nuestras ciudades para adaptarnos mejor a estos nuevos desafíos? ¡Déjame tu opinión en los comentarios, quiero escuchar lo que piensas!
Y ni hablar de las comunidades de Quebradas y Morazán, que fueron las más afectadas. Se dice que el río Quebradas se salió de madre, creciendo tanto que cubrió todo a su alrededor, mientras que el sistema de alcantarillado simplemente no dio abasto. Un brete para esos barrios, vamos. El agua entró a las casas, barrió calles enteras... ¡una barbaridad!
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) anda haciendo recorridos con la luz del día, tratando de evaluar bien qué tan grave está la situación. Dicen que están atendiendo cada sitio afectado para echarle un vistazo a los daños y brindar apoyo a las familias que andan con el corazón en la boca. Parece que la cosa está fea, mae, pero al menos hay gente trabajando pa’ ayudar.
Por suerte, aunque la situación se puso crítica, solo una familia tuvo que irse a un albergue preventivamente. Imagínate el miedo de tener que dejar tu casa así nomás, sin saber cuándo vas a poder volver. Pero bueno, dicen que era mejor prevenir que lamentar, hasta que inspeccionen bien si la vivienda es segura.
Lo curioso es que la casa que se llevó el río… ¡ya estaba inhabitable! Resulta que hacía días la habían declarado peligrosa, así que nadie vivía ahí. Menos mal que no hubo heridos ni desgracias mayores, porque eso sí sería un apuro tremendo. En fin, siempre hay que aprender de estas cosas, ¿no?
Y ahora, atención a esto: la CNE mantiene la alerta verde preventiva para todo Costa Rica. Esto significa que tenemos que estar ojo avizor, porque las lluvias podrían seguir golpeando otras zonas del país. Así que, mándale un pulso al cielo y reza para que esto se calme pronto. ¡Que no nos llueva más, por favor!
Estuve pensando, y me da mucha pena por la gente de Zeledón. Ver cómo se va el fruto de tu trabajo, cómo se arruinan tus pertenencias… ¡qué sal! A ver si el gobierno se anima a invertir más en infraestructura y drenajes, para evitar que estas tragedias se repitan una y otra vez. Porque parece que cada año pasa lo mismo y seguimos igual, batallando contra el agua.
Pero dime tú, ¿crees que las autoridades están haciendo lo suficiente para mitigar los riesgos de estos fenómenos climáticos extremos? ¿Será que necesitamos cambiar nuestra forma de construir y planificar nuestras ciudades para adaptarnos mejor a estos nuevos desafíos? ¡Déjame tu opinión en los comentarios, quiero escuchar lo que piensas!
