Me parece excelente que la Dirección General de Migración y Extranjería ponga fin a una irregularidad inaceptable. Todo extranjero requiere de un permiso de trabajo para laborar en un país que no es el suyo. En este caso los futbolistas no se escapan y deben contar con ese permiso. También tienen responsabilidad quienes han contratado a esos foráneos para laborar ilegalmente. Muy bien por las autoridades migratorias por poner orden. Para los clubes es un aviso para terminar con esa práctica ilegal y nada ejemplarizante. Incluso debe actuarse con firmeza y deportar al que se encuentre ilegal en el país. Eso sí quien solicite el permiso y cumpla con los requisitos no debe sufrir un retraso injustificado en la obtención del permiso para laborar.