¡Ay, Dios mío, qué chimba de movida! La Sele le dio un sustito a todos con la alineación de lujo que preparó Don Miguel para el juego contra Honduras. Se veía que esto iba a estar bueno, y vaya que sí lo está. Con el pase directo al Mundial 2026 en la balanza, Herrera no dudó en cambiarle la cara al equipo, dejando a muchos con la boca abierta y otros preguntándose: '¿Pero qué hizo este mae?'
Verán, la situación está pegajosa, cholita. Costa Rica anda ahí, tercera en el grupo C con seis puntitos, mientras que Honduras y Haití se pelean la punta con ocho. Si queremos evitar el sufrimiento del repechaje – que nos salga caro eso, pues…– necesitamos ganar a como diéramos esta noche en el Nacional. Ni hablar del resultado entre Haití y Nicaragua, porque ahí la cosa se pone más interesante.
La ausencia de Alonso Martínez por lesión fue el detonante de todo este cambio radical. Pero no solo él; también quedaron fuera nombres como Alexis Gamboa, Celso Borges y Kenneth Vargas, pilares fundamentales en otras ocasiones. Parecía que Herrera estaba buscando desesperadamente romper el molde, inyectarle aire fresco a un equipo que necesitaba un empujoncito, vamos.
Y vaya que lo consiguió. En la portería, Keylor Navas, figura indiscutible; en la defensa, la muralla de siempre con Haxzel Quirós, Kendall Waston, Juan Pablo Vargas y Francisco Calvo. Pero la verdadera sorpresa llegó en el mediocampo y el ataque. Orlando Galo tomando las riendas, Álvaro Zamora regresando como flecha ofensiva, Warren Madrigal como carta de dinamismo, y Manfred Ugalde, el goleador que todos estábamos esperando ver desde el arranque. ¡Menudo chunche!
Este once titular, mis panas, es una mezcla peligrosa de experiencia y juventud. La solidez defensiva combinada con la velocidad y el olfato goleador de los nuevos talentos promete dar batalla a Honduras. Se nota que Herrera quiso enviar un mensaje claro: ‘Estamos listos para ir a muerte por ese pase al Mundial.’ Y nosotros, como aficionados, estamos ansiosos por ver cómo se desarrolla esta jugada maestra.
Ahora bien, el riesgo es evidente. Cambiar tantas piezas puede ser una torta, especialmente contra un rival que llega embalado como Honduras. Pero en este punto del camino, la prudencia ya no es opción. Herrera ha puesto todas las cartas sobre la mesa, eligiendo apostar por un planteamiento audaz y poco convencional. Que no le echen piedra, pues el tipo está haciendo lo que cree que es mejor para el país.
El ambiente en el Estadio Nacional se siente electrizante, mis queridos lectores. Un país entero conteniendo la respiración, esperando un milagro futbolístico. Las graderías estarán llenas, vibrando al ritmo de la pasión nacional, alentando a nuestros muchachos a dejarlo todo en la cancha. Es la última oportunidad, la chance de demostrar que el fútbol tico todavía tiene madera de campeón. Este brete nos une a todos, ticos de pura cepa, con el sueño mundialista latiendo en el corazón.
Con este planteamiento arriesgado, ¿creen que Herrera acertó con la alineación sorpresiva? ¿Será suficiente para asegurar el pase directo al Mundial o tendremos que sufrir las angustias del repechaje? ¡Den su opinión en el foro y digan qué les parece la estrategia del Piojo!
Verán, la situación está pegajosa, cholita. Costa Rica anda ahí, tercera en el grupo C con seis puntitos, mientras que Honduras y Haití se pelean la punta con ocho. Si queremos evitar el sufrimiento del repechaje – que nos salga caro eso, pues…– necesitamos ganar a como diéramos esta noche en el Nacional. Ni hablar del resultado entre Haití y Nicaragua, porque ahí la cosa se pone más interesante.
La ausencia de Alonso Martínez por lesión fue el detonante de todo este cambio radical. Pero no solo él; también quedaron fuera nombres como Alexis Gamboa, Celso Borges y Kenneth Vargas, pilares fundamentales en otras ocasiones. Parecía que Herrera estaba buscando desesperadamente romper el molde, inyectarle aire fresco a un equipo que necesitaba un empujoncito, vamos.
Y vaya que lo consiguió. En la portería, Keylor Navas, figura indiscutible; en la defensa, la muralla de siempre con Haxzel Quirós, Kendall Waston, Juan Pablo Vargas y Francisco Calvo. Pero la verdadera sorpresa llegó en el mediocampo y el ataque. Orlando Galo tomando las riendas, Álvaro Zamora regresando como flecha ofensiva, Warren Madrigal como carta de dinamismo, y Manfred Ugalde, el goleador que todos estábamos esperando ver desde el arranque. ¡Menudo chunche!
Este once titular, mis panas, es una mezcla peligrosa de experiencia y juventud. La solidez defensiva combinada con la velocidad y el olfato goleador de los nuevos talentos promete dar batalla a Honduras. Se nota que Herrera quiso enviar un mensaje claro: ‘Estamos listos para ir a muerte por ese pase al Mundial.’ Y nosotros, como aficionados, estamos ansiosos por ver cómo se desarrolla esta jugada maestra.
Ahora bien, el riesgo es evidente. Cambiar tantas piezas puede ser una torta, especialmente contra un rival que llega embalado como Honduras. Pero en este punto del camino, la prudencia ya no es opción. Herrera ha puesto todas las cartas sobre la mesa, eligiendo apostar por un planteamiento audaz y poco convencional. Que no le echen piedra, pues el tipo está haciendo lo que cree que es mejor para el país.
El ambiente en el Estadio Nacional se siente electrizante, mis queridos lectores. Un país entero conteniendo la respiración, esperando un milagro futbolístico. Las graderías estarán llenas, vibrando al ritmo de la pasión nacional, alentando a nuestros muchachos a dejarlo todo en la cancha. Es la última oportunidad, la chance de demostrar que el fútbol tico todavía tiene madera de campeón. Este brete nos une a todos, ticos de pura cepa, con el sueño mundialista latiendo en el corazón.
Con este planteamiento arriesgado, ¿creen que Herrera acertó con la alineación sorpresiva? ¿Será suficiente para asegurar el pase directo al Mundial o tendremos que sufrir las angustias del repechaje? ¡Den su opinión en el foro y digan qué les parece la estrategia del Piojo!
