¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con la jugada política, y parece que el PLN anda con el agua al cuello. Resulta que el candidato Álvaro Ramos, el verdiblanco, está teniendo que lidiar con unas arcas más bien raquíticas para llevarle la voz al pueblo. No es ningún secreto que las campañas electorales cuestan un ojo de la cara, pero este año la cosa se pone aún más difícil para los liberacionistas.
La bronca viene de atrás, amigos. Las cosas no han ido bien en la organización interna del partido, y eso se refleja directamente en su capacidad para conseguir fondos. La Asamblea Cantonal de San Ramón, que debía haber sido una vitrina para mostrar músculo y atraer donantes, se convirtió en un brete mayúsculo. La dirigencia de San Ramón, hartos de algunas decisiones tomadas desde arriba, se negaron a participar, lo cual afectó seriamente el ánimo de la militancia y, lo que es peor, sus bolsillos.
Ramos lo admitió este martes: el dinero simplemente no fluye como debería. Dijo que los bancos, viendo la situación interna del partido y la dificultad para renovar su dirigencia, les están poniendo las cosquillas al bolsillo. Ya no les prestan como antes, y eso ha dejado al PLN en una posición delicada. Imagínate, tener que andar regateando con el banco en plena campaña. ¡Qué panadería!
Para entender el alcance de la situación, hay que recordar cómo funciona el sistema de financiamiento político en Costa Rica. El TSE destina una partida de dinero público a los partidos políticos, conocida como deuda política, para que puedan financiar sus campañas. Ese dinero se devuelve después de las elecciones, siempre y cuando el partido haya cumplido con sus obligaciones. Pero si el PLN no logra resolver sus problemas internos y sacar adelante la asamblea de San Ramón, podrían perder esa fuente crucial de financiación. ¡Qué sal!
El Banco Central de Costa Rica (BCT), amablemente, les ha extendido un préstamo, pero a una escala mucho menor que en campañas pasadas. Ramos explicó que el banco les dejó caer que iban a estar vigilantes de cómo les iba con San Ramón antes de soltarle más lana. Esto demuestra la incertidumbre que existe respecto al futuro financiero del PLN. Parece que hasta los bancos están apostando a ver qué onda con el asunto de San Ramón.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina –menos de siete semanas para elegir al próximo presidente–, la situación del PLN se vuelve aún más crítica. Ariel Robles del Frente Amplio, Claudia Dobles de Agenda Ciudadana e incluso Juan Carlos Hidalgo del PUSC están acechando, buscando aprovecharse de la debilidad del PLN. Según las encuestas, Ramos apenas mantiene un 8% de respaldo, un margen estrecho considerando el panorama electoral. Opol Consultores, esos listos, tienen a todos metidos en la mezcla, analizando cada movimiento.
Dobles, por ejemplo, ha logrado duplicar su apoyo recientemente, acercándose peligrosamente a Ramos en las encuestas. ¡Qué carga! La carrera hacia Casa Amarilla se ha puesto más reñida de lo esperado. Se siente la tensión en el aire, y cada partido está tratando de encontrar su nicho para conectar con el electorado. Con tantos contendientes peleando por el segundo lugar, la nebulosa se hace aún más densa; definir quién pasa a la segunda vuelta se antoja complicado.
Así que, queridos lectores, la pregunta del millón es esta: ¿Podrá Álvaro Ramos y el PLN superar esta crisis financiera y mantener viva la esperanza de llegar a la segunda vuelta, o los problemas internos del partido terminarán por sellar su destino en estas elecciones? ¡Denle su opinión en el foro y veamos qué piensa el pueblo!
La bronca viene de atrás, amigos. Las cosas no han ido bien en la organización interna del partido, y eso se refleja directamente en su capacidad para conseguir fondos. La Asamblea Cantonal de San Ramón, que debía haber sido una vitrina para mostrar músculo y atraer donantes, se convirtió en un brete mayúsculo. La dirigencia de San Ramón, hartos de algunas decisiones tomadas desde arriba, se negaron a participar, lo cual afectó seriamente el ánimo de la militancia y, lo que es peor, sus bolsillos.
Ramos lo admitió este martes: el dinero simplemente no fluye como debería. Dijo que los bancos, viendo la situación interna del partido y la dificultad para renovar su dirigencia, les están poniendo las cosquillas al bolsillo. Ya no les prestan como antes, y eso ha dejado al PLN en una posición delicada. Imagínate, tener que andar regateando con el banco en plena campaña. ¡Qué panadería!
Para entender el alcance de la situación, hay que recordar cómo funciona el sistema de financiamiento político en Costa Rica. El TSE destina una partida de dinero público a los partidos políticos, conocida como deuda política, para que puedan financiar sus campañas. Ese dinero se devuelve después de las elecciones, siempre y cuando el partido haya cumplido con sus obligaciones. Pero si el PLN no logra resolver sus problemas internos y sacar adelante la asamblea de San Ramón, podrían perder esa fuente crucial de financiación. ¡Qué sal!
El Banco Central de Costa Rica (BCT), amablemente, les ha extendido un préstamo, pero a una escala mucho menor que en campañas pasadas. Ramos explicó que el banco les dejó caer que iban a estar vigilantes de cómo les iba con San Ramón antes de soltarle más lana. Esto demuestra la incertidumbre que existe respecto al futuro financiero del PLN. Parece que hasta los bancos están apostando a ver qué onda con el asunto de San Ramón.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina –menos de siete semanas para elegir al próximo presidente–, la situación del PLN se vuelve aún más crítica. Ariel Robles del Frente Amplio, Claudia Dobles de Agenda Ciudadana e incluso Juan Carlos Hidalgo del PUSC están acechando, buscando aprovecharse de la debilidad del PLN. Según las encuestas, Ramos apenas mantiene un 8% de respaldo, un margen estrecho considerando el panorama electoral. Opol Consultores, esos listos, tienen a todos metidos en la mezcla, analizando cada movimiento.
Dobles, por ejemplo, ha logrado duplicar su apoyo recientemente, acercándose peligrosamente a Ramos en las encuestas. ¡Qué carga! La carrera hacia Casa Amarilla se ha puesto más reñida de lo esperado. Se siente la tensión en el aire, y cada partido está tratando de encontrar su nicho para conectar con el electorado. Con tantos contendientes peleando por el segundo lugar, la nebulosa se hace aún más densa; definir quién pasa a la segunda vuelta se antoja complicado.
Así que, queridos lectores, la pregunta del millón es esta: ¿Podrá Álvaro Ramos y el PLN superar esta crisis financiera y mantener viva la esperanza de llegar a la segunda vuelta, o los problemas internos del partido terminarán por sellar su destino en estas elecciones? ¡Denle su opinión en el foro y veamos qué piensa el pueblo!