¡Ay, Dios mío, qué bronca! Después de batallar más que gallina arañada, el Partido Liberación Nacional (PLN) finalmente logró sacar adelante su asamblea cantonal de San Ramón este sábado. Parece mentira después de 17 intentos fallidos, pero ahí quedó, con 55 delegados presentes, supuestamente resolviendo temas que estaban frenando el acceso a una deuda política que, digámoslo claro, necesitan pa' encender la campaña del 2026.
La verdad es que este caso ha sido un verdadero espectáculo. Meses de líos internos, acusaciones volando como mosquitos en verano, y un ambiente tenso que cortabas con un cuchillo. Pero parece que, milagros aparte, lograron calmar las aguas, aunque algunos todavía levantan la ceja. El candidato Álvaro Ramos salió a decir que fue una victoria del pueblo bueno de San Ramón, que derrotaron el miedo y las presiones. Suena lindo, pero los hechos hablan por sí solos, ¿no creen?
Ramos, siempre buscando sonar positivo, aseguró que esta asamblea representa una Liberación renovada, una que no se deja intimidar. Pero la jugada del crédito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que ya saben, anduvo dando vueltas. Según el secretario general del partido, Miguel Guillén, si no resolvían el tema de San Ramón, se iban sin el dinero. ¡Imagínate el mambo!
Y hablando de dinero, resulta que recurrieron al banco BCT para conseguir un préstamo de 3.400 millones de colones. Ramos primero lo justificó diciendo que era por la situación complicada en San Ramón, que iban muy austeros. Pero luego, ¡boom!, se retractó y dijo que no tenía nada que ver con el financiamiento político. ¡Qué cambio de discurso! Uno se queda pensando qué está pasando realmente detrás de cámaras. Al final, terminan pareciendo un circo, diay.
Ricardo Sancho, el presidente de la agrupación verdiblanca, no se quedó callado y declaró que pusieron fin a una “página grotesca” en la historia del PLN. Dijo que adversarios intentaron sabotear la asamblea y que hoy, al parecer, la esencia revolucionaria del partido triunfó. Aunque, sinceramente, uno se pregunta si realmente la revolución pasa por andar pidiendo prestado y mintiendo a la gente.
Sancho también enfatizó que ahora Liberación debe estar unido y enfocado en la victoria, poniendo énfasis en valores como el respeto y la democracia. Suena patriótico, pero después de semejante pelea interna, uno se pregunta si esa unidad es real o simplemente fachada para mostrarle al público que todo está bajo control. En fin, pura política, ¿verdad?
La verdad, toda esta movida me da escalofríos. Me recuerda a otras épocas oscuras donde el poder y el dinero corrompen hasta la médula. Ya estamos viendo cómo se manejan los partidos políticos, y la confianza de la ciudadanía disminuye a pasos agigantados. Esta deuda política, estos préstamos sospechosos… No sé ustedes, pero yo creo que necesitamos una limpieza profunda en la política nacional, ¡y rápido!
En resumen, el PLN salió ileso de San Ramón, pero con señas de batalla y una serie de contradicciones que alimentan la desconfianza ciudadana. Ahora, cuéntenme, ¿creen que Álvaro Ramos podrá recuperar la confianza del electorado con este tipo de situaciones o este escándalo ya marcó el destino del PLN en las próximas elecciones?
La verdad es que este caso ha sido un verdadero espectáculo. Meses de líos internos, acusaciones volando como mosquitos en verano, y un ambiente tenso que cortabas con un cuchillo. Pero parece que, milagros aparte, lograron calmar las aguas, aunque algunos todavía levantan la ceja. El candidato Álvaro Ramos salió a decir que fue una victoria del pueblo bueno de San Ramón, que derrotaron el miedo y las presiones. Suena lindo, pero los hechos hablan por sí solos, ¿no creen?
Ramos, siempre buscando sonar positivo, aseguró que esta asamblea representa una Liberación renovada, una que no se deja intimidar. Pero la jugada del crédito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que ya saben, anduvo dando vueltas. Según el secretario general del partido, Miguel Guillén, si no resolvían el tema de San Ramón, se iban sin el dinero. ¡Imagínate el mambo!
Y hablando de dinero, resulta que recurrieron al banco BCT para conseguir un préstamo de 3.400 millones de colones. Ramos primero lo justificó diciendo que era por la situación complicada en San Ramón, que iban muy austeros. Pero luego, ¡boom!, se retractó y dijo que no tenía nada que ver con el financiamiento político. ¡Qué cambio de discurso! Uno se queda pensando qué está pasando realmente detrás de cámaras. Al final, terminan pareciendo un circo, diay.
Ricardo Sancho, el presidente de la agrupación verdiblanca, no se quedó callado y declaró que pusieron fin a una “página grotesca” en la historia del PLN. Dijo que adversarios intentaron sabotear la asamblea y que hoy, al parecer, la esencia revolucionaria del partido triunfó. Aunque, sinceramente, uno se pregunta si realmente la revolución pasa por andar pidiendo prestado y mintiendo a la gente.
Sancho también enfatizó que ahora Liberación debe estar unido y enfocado en la victoria, poniendo énfasis en valores como el respeto y la democracia. Suena patriótico, pero después de semejante pelea interna, uno se pregunta si esa unidad es real o simplemente fachada para mostrarle al público que todo está bajo control. En fin, pura política, ¿verdad?
La verdad, toda esta movida me da escalofríos. Me recuerda a otras épocas oscuras donde el poder y el dinero corrompen hasta la médula. Ya estamos viendo cómo se manejan los partidos políticos, y la confianza de la ciudadanía disminuye a pasos agigantados. Esta deuda política, estos préstamos sospechosos… No sé ustedes, pero yo creo que necesitamos una limpieza profunda en la política nacional, ¡y rápido!
En resumen, el PLN salió ileso de San Ramón, pero con señas de batalla y una serie de contradicciones que alimentan la desconfianza ciudadana. Ahora, cuéntenme, ¿creen que Álvaro Ramos podrá recuperar la confianza del electorado con este tipo de situaciones o este escándalo ya marcó el destino del PLN en las próximas elecciones?
