¡Ay, Dios mío! Parece que la cosa está más complicada de lo que pensábamos con este tema del tráfico en el país. El ministro Efraín Zeledón, sin pelos en la lengua, reconoció que seguimos atascados como cangrejos en olla caliente, y que las soluciones rápidas –más calles, más proyectos– no son precisamente la clave para desenchapar esto.
La verdad, la situación es clara: el crecimiento constante de carros nuevos en las carreteras, sumado a una infraestructura que no da pie con bola, nos tiene a todos viviendo escenas dignas de película de terror los días lunes. Menciona que diciembre es un mes crítico, con algunas rutas llegando a durar dos horas, especialmente en la salida de Santa Ana hacia San José. ¡Imagínate eso, mae!
Zeledón fue claro: Costa Rica tiene una “red nacional frágil” que necesita urgentemente revisión. No basta con construir más autopistas; hay que fortalecer el transporte público. Él mismo dice que solucionar esto no es cuestión de arengas ni ocurrencias improvisadas, sino de trabajo serio donde el transporte público sea la piedra angular de toda estrategia. Y ahí empieza el problemón.
El ministro también sacó a relucir el tema de la piratería y el abandono de muchas rutas autobuseras. Dice que al menos 100 rutas están sin operar, dejando a gente varada en zonas sin acceso a transporte público. Imagínatelo, compa, tener que buscarse la vida para ir al trabajo o llevar a los niños a la escuela... ¡Una torta!
Y hablando de transportistas, parece que tampoco están contentos. Quejándose porque la Aresep no les actualiza las tarifas como debería. Esto crea un círculo vicioso donde los operadores formales pierden terreno y la informalidad se dispara. Vaya brete el que tenemos encima, ¿verdad?
En cuanto al ambicioso proyecto de sectorización del transporte público, bueno… digamos que no le ha ido tan chiva como esperaban. La idea era crear líneas de alimentación y nodos de conexión para descongestionar la GAM, pero hasta ahora, nada. El ministro admite que no lograron el modelo tarifario necesario con la Aresep, así que el plan sigue estancado, esperando a que alguien le dé un empujón.
El ministro Zeledón explica que, en vez de mandar a todos los carros directamente al centro de San José, debería haber nodos donde la gente pueda conectar con otros medios de transporte. Por ejemplo, que los buses de Guadalupe no entren directamente al centro, sino que lleguen a un nodo de transferencia. En teoría suena bien, pero la ejecución… ahí está el meollo del asunto. Y, pa' colmo, hace referencia a un sticker gracioso que circulaba diciendo que la solución a las presas eran más carreteras... ¡y quedaba vacío! Porque, según él, la gente compra más carros si construye más vías.
Así que, amigos del Foro, la pregunta del millón es: ¿creemos realmente que el gobierno está tomando las medidas correctas para solucionar el problema de las presas en Costa Rica? ¿O estamos condenados a seguir tragándonos el polvo durante años? Compartan sus ideas y experiencias, ¡queremos saber qué piensan!
La verdad, la situación es clara: el crecimiento constante de carros nuevos en las carreteras, sumado a una infraestructura que no da pie con bola, nos tiene a todos viviendo escenas dignas de película de terror los días lunes. Menciona que diciembre es un mes crítico, con algunas rutas llegando a durar dos horas, especialmente en la salida de Santa Ana hacia San José. ¡Imagínate eso, mae!
Zeledón fue claro: Costa Rica tiene una “red nacional frágil” que necesita urgentemente revisión. No basta con construir más autopistas; hay que fortalecer el transporte público. Él mismo dice que solucionar esto no es cuestión de arengas ni ocurrencias improvisadas, sino de trabajo serio donde el transporte público sea la piedra angular de toda estrategia. Y ahí empieza el problemón.
El ministro también sacó a relucir el tema de la piratería y el abandono de muchas rutas autobuseras. Dice que al menos 100 rutas están sin operar, dejando a gente varada en zonas sin acceso a transporte público. Imagínatelo, compa, tener que buscarse la vida para ir al trabajo o llevar a los niños a la escuela... ¡Una torta!
Y hablando de transportistas, parece que tampoco están contentos. Quejándose porque la Aresep no les actualiza las tarifas como debería. Esto crea un círculo vicioso donde los operadores formales pierden terreno y la informalidad se dispara. Vaya brete el que tenemos encima, ¿verdad?
En cuanto al ambicioso proyecto de sectorización del transporte público, bueno… digamos que no le ha ido tan chiva como esperaban. La idea era crear líneas de alimentación y nodos de conexión para descongestionar la GAM, pero hasta ahora, nada. El ministro admite que no lograron el modelo tarifario necesario con la Aresep, así que el plan sigue estancado, esperando a que alguien le dé un empujón.
El ministro Zeledón explica que, en vez de mandar a todos los carros directamente al centro de San José, debería haber nodos donde la gente pueda conectar con otros medios de transporte. Por ejemplo, que los buses de Guadalupe no entren directamente al centro, sino que lleguen a un nodo de transferencia. En teoría suena bien, pero la ejecución… ahí está el meollo del asunto. Y, pa' colmo, hace referencia a un sticker gracioso que circulaba diciendo que la solución a las presas eran más carreteras... ¡y quedaba vacío! Porque, según él, la gente compra más carros si construye más vías.
Así que, amigos del Foro, la pregunta del millón es: ¿creemos realmente que el gobierno está tomando las medidas correctas para solucionar el problema de las presas en Costa Rica? ¿O estamos condenados a seguir tragándonos el polvo durante años? Compartan sus ideas y experiencias, ¡queremos saber qué piensan!
