Bueno, bueno, bueno… ¡una boa noticia para empezar el día! Después de unos días que nos tuvieron sudando frío, el tipo de cambio del dólar finalmente respiró hondo y se relajó un poquito. Este jueves, el Banco Central reportó que el promedio ponderado llegó a los ¢488,06, una bajadita de ¢2,11 con respecto al miércoles, cuando andaba pegadito a los ¢490,17. A ver si así podemos irnos comprando unas gaseosas sin tener que pedir un préstamo, ¿eh?
La verdad, esto ha sido como montar en montaña rusa estos últimos meses. El dólar parecía que iba pa’ arriba sin parar, dejando a muchos cholos preocupados por cómo iban a llegar fin de año. Pero parece que le dio una pausa, y eso se agradece. Según los analistas, la intervención del BCCR y la situación económica global han ayudado a estabilizar un poco las cosas. Aunque, como dicen por ahí, “no hay que cantar victoria todavía”.
Lo interesante es que esta es la décima sesión consecutiva en la que el dólar se mantiene por debajo de los ¢500. Eso sí es un respiro, vamos. Antes era un chin corrido tener que calcular todos los precios pensando en esos ¢500, te dejaba medio mareao’. Ahora, aunque siga fluctuando un tantito, al menos tenemos un punto de referencia más amigable para nuestro bolsillo. Se negociaron $75,4 millones en el Monex, muestra de que hay movimiento constante, pero también de que hay confianza.
Ahora bien, algunos expertos señalan que esta calma podría ser temporal. Señalan que la incertidumbre económica mundial, sumada a la política interna del país, podrían volver a presionar al alza al dólar. Hay que estar pendientes de cómo se desarrolla la situación, especialmente con las próximas decisiones del gobierno en materia fiscal. Porque, diay, sabemos que siempre hay sorpresas por acá.
Y hablando de sorpresas, recordemos que la Cámara de Comercio anda medio encabronada con el gobierno por la fiscalización de los outlets. Esa vaina está generando bastante ruido, y obviamente, puede afectar la economía del país a largo plazo. Al final, lo que queremos es que haya estabilidad, tanto económica como política, para poder dormir tranquilos y planear el futuro sin tantos sobresaltos. Que sí, que sí, el tema de los impuestos siempre es complicado, pero hay que buscarle la vuelta sin ahogar al pueblo, ¿verdad?
Otro tema que no podemos dejar pasar es el gasto de consumo de los hogares. Los datos más recientes muestran que, aunque la gente sigue gastando, lo hace con más cautela y priorizando lo básico. Esto refleja la preocupación generalizada por la inflación y la incertidumbre sobre el futuro. Se nota que la billetera está un poquito apretada, y eso afecta a todos los sectores de la economía. El mae quiere disfrutar, pero primero necesita asegurarse de pagar las cuentas.
Además, el próximo año habrá cambios importantes en las declaraciones informativas, lo cual generará nuevas obligaciones para los contribuyentes. Es importante estar al tanto de estas modificaciones para evitar problemas con Hacienda. Así que, mejor ir revisando esos documentos y preparándose desde ahora, porque las multas no perdonan, y nadie quiere meterse en broncas con ellos. Ya saben, 'más vale prevenir que lamentar', como dice mi abuela.
En fin, la situación del tipo de cambio es un poco como el clima en Costa Rica: impredecible y cambiante. Por ahora, disfrutemos de esta pequeña calma y esperemos que se mantenga por un buen rato. Pero, díganme ustedes, ¿creen que esta tendencia a la baja continuará en las próximas semanas, o es solo un respiro antes de otra tormenta? ¿Qué medidas cree usted que debería tomar el gobierno para fortalecer la moneda nacional y proteger el bolsillo de los costarricenses?
La verdad, esto ha sido como montar en montaña rusa estos últimos meses. El dólar parecía que iba pa’ arriba sin parar, dejando a muchos cholos preocupados por cómo iban a llegar fin de año. Pero parece que le dio una pausa, y eso se agradece. Según los analistas, la intervención del BCCR y la situación económica global han ayudado a estabilizar un poco las cosas. Aunque, como dicen por ahí, “no hay que cantar victoria todavía”.
Lo interesante es que esta es la décima sesión consecutiva en la que el dólar se mantiene por debajo de los ¢500. Eso sí es un respiro, vamos. Antes era un chin corrido tener que calcular todos los precios pensando en esos ¢500, te dejaba medio mareao’. Ahora, aunque siga fluctuando un tantito, al menos tenemos un punto de referencia más amigable para nuestro bolsillo. Se negociaron $75,4 millones en el Monex, muestra de que hay movimiento constante, pero también de que hay confianza.
Ahora bien, algunos expertos señalan que esta calma podría ser temporal. Señalan que la incertidumbre económica mundial, sumada a la política interna del país, podrían volver a presionar al alza al dólar. Hay que estar pendientes de cómo se desarrolla la situación, especialmente con las próximas decisiones del gobierno en materia fiscal. Porque, diay, sabemos que siempre hay sorpresas por acá.
Y hablando de sorpresas, recordemos que la Cámara de Comercio anda medio encabronada con el gobierno por la fiscalización de los outlets. Esa vaina está generando bastante ruido, y obviamente, puede afectar la economía del país a largo plazo. Al final, lo que queremos es que haya estabilidad, tanto económica como política, para poder dormir tranquilos y planear el futuro sin tantos sobresaltos. Que sí, que sí, el tema de los impuestos siempre es complicado, pero hay que buscarle la vuelta sin ahogar al pueblo, ¿verdad?
Otro tema que no podemos dejar pasar es el gasto de consumo de los hogares. Los datos más recientes muestran que, aunque la gente sigue gastando, lo hace con más cautela y priorizando lo básico. Esto refleja la preocupación generalizada por la inflación y la incertidumbre sobre el futuro. Se nota que la billetera está un poquito apretada, y eso afecta a todos los sectores de la economía. El mae quiere disfrutar, pero primero necesita asegurarse de pagar las cuentas.
Además, el próximo año habrá cambios importantes en las declaraciones informativas, lo cual generará nuevas obligaciones para los contribuyentes. Es importante estar al tanto de estas modificaciones para evitar problemas con Hacienda. Así que, mejor ir revisando esos documentos y preparándose desde ahora, porque las multas no perdonan, y nadie quiere meterse en broncas con ellos. Ya saben, 'más vale prevenir que lamentar', como dice mi abuela.
En fin, la situación del tipo de cambio es un poco como el clima en Costa Rica: impredecible y cambiante. Por ahora, disfrutemos de esta pequeña calma y esperemos que se mantenga por un buen rato. Pero, díganme ustedes, ¿creen que esta tendencia a la baja continuará en las próximas semanas, o es solo un respiro antes de otra tormenta? ¿Qué medidas cree usted que debería tomar el gobierno para fortalecer la moneda nacional y proteger el bolsillo de los costarricenses?