Ay, Dios mío, qué rollo. La diputada del Frente Amplio, Sofía Guillén, le metió turbo a su licencia de maternidad – ya casi lista, imagínate – para llegar al Congreso y echarle voto a favor de levantarle la inmunidad al presidente Rodrigo Chaves. Esto, por esos 15 'cositas' que le imputan al Presidente, unos problemas con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). La verdad, uno se queda pensando si esto era necesario, diay.
Como recordarán, la licenciación de Guillén comenzó hace ratitos, allá por el primero de octubre, y debía durar hasta febrero. Pero resulta que la Sala Constitucional tiene algunas cosillas que permiten a las diputadas en esas condiciones presentarse, como excepción. Uno entiende la ley, pero aun así... parece mucho drama. Ya uno sabe cómo andan las cosas por acá, llena de pleitos y medias vueltas.
Ella misma lo expresó, con toda la sinceridad del mundo: "Vine a cumplir con un deber con la República y la ciudadanía". Ya, claro, como si no fuera obvio. Le siguió diciendo que sabía que su voto no iba a cambiar el panorama, que probablemente no se aprobaba el levantamiento del fuero. Pero bueno, ahí estaba ella, cumpliendo con su 'deber ético', como dicen los políticos. Uno se pregunta si realmente los deberes éticos se cumplen así, corriendo y dejando todo a un lado.
Lo más gracioso – o lo más preocupante, depende cómo lo mires – es que aseguró que su bebé está bien, que está con el papá y que todo en orden. "Los papás también cambian pañales y dan biberón", soltó. Un poquito de humor en medio del lío, ¿no creen? Aunque, honestamente, uno se queda pensando si un bebé realmente necesita que su mamá interrumpa el tiempo con él para este tipo de situaciones. Parece un poco exagerrado, ¿verdad?
Ahora, analizando la situación con frialdad, y quitándole el dramatismo, la realidad es que este movimiento no cambia mucho. El Partido Liberación Nacional (PLN) y sus aliados tienen la mayoría en la Asamblea, así que el levantamiento de la inmunidad del Presidente Chaves ya parecía bastante cuesta arriba antes de la participación de Guillén. Su voto, aunque simbólico, no va a revertir esa dinámica. Una movida más en este tablero político lleno de tensiones.
Pero mira vos, esto me recuerda a otras ocasiones en las que nuestros políticos hacen cosas que dejan a muchos con la boca abierta. ¿Recuerdan cuando...? Bueno, no importa, cada quien tiene su propia colección de anécdotas políticas escandalosas. Lo cierto es que este caso alimenta aún más el debate sobre la separación de poderes y el control que la Asamblea debería tener sobre el Ejecutivo. Parece que siempre estamos caminando sobre la cuerda floja, entre el respeto a las instituciones y la necesidad de exigir responsabilidades.
Las reacciones, como era de esperarse, han sido variadas. Algunos aplauden la valentía de Guillén por priorizar su deber cívico, mientras que otros critican su decisión de abandonar a su bebé en un momento crucial. En redes sociales, la polémica está que arde, con gente defendiendo y atacando a ambos lados del espectro político. Y nosotros aquí, viendo el circo desde la butaca, tratando de entender qué está pasando en realidad. Esto parece sacado de una novela, ¡qué bronca!
En fin, viendo todo este desmadre político, uno no puede evitar preguntarse: ¿Hasta dónde llegará esta pelea entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo? ¿Creemos que alguna vez lograremos tener políticos que realmente trabajen por el bienestar del país, sin tanto escándalo y drama personal? ¡Díganme qué piensan ustedes en el foro!
Como recordarán, la licenciación de Guillén comenzó hace ratitos, allá por el primero de octubre, y debía durar hasta febrero. Pero resulta que la Sala Constitucional tiene algunas cosillas que permiten a las diputadas en esas condiciones presentarse, como excepción. Uno entiende la ley, pero aun así... parece mucho drama. Ya uno sabe cómo andan las cosas por acá, llena de pleitos y medias vueltas.
Ella misma lo expresó, con toda la sinceridad del mundo: "Vine a cumplir con un deber con la República y la ciudadanía". Ya, claro, como si no fuera obvio. Le siguió diciendo que sabía que su voto no iba a cambiar el panorama, que probablemente no se aprobaba el levantamiento del fuero. Pero bueno, ahí estaba ella, cumpliendo con su 'deber ético', como dicen los políticos. Uno se pregunta si realmente los deberes éticos se cumplen así, corriendo y dejando todo a un lado.
Lo más gracioso – o lo más preocupante, depende cómo lo mires – es que aseguró que su bebé está bien, que está con el papá y que todo en orden. "Los papás también cambian pañales y dan biberón", soltó. Un poquito de humor en medio del lío, ¿no creen? Aunque, honestamente, uno se queda pensando si un bebé realmente necesita que su mamá interrumpa el tiempo con él para este tipo de situaciones. Parece un poco exagerrado, ¿verdad?
Ahora, analizando la situación con frialdad, y quitándole el dramatismo, la realidad es que este movimiento no cambia mucho. El Partido Liberación Nacional (PLN) y sus aliados tienen la mayoría en la Asamblea, así que el levantamiento de la inmunidad del Presidente Chaves ya parecía bastante cuesta arriba antes de la participación de Guillén. Su voto, aunque simbólico, no va a revertir esa dinámica. Una movida más en este tablero político lleno de tensiones.
Pero mira vos, esto me recuerda a otras ocasiones en las que nuestros políticos hacen cosas que dejan a muchos con la boca abierta. ¿Recuerdan cuando...? Bueno, no importa, cada quien tiene su propia colección de anécdotas políticas escandalosas. Lo cierto es que este caso alimenta aún más el debate sobre la separación de poderes y el control que la Asamblea debería tener sobre el Ejecutivo. Parece que siempre estamos caminando sobre la cuerda floja, entre el respeto a las instituciones y la necesidad de exigir responsabilidades.
Las reacciones, como era de esperarse, han sido variadas. Algunos aplauden la valentía de Guillén por priorizar su deber cívico, mientras que otros critican su decisión de abandonar a su bebé en un momento crucial. En redes sociales, la polémica está que arde, con gente defendiendo y atacando a ambos lados del espectro político. Y nosotros aquí, viendo el circo desde la butaca, tratando de entender qué está pasando en realidad. Esto parece sacado de una novela, ¡qué bronca!
En fin, viendo todo este desmadre político, uno no puede evitar preguntarse: ¿Hasta dónde llegará esta pelea entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo? ¿Creemos que alguna vez lograremos tener políticos que realmente trabajen por el bienestar del país, sin tanto escándalo y drama personal? ¡Díganme qué piensan ustedes en el foro!