¡Ay, Dios mío, qué tremenda nota! Parece mentira, pero en el Centro Integrado de Educación de Adultos (CINIDEA) de Coronado le han dado vuelta al asunto de retener estudiantes. Conozcan la historia de cómo esta institución está motivando a jóvenes y adultos a retomar sus estudios hasta lograr una permanencia del 100%. Una cifra que te deja boquiabierto, diay.
Como bien sabemos, volver a estudiar siendo adulto no es fácil. Uno tiene breves, trabajo, familia… la vida se complica. Por eso, muchas veces los programas de educación para adultos terminan en frustración y abandono escolar. Pero en Coronado, parece que encontraron la fórmula mágica. Estamos hablando de 1.213 personas, entre jóvenes y adultos, que le dieron una oportunidad a sus sueños, ¿eh?
La clave está en la estrategia “Volver a Estudiar es Avanzar”. No es simplemente ofrecer clases, sino acompañar a los estudiantes, entender sus necesidades y adaptar la oferta educativa. Imagínate, tener horarios flexibles que se ajusten a quienes trabajan todo el día, materiales didácticos fáciles de digerir y, sobre todo, mucho ánimo para seguir adelante. Porque, ¿quién no necesita un empujón de vez en cuando?
El director del CINDEA, Marco Jiménez, nos contó que la idea es fortalecer la motivación desde el primer momento. Ofrecen atención personalizada, brindan apoyos adicionales y se aseguran de que cada estudiante se sienta escuchado y valorado. No es solo ir a clase, es formar parte de una comunidad que te impulsa a crecer. Esto sí es trabajar el corazón, chunches.
Y ojo, que esto no solo va para los estudiantes. Los 45 docentes también reciben capacitación constante para incorporar metodologías lúdicas y creativas en sus clases. Se rifan con un álbum donde van pegando calcomanías cada vez que alcanzan un objetivo. ¡Imagínate el ambiente positivo que se crea así! Han cambiado totalmente el chip, y eso se nota en el entusiasmo de los alumnos, diay.
Uno de los toques especiales de esta graduación es que los estudiantes usan toga y birrete. ¡Con todo y protocolo! Además, reconocen a los primeros promedios de cada generación. Un incentivo extra para ponerle toda la ganas y demostrar que nunca es tarde para aprender. Y no solo eso, les dan la oportunidad de representar a su grupo, sintiéndose orgullosos de sus logros. ¡Se ve que se esforzaron a matar!
Esta iniciativa demuestra que la educación para adultos puede ser divertida, efectiva y accesible. Le están dando una segunda oportunidad a mucha gente que, por diversas razones, no pudo terminar sus estudios antes. Y eso, mis amigos, es un logro enorme. Hay que aplaudir el esfuerzo de los docentes, del personal administrativo y, por supuesto, de todos esos estudiantes valientes que decidieron apostarle a su futuro. ¡Qué buena vara!
Ahora, me pregunto... ¿Ustedes creen que otras instituciones educativas deberían implementar estrategias similares para mejorar la permanencia estudiantil, o el caso del CINDEA de Coronado es algo único debido a las particularidades de su población? Dejen sus opiniones en el foro, ¡me interesa saber qué piensan!
Como bien sabemos, volver a estudiar siendo adulto no es fácil. Uno tiene breves, trabajo, familia… la vida se complica. Por eso, muchas veces los programas de educación para adultos terminan en frustración y abandono escolar. Pero en Coronado, parece que encontraron la fórmula mágica. Estamos hablando de 1.213 personas, entre jóvenes y adultos, que le dieron una oportunidad a sus sueños, ¿eh?
La clave está en la estrategia “Volver a Estudiar es Avanzar”. No es simplemente ofrecer clases, sino acompañar a los estudiantes, entender sus necesidades y adaptar la oferta educativa. Imagínate, tener horarios flexibles que se ajusten a quienes trabajan todo el día, materiales didácticos fáciles de digerir y, sobre todo, mucho ánimo para seguir adelante. Porque, ¿quién no necesita un empujón de vez en cuando?
El director del CINDEA, Marco Jiménez, nos contó que la idea es fortalecer la motivación desde el primer momento. Ofrecen atención personalizada, brindan apoyos adicionales y se aseguran de que cada estudiante se sienta escuchado y valorado. No es solo ir a clase, es formar parte de una comunidad que te impulsa a crecer. Esto sí es trabajar el corazón, chunches.
Y ojo, que esto no solo va para los estudiantes. Los 45 docentes también reciben capacitación constante para incorporar metodologías lúdicas y creativas en sus clases. Se rifan con un álbum donde van pegando calcomanías cada vez que alcanzan un objetivo. ¡Imagínate el ambiente positivo que se crea así! Han cambiado totalmente el chip, y eso se nota en el entusiasmo de los alumnos, diay.
Uno de los toques especiales de esta graduación es que los estudiantes usan toga y birrete. ¡Con todo y protocolo! Además, reconocen a los primeros promedios de cada generación. Un incentivo extra para ponerle toda la ganas y demostrar que nunca es tarde para aprender. Y no solo eso, les dan la oportunidad de representar a su grupo, sintiéndose orgullosos de sus logros. ¡Se ve que se esforzaron a matar!
Esta iniciativa demuestra que la educación para adultos puede ser divertida, efectiva y accesible. Le están dando una segunda oportunidad a mucha gente que, por diversas razones, no pudo terminar sus estudios antes. Y eso, mis amigos, es un logro enorme. Hay que aplaudir el esfuerzo de los docentes, del personal administrativo y, por supuesto, de todos esos estudiantes valientes que decidieron apostarle a su futuro. ¡Qué buena vara!
Ahora, me pregunto... ¿Ustedes creen que otras instituciones educativas deberían implementar estrategias similares para mejorar la permanencia estudiantil, o el caso del CINDEA de Coronado es algo único debido a las particularidades de su población? Dejen sus opiniones en el foro, ¡me interesa saber qué piensan!
