De primera mano lo hice como un chiste, pero es cierto, cuando uno se muere simplemente deja de vivir. No hay nada más, no consiste en que si voy al cielo o al infierno, si reencarno en vaca, pollito o en un tomate. Cuando dejamos de vivir nuestro cerebro muere, o sea, todos nuestros recuerdos, toda nuestra experiencia, nuestros amores y todo lo demá deja de existir. Por lo tanto, no importa lo que hagamos, simplemente ya no existiremos, seremos otra cosa, una masa de carne sin vida.