¡Ay, Dios mío, qué vaina! El caso del futbolista Pablo Arboine finalmente llegó a su fin, y no precisamente con una victoria en la cancha. Resulta que nuestro querido (o ya no tanto) jugador de Saprissa recibió una condena por haber causado un accidente de tránsito terrible que dejó a un pobre hombre sin su pierna izquierda. Parece sacado de un culebrón, ¿verdad?
La jueza le impuso tres meses de prisión, pero gracias a un beneficio carcelario, Arboine podrá seguir correteando por la cancha sin tener que pasar tiempo tras las rejas. Eso sí, le pusieron una condición: ni se le ocurra agarrar el volante durante un año. Una medida necesaria, dirían algunos, aunque creo que debería ser un poco más larga, mándale.
Todo este drama se remonta al 24 de diciembre de 2020, día de Navidad. Imagínate la bronca, ¡en lugar de disfrutar de un buen pan de jamón y compartir con la familia, uno termina en medio de un accidente así! Según el expediente judicial, el incidente ocurrió cerca de las cinco y media de la mañana, cuando Jean Carlos Quirós, la víctima, iba tranquilamente en su moto por la ruta Guápiles-Limón. Él iba pa'l trabajo, imagínate el susto.
Pero ahí apareció Arboine, conduciendo en dirección contraria desde Limón hacia Guápiles, y todo mundo sabe que manejar borracho es pedirle problemas a cualquiera. Además, el mae se pasó de lanza e invadió el carril derecho, causando una colisión con otro vehículo. ¡Un verdadero cachivache! Ese otro conductor tuvo que maniobrar desesperadamente para evitar lo peor, pero terminó saliéndose de la carretera.
Y como si fuera poco, Arboine siguió de largo y embistió al motociclista, arrastrándolo junto con la moto hasta que terminaron en una cuneta. ¡Qué horror! Luego, para completar el desastre, volvió a chocar con otro carro, haciendo un total de tres personas afectadas por su irresponsabilidad. Un mae bien peligroso, te digo yo.
Jean Carlos Quirós, el motociclista, tuvo que lidiar con 22 meses y medio de incapacidad, un tiempo inimaginable para cualquier persona. No podía trabajar, no podía hacer sus actividades diarias… ¡una verdadera pesadilla! Y todo por culpa de alguien que decidió tomarse unas guilitas antes de subir al carro. Lo peor de todo es que los test de alcoholemia arrojaron niveles superiores a los permitidos por ley: 0,59 y 0,56 gramos de alcohol por litro de sangre. ¡Más que suficiente para saber que estaba pedregoleado!
Hace unos meses, nuestros compañeros de CR Hoy platicaron con una familiar de Jean Carlos, quien nos contó que estaban esperando ansiosamente esta decisión judicial. Ella expresó su frustración y su deseo de ver justicia hecha. Ustedes saben, estos casos dejan cicatrices profundas, tanto físicas como emocionales. Es fácil decirlo desde la comodidad de la silla, pero ponerse en los zapatos de esa familia es... bueno, ¡qué torta! Ver a tu ser querido sufrir así por la negligencia de otros no tiene precio.
Ahora, con la condena dictada, queda claro que la ley actuó. Pero, ¿será suficiente para reparar el daño causado a Jean Carlos y su familia? ¿Creen ustedes que la pena impuesta es justa considerando la gravedad de las lesiones y el impacto en la vida del motociclista? Déjennos sus opiniones en el foro; me interesa saber qué piensa la gente al respecto, porque este tipo de situaciones nos conciernen a todos. ¿Debería haber una pena mayor para conductores ebrios que ponen en riesgo la vida de los demás?
La jueza le impuso tres meses de prisión, pero gracias a un beneficio carcelario, Arboine podrá seguir correteando por la cancha sin tener que pasar tiempo tras las rejas. Eso sí, le pusieron una condición: ni se le ocurra agarrar el volante durante un año. Una medida necesaria, dirían algunos, aunque creo que debería ser un poco más larga, mándale.
Todo este drama se remonta al 24 de diciembre de 2020, día de Navidad. Imagínate la bronca, ¡en lugar de disfrutar de un buen pan de jamón y compartir con la familia, uno termina en medio de un accidente así! Según el expediente judicial, el incidente ocurrió cerca de las cinco y media de la mañana, cuando Jean Carlos Quirós, la víctima, iba tranquilamente en su moto por la ruta Guápiles-Limón. Él iba pa'l trabajo, imagínate el susto.
Pero ahí apareció Arboine, conduciendo en dirección contraria desde Limón hacia Guápiles, y todo mundo sabe que manejar borracho es pedirle problemas a cualquiera. Además, el mae se pasó de lanza e invadió el carril derecho, causando una colisión con otro vehículo. ¡Un verdadero cachivache! Ese otro conductor tuvo que maniobrar desesperadamente para evitar lo peor, pero terminó saliéndose de la carretera.
Y como si fuera poco, Arboine siguió de largo y embistió al motociclista, arrastrándolo junto con la moto hasta que terminaron en una cuneta. ¡Qué horror! Luego, para completar el desastre, volvió a chocar con otro carro, haciendo un total de tres personas afectadas por su irresponsabilidad. Un mae bien peligroso, te digo yo.
Jean Carlos Quirós, el motociclista, tuvo que lidiar con 22 meses y medio de incapacidad, un tiempo inimaginable para cualquier persona. No podía trabajar, no podía hacer sus actividades diarias… ¡una verdadera pesadilla! Y todo por culpa de alguien que decidió tomarse unas guilitas antes de subir al carro. Lo peor de todo es que los test de alcoholemia arrojaron niveles superiores a los permitidos por ley: 0,59 y 0,56 gramos de alcohol por litro de sangre. ¡Más que suficiente para saber que estaba pedregoleado!
Hace unos meses, nuestros compañeros de CR Hoy platicaron con una familiar de Jean Carlos, quien nos contó que estaban esperando ansiosamente esta decisión judicial. Ella expresó su frustración y su deseo de ver justicia hecha. Ustedes saben, estos casos dejan cicatrices profundas, tanto físicas como emocionales. Es fácil decirlo desde la comodidad de la silla, pero ponerse en los zapatos de esa familia es... bueno, ¡qué torta! Ver a tu ser querido sufrir así por la negligencia de otros no tiene precio.
Ahora, con la condena dictada, queda claro que la ley actuó. Pero, ¿será suficiente para reparar el daño causado a Jean Carlos y su familia? ¿Creen ustedes que la pena impuesta es justa considerando la gravedad de las lesiones y el impacto en la vida del motociclista? Déjennos sus opiniones en el foro; me interesa saber qué piensa la gente al respecto, porque este tipo de situaciones nos conciernen a todos. ¿Debería haber una pena mayor para conductores ebrios que ponen en riesgo la vida de los demás?