¡Ay, Dios mío, qué bronca! Lo que pasa afuera es que la tecnología, que se supone nos va a facilitar la vida, a veces se le sale de las manos y nos mete en unos problemas…unos bien gordos. Ahora resulta que en México pasó un maje, un estudiante, que se armó una movida con inteligencia artificial para crear imágenes falsas de sus compañeras y distribuirlas entre los alumnos. ¡Imagínate el susto y la humillación!
Esta vaina empezó como un rumor, de esos que circulan rápido en los pasillos del colegio, pero resultó ser mucho peor de lo que nadie se esperaba. Estamos hablando de unas 400 estudiantes que han sido afectadas, todas víctimas de este tipo de violencia digital que parece no tener límites. Y lo más grave es que el tipo no era ningún hacker profesional, era un compañero de clase, un pana, que aprovechó las herramientas que hoy en día están disponibles para casi cualquiera.
¿Cómo hizo esto, te preguntas? Pues parece que el muchacho anduvo recolectando fotos de las chicas – probablemente de sus redes sociales o de actividades escolares – y luego las metió en programas de inteligencia artificial. Con eso, crearon unos “deepfakes”, como les dicen, que son imágenes súper realistas donde les ponían las caras de las estudiantes sobre cuerpos desnudos o en situaciones comprometedoras. ¡Un papelón!, diay.
Y ni hablar de la reacción de los padres. Se encendieron, pues claro, imagínate ver la cara de tu hija en una imagen así. Fueron a protestar al colegio exigiendo la expulsión del responsable y también reclamando que no había protocolos claros para manejar este tipo de situaciones. Con razón, porque esto es nuevo, es como que estamos aprendiendo a volar mientras caemos, ¿me entiendes?
Esto me da mucha pena, mijo. Porque aunque las imágenes sean falsas, el daño es real. Imagínate cómo se sienten esas jóvenes, el bullying, la vergüenza, el miedo…¡Qué torta! No es lo mismo que robarte una bicicleta, esto ataca directamente la integridad de la persona, su autoestima. Creo que estamos entrando en una nueva era de acoso escolar, uno que necesita una respuesta contundente.
La buena noticia (si podemos llamarla así) es que este caso ha puesto encima de la mesa la necesidad urgente de regular la inteligencia artificial y controlar el acceso de los menores a estas tecnologías. En Costa Rica tenemos leyes contra delitos informáticos y contra la violencia digital, pero todavía hay vacíos legales que aprovechan estos tipos. Necesitamos actualizar las normas para enfrentar esta amenaza.
Personalmente, creo que necesitamos un cambio cultural profundo. Los padres tenemos que estar más pendientes de lo que hacen nuestros hijos en internet, enseñarles a proteger su privacidad y a denunciar cualquier abuso. Las escuelas también tienen que implementar programas educativos sobre el uso responsable de la tecnología y las consecuencias de la violencia digital. Y los desarrolladores de aplicaciones de inteligencia artificial deben asumir su responsabilidad y crear herramientas que sean seguras y éticas.
Ahora dime, mi gente del Foro: ¿crees que Costa Rica está preparada para enfrentar este tipo de ataques digitales? ¿Deberíamos exigir mayor control sobre el uso de la inteligencia artificial por parte de los menores? ¿Qué medidas concretas creen que debemos tomar para proteger a nuestros niños y adolescentes de esta nueva forma de violencia?
Esta vaina empezó como un rumor, de esos que circulan rápido en los pasillos del colegio, pero resultó ser mucho peor de lo que nadie se esperaba. Estamos hablando de unas 400 estudiantes que han sido afectadas, todas víctimas de este tipo de violencia digital que parece no tener límites. Y lo más grave es que el tipo no era ningún hacker profesional, era un compañero de clase, un pana, que aprovechó las herramientas que hoy en día están disponibles para casi cualquiera.
¿Cómo hizo esto, te preguntas? Pues parece que el muchacho anduvo recolectando fotos de las chicas – probablemente de sus redes sociales o de actividades escolares – y luego las metió en programas de inteligencia artificial. Con eso, crearon unos “deepfakes”, como les dicen, que son imágenes súper realistas donde les ponían las caras de las estudiantes sobre cuerpos desnudos o en situaciones comprometedoras. ¡Un papelón!, diay.
Y ni hablar de la reacción de los padres. Se encendieron, pues claro, imagínate ver la cara de tu hija en una imagen así. Fueron a protestar al colegio exigiendo la expulsión del responsable y también reclamando que no había protocolos claros para manejar este tipo de situaciones. Con razón, porque esto es nuevo, es como que estamos aprendiendo a volar mientras caemos, ¿me entiendes?
Esto me da mucha pena, mijo. Porque aunque las imágenes sean falsas, el daño es real. Imagínate cómo se sienten esas jóvenes, el bullying, la vergüenza, el miedo…¡Qué torta! No es lo mismo que robarte una bicicleta, esto ataca directamente la integridad de la persona, su autoestima. Creo que estamos entrando en una nueva era de acoso escolar, uno que necesita una respuesta contundente.
La buena noticia (si podemos llamarla así) es que este caso ha puesto encima de la mesa la necesidad urgente de regular la inteligencia artificial y controlar el acceso de los menores a estas tecnologías. En Costa Rica tenemos leyes contra delitos informáticos y contra la violencia digital, pero todavía hay vacíos legales que aprovechan estos tipos. Necesitamos actualizar las normas para enfrentar esta amenaza.
Personalmente, creo que necesitamos un cambio cultural profundo. Los padres tenemos que estar más pendientes de lo que hacen nuestros hijos en internet, enseñarles a proteger su privacidad y a denunciar cualquier abuso. Las escuelas también tienen que implementar programas educativos sobre el uso responsable de la tecnología y las consecuencias de la violencia digital. Y los desarrolladores de aplicaciones de inteligencia artificial deben asumir su responsabilidad y crear herramientas que sean seguras y éticas.
Ahora dime, mi gente del Foro: ¿crees que Costa Rica está preparada para enfrentar este tipo de ataques digitales? ¿Deberíamos exigir mayor control sobre el uso de la inteligencia artificial por parte de los menores? ¿Qué medidas concretas creen que debemos tomar para proteger a nuestros niños y adolescentes de esta nueva forma de violencia?