¡Ay, Dios mío, qué historia! Resulta que Yessenia Ramírez, la directora del concurso Miss Universe Costa Rica, tuvo que pasar por encima de unas piedras bien gordas durante la preparación del certamen. La mae se enfermó, cayó hospitalizada por una bacteria, ¡y todo esto en pleno clímax de los preparativos! Uno piensa, '¿Cómo puede pasar algo así?', pero vaya que la vida te echa unos aguantes.
Según nos cuenta Yessenia, mantuvo la información bajo llave, casi a siete llaves, para que Mahayla Fuentes, la representante pinolera, no se preocupara. Imagínate el estrés de la muchacha, ya cargada con toda la presión del concurso, ¡y encima tener que lidiar con que su directora esté en el hospital! 'No le cuenten a Mahyla que estoy hospitalizada,' le decía a sus allegados, convencida de que Roth no podría asumir otra preocupación en ese momento crítico. Claramente la mae sabe cómo proteger a su gente.
Ramírez explicó que la situación fue bastante complicada, un brete de nervios y preocupación. “Caí hospitalizada, estuve en el hospital por una bacteria, y yo les decía: ‘No le cuenten a Mahyla que estoy hospitalizada’, porque no quería que se enterara”. La directora recalcó que la incondicionalidad entre ellas es mutua, y sabía que cualquier noticia de su enfermedad habría hecho llegar a Mahayla corriendo al centro médico, a pesar de la intensidad de la preparación.
Después de la gala, Ramírez confiesa haberse encerrado en su habitación, buscando un respiro y un espacio para procesar lo sucedido. “Solo quería estar a solas, sintiéndome mal. Es algo que no les puedo explicar, porque es un sentimiento de impotencia”, admitió. Pero ahí es donde la trama se pone aún más interesante: resultó que fue Mahayla, precisamente, quien le brindó el apoyo emocional que tanto necesitaba. ¡Imagínate la voltereta! La directora, quien normalmente debe ser el pilar de fortaleza, recibe consuelo de la participante.
“Se supone que yo soy la directora, la que debe estar pendiente de sostenerla y darle la mano en los momentos más difíciles, pero fue ella quien me dio ese apoyo cuando más lo necesitaba,” expresó Ramírez, visiblemente emocionada. Un giro inesperado que demuestra que las relaciones humanas van mucho más allá de las coronas y los escenarios brillantes. Una verdadera muestra de compañerismo y solidaridad, diay.
Recordemos que, aunque Roth no logró clasificar al top 30 en el certamen internacional, se llevó el premio a la concursante más fotogénica, un reconocimiento a su belleza y carisma. Este logro ocurrió mientras Ramírez la acompañaba en Tailandia, guiándola y apoyándola durante todo el proceso. A pesar de la adversidad, Roth demostró tener temple y talento, dejando una grata impresión en el público y en los jueces.
Este incidente levanta varias interrogantes sobre la presión y el estrés que enfrentan las participantes y organizadoras de concursos de belleza. Muchos desconocemos el verdadero costo emocional que conlleva representar a un país en una competencia internacional. Además, plantea preguntas sobre la necesidad de brindar mayor apoyo psicológico a estas mujeres, quienes a menudo se ven abrumadas por expectativas y exigencias poco realistas. ¿Deberían implementarse protocolos más estrictos para proteger la salud mental de las participantes?
Y ahora, la pregunta clave para encender el Foro: ¿Creen que la revelación de Yessenia Ramírez cambia nuestra percepción sobre la imagen de los concursos de belleza? ¿Debería haber más transparencia sobre los desafíos emocionales y físicos que enfrentan las reinas de belleza, o prefieren mantener esa parte oculta tras el brillo y la glamour? ¡Vamos a debatir!
Según nos cuenta Yessenia, mantuvo la información bajo llave, casi a siete llaves, para que Mahayla Fuentes, la representante pinolera, no se preocupara. Imagínate el estrés de la muchacha, ya cargada con toda la presión del concurso, ¡y encima tener que lidiar con que su directora esté en el hospital! 'No le cuenten a Mahyla que estoy hospitalizada,' le decía a sus allegados, convencida de que Roth no podría asumir otra preocupación en ese momento crítico. Claramente la mae sabe cómo proteger a su gente.
Ramírez explicó que la situación fue bastante complicada, un brete de nervios y preocupación. “Caí hospitalizada, estuve en el hospital por una bacteria, y yo les decía: ‘No le cuenten a Mahyla que estoy hospitalizada’, porque no quería que se enterara”. La directora recalcó que la incondicionalidad entre ellas es mutua, y sabía que cualquier noticia de su enfermedad habría hecho llegar a Mahayla corriendo al centro médico, a pesar de la intensidad de la preparación.
Después de la gala, Ramírez confiesa haberse encerrado en su habitación, buscando un respiro y un espacio para procesar lo sucedido. “Solo quería estar a solas, sintiéndome mal. Es algo que no les puedo explicar, porque es un sentimiento de impotencia”, admitió. Pero ahí es donde la trama se pone aún más interesante: resultó que fue Mahayla, precisamente, quien le brindó el apoyo emocional que tanto necesitaba. ¡Imagínate la voltereta! La directora, quien normalmente debe ser el pilar de fortaleza, recibe consuelo de la participante.
“Se supone que yo soy la directora, la que debe estar pendiente de sostenerla y darle la mano en los momentos más difíciles, pero fue ella quien me dio ese apoyo cuando más lo necesitaba,” expresó Ramírez, visiblemente emocionada. Un giro inesperado que demuestra que las relaciones humanas van mucho más allá de las coronas y los escenarios brillantes. Una verdadera muestra de compañerismo y solidaridad, diay.
Recordemos que, aunque Roth no logró clasificar al top 30 en el certamen internacional, se llevó el premio a la concursante más fotogénica, un reconocimiento a su belleza y carisma. Este logro ocurrió mientras Ramírez la acompañaba en Tailandia, guiándola y apoyándola durante todo el proceso. A pesar de la adversidad, Roth demostró tener temple y talento, dejando una grata impresión en el público y en los jueces.
Este incidente levanta varias interrogantes sobre la presión y el estrés que enfrentan las participantes y organizadoras de concursos de belleza. Muchos desconocemos el verdadero costo emocional que conlleva representar a un país en una competencia internacional. Además, plantea preguntas sobre la necesidad de brindar mayor apoyo psicológico a estas mujeres, quienes a menudo se ven abrumadas por expectativas y exigencias poco realistas. ¿Deberían implementarse protocolos más estrictos para proteger la salud mental de las participantes?
Y ahora, la pregunta clave para encender el Foro: ¿Creen que la revelación de Yessenia Ramírez cambia nuestra percepción sobre la imagen de los concursos de belleza? ¿Debería haber más transparencia sobre los desafíos emocionales y físicos que enfrentan las reinas de belleza, o prefieren mantener esa parte oculta tras el brillo y la glamour? ¡Vamos a debatir!
