¡Ay, Dios mío, qué rollo! Resulta que hubo un buen escándalo en el Colegio de Cedros, allá por morada de los montaecanos. Un jovencito, que según parece, intentó meterle mano a la educación pública con propaganda política del Pueblo Soberano (PPSO). La Municipalidad de Montes de Oca, pues, no se quedó atrás y le metió lupa al asunto.
Todo comenzó con una charla organizada en el colegio, donde este tipo, haciéndose pasar por alguien del TSE (Tribunal Supremo de Elecciones), le empezó a soltar cuentos a los estudiantes sobre la importancia del voto. Parecía sacado de un libro de comedia, ¿verdad? Aparentemente, tenía la intención de promover las ideas del PPSO, pero salió más despiste que otra cosa.
El Concejo Municipal, al enterarse del quite, no tardó en aprobar una moción para rechazar este acto de proselitismo político. Con un acuerdo municipal bien largo – SC-AC-3130-ORD.81-2025, pa’ que conste – declararon formalmente su protesta e incluso pidieron al TSE que investigue al responsable y le caiga con todo si incurrió en alguna falta. ¡Pa’ que sepan que por acá no se juega con las normas!
Pero la cosa se puso aún más picante cuando Alexis Calderón, el protagonista de este tinglado, tuvo que rendir cuentas ante los diputados en la Asamblea Legislativa. Ahí, finalmente aceptó que sí era miembro del PPSO, dejando claro que no se había disfrazado de funcionario del TSE como se rumoreaba. ¡Se le fue el chunche, vamos! Confesó que la idea de la charla surgió en una reunión del partido, buscando movilizar a la juventud para las próximas elecciones de 2026. “Queríamos hablarles de la importancia de estar empadronados”, dijo, con cara de pocos amigos.
Lo curioso de todo esto es que el PPSO, inicialmente, había negado cualquier relación con el joven. ¡Imagínate el papelón! Pero la verdad siempre sale a la luz, diay. Ahora, toca ver si el TSE decide tomar medidas o si todo quedará en aguas de Poás. La institucionalidad, como dicen por ahí, debe defenderse con uñas y dientes, sobre todo cuando hay gente tratando de meter baza donde no les corresponde.
Y hablando de defender instituciones, el Concejo Municipal también declaró que no tolerarán ni un poquito de proselitismo político en los colegios y otras dependencias municipales. ¡Cero tolerancia, señores! Parece que quieren ponerle freno a cualquier intento de politización de la educación, aunque a veces, entre nos, uno entiende que los jóvenes necesitan conocer diferentes perspectivas. Pero obvio, dentro del marco de la ley y el respeto mutuo.
En otros lados, seguimos viendo las consecuencias del caso de don Pepe, el ganadero que perdio su finca, y las historias de la hija de Pecho de Rata siguen dando que hablar, con crecimientos patrimoniales que rayan en lo irrisorio. Pero eso ya es otro brete, ¿no creen?
Ahora me pregunto, ¿hasta dónde debería llegar la regulación de la actividad política en las escuelas? ¿Es justo limitar el acceso a diferentes ideologías para proteger a los niños, o deberíamos fomentar el debate crítico desde temprana edad, enseñándoles a discernir entre lo correcto y lo incorrecto? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensa mi pura gente!
Todo comenzó con una charla organizada en el colegio, donde este tipo, haciéndose pasar por alguien del TSE (Tribunal Supremo de Elecciones), le empezó a soltar cuentos a los estudiantes sobre la importancia del voto. Parecía sacado de un libro de comedia, ¿verdad? Aparentemente, tenía la intención de promover las ideas del PPSO, pero salió más despiste que otra cosa.
El Concejo Municipal, al enterarse del quite, no tardó en aprobar una moción para rechazar este acto de proselitismo político. Con un acuerdo municipal bien largo – SC-AC-3130-ORD.81-2025, pa’ que conste – declararon formalmente su protesta e incluso pidieron al TSE que investigue al responsable y le caiga con todo si incurrió en alguna falta. ¡Pa’ que sepan que por acá no se juega con las normas!
Pero la cosa se puso aún más picante cuando Alexis Calderón, el protagonista de este tinglado, tuvo que rendir cuentas ante los diputados en la Asamblea Legislativa. Ahí, finalmente aceptó que sí era miembro del PPSO, dejando claro que no se había disfrazado de funcionario del TSE como se rumoreaba. ¡Se le fue el chunche, vamos! Confesó que la idea de la charla surgió en una reunión del partido, buscando movilizar a la juventud para las próximas elecciones de 2026. “Queríamos hablarles de la importancia de estar empadronados”, dijo, con cara de pocos amigos.
Lo curioso de todo esto es que el PPSO, inicialmente, había negado cualquier relación con el joven. ¡Imagínate el papelón! Pero la verdad siempre sale a la luz, diay. Ahora, toca ver si el TSE decide tomar medidas o si todo quedará en aguas de Poás. La institucionalidad, como dicen por ahí, debe defenderse con uñas y dientes, sobre todo cuando hay gente tratando de meter baza donde no les corresponde.
Y hablando de defender instituciones, el Concejo Municipal también declaró que no tolerarán ni un poquito de proselitismo político en los colegios y otras dependencias municipales. ¡Cero tolerancia, señores! Parece que quieren ponerle freno a cualquier intento de politización de la educación, aunque a veces, entre nos, uno entiende que los jóvenes necesitan conocer diferentes perspectivas. Pero obvio, dentro del marco de la ley y el respeto mutuo.
En otros lados, seguimos viendo las consecuencias del caso de don Pepe, el ganadero que perdio su finca, y las historias de la hija de Pecho de Rata siguen dando que hablar, con crecimientos patrimoniales que rayan en lo irrisorio. Pero eso ya es otro brete, ¿no creen?
Ahora me pregunto, ¿hasta dónde debería llegar la regulación de la actividad política en las escuelas? ¿Es justo limitar el acceso a diferentes ideologías para proteger a los niños, o deberíamos fomentar el debate crítico desde temprana edad, enseñándoles a discernir entre lo correcto y lo incorrecto? Déjenme sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensa mi pura gente!