¡Ay, Dios mío! La Sala Cuatro le echó agua fría al Congreso, mamacha. Resulta que la hicieron muela, declarando “improcedente” el resello que le dieron al veto de Chaves sobre los allanamientos las 24 horas. Un golpe certero al Congreso, vamos. Esto ya pinta pa’ un buen brete político, idiay.
Para refrescarle la memoria a los más despistados, los diputados –con todos los votos a favor, qué vaina– decidieron echarle ganas y resellaron el veto presidencial el 9 de julio pasado, alegando razones constitucionales. Mandaron todo al Tribunal Constitucional pensando que así le cerraban el ojo al Presidente, pero parece que no fue así. La Sala IV, como bien saben, no se anda con rodeos, y les puso el dedo en el hoyo, demostrando que se jalaron una torta monumental.
Según la sentencia, los diputados cometieron varios pecaditos procedimentales. La Sala IV explica, con toda la claridad del mundo, que el resello solo aplica en ciertos casos, y que cuando hay un veto por inconstitucionalidad, lo correcto es analizar los argumentos del Ejecutivo y, si no estás de acuerdo, mandar el asunto directamente al Tribunal. Pero ellos, en su sabiduría, decidieron hacerle vueltas y volteretas a la cosa, metiendo pata y complicando aún más el panorama.
Además, ¡vaya sorpresa!, los magistrados descubrieron que los legisladores discutieron el asunto en medio de la sesión, entre debate primero y segundo, y no en el Capítulo de Régimen Interno. ¡Una barbaridad!, decían. Este pequeño detalle, aparentemente insignificante, resultó ser un vicio invalidante del procedimiento parlamentario, lo que significa que todo el proceso quedó manchado. ¡Tremenda torta!
Ahora, la pelota vuelve a estar en el patio del Congreso. Según la Sala IV, tendrán que enderezar el camino y seguir el procedimiento correcto, de acuerdo con el artículo 128 de la Constitución y su normativa interna. Si deciden rechazar las razones del Presidente, entonces sí podrán enviar el asunto al Tribunal. ¡Pero con las deudas que tienen, mándale!”, comentó un abogado consultado sobre el tema.
Este expediente, número 24.495, es producto de una iniciativa de la diputada Montserrat Ruíz, del PLN, quien desde el principio había sido ferviente defensora de los allanamientos las 24 horas. Recordemos que ella acusó a Chaves de demorar innecesariamente la convocatoria al veto durante casi dos meses, aprovechando el control de la agenda legislativa. ¡Ya verán cómo sigue escalando esta vara!
Y ni hablar del cambio de opinión del diputado Jorge Antonio Rojas, del partido oficialista. Al principio, apoyó la modificación al texto vetado, asegurando que habían escuchado la inquietud del gobierno. Pero resulta que el chavismo ha cambiado de postura más veces que yo cambio de calcetines. Primero aprobaron la reforma, luego votaron en contra, y ahora… bueno, ahora la Sala IV les ha puesto los puntos, demostrando que no siempre lo que brilla es oro. ¡Qué pena ajena!
En fin, este lío legal deja claro que el tema de los allanamientos las 24 horas sigue siendo un dolor de cabeza para el país. Con este fallo de la Sala IV, el futuro de la ley queda en manos del Congreso, que tendrá que decidir si rectifica el procedimiento o se mantiene firme en su decisión. ¿Será que veremos finalmente los allanamientos disponibles a cualquier hora del día, o este tema seguirá dando vuelta en círculo como un chunche? ¿Ustedes creen que el Congreso va a ceder ante la presión popular y corregir el rumbo, o van a seguir insistiendo en su postura, a pesar de la advertencia de la Sala IV?
Para refrescarle la memoria a los más despistados, los diputados –con todos los votos a favor, qué vaina– decidieron echarle ganas y resellaron el veto presidencial el 9 de julio pasado, alegando razones constitucionales. Mandaron todo al Tribunal Constitucional pensando que así le cerraban el ojo al Presidente, pero parece que no fue así. La Sala IV, como bien saben, no se anda con rodeos, y les puso el dedo en el hoyo, demostrando que se jalaron una torta monumental.
Según la sentencia, los diputados cometieron varios pecaditos procedimentales. La Sala IV explica, con toda la claridad del mundo, que el resello solo aplica en ciertos casos, y que cuando hay un veto por inconstitucionalidad, lo correcto es analizar los argumentos del Ejecutivo y, si no estás de acuerdo, mandar el asunto directamente al Tribunal. Pero ellos, en su sabiduría, decidieron hacerle vueltas y volteretas a la cosa, metiendo pata y complicando aún más el panorama.
Además, ¡vaya sorpresa!, los magistrados descubrieron que los legisladores discutieron el asunto en medio de la sesión, entre debate primero y segundo, y no en el Capítulo de Régimen Interno. ¡Una barbaridad!, decían. Este pequeño detalle, aparentemente insignificante, resultó ser un vicio invalidante del procedimiento parlamentario, lo que significa que todo el proceso quedó manchado. ¡Tremenda torta!
Ahora, la pelota vuelve a estar en el patio del Congreso. Según la Sala IV, tendrán que enderezar el camino y seguir el procedimiento correcto, de acuerdo con el artículo 128 de la Constitución y su normativa interna. Si deciden rechazar las razones del Presidente, entonces sí podrán enviar el asunto al Tribunal. ¡Pero con las deudas que tienen, mándale!”, comentó un abogado consultado sobre el tema.
Este expediente, número 24.495, es producto de una iniciativa de la diputada Montserrat Ruíz, del PLN, quien desde el principio había sido ferviente defensora de los allanamientos las 24 horas. Recordemos que ella acusó a Chaves de demorar innecesariamente la convocatoria al veto durante casi dos meses, aprovechando el control de la agenda legislativa. ¡Ya verán cómo sigue escalando esta vara!
Y ni hablar del cambio de opinión del diputado Jorge Antonio Rojas, del partido oficialista. Al principio, apoyó la modificación al texto vetado, asegurando que habían escuchado la inquietud del gobierno. Pero resulta que el chavismo ha cambiado de postura más veces que yo cambio de calcetines. Primero aprobaron la reforma, luego votaron en contra, y ahora… bueno, ahora la Sala IV les ha puesto los puntos, demostrando que no siempre lo que brilla es oro. ¡Qué pena ajena!
En fin, este lío legal deja claro que el tema de los allanamientos las 24 horas sigue siendo un dolor de cabeza para el país. Con este fallo de la Sala IV, el futuro de la ley queda en manos del Congreso, que tendrá que decidir si rectifica el procedimiento o se mantiene firme en su decisión. ¿Será que veremos finalmente los allanamientos disponibles a cualquier hora del día, o este tema seguirá dando vuelta en círculo como un chunche? ¿Ustedes creen que el Congreso va a ceder ante la presión popular y corregir el rumbo, o van a seguir insistiendo en su postura, a pesar de la advertencia de la Sala IV?