¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que ahora Perú anda buscando agarrarle hasta las cosquillas a nuestro país. Parece que quieren que le devolvamos unos seis millones y medio de dólares, plata que estarían tiesa relacionada con el expresidente peruano Alejandro Toledo. Un maje que ya lleva tiempo metido en problemas allá, por cierto.
La movida, según nos cuentan desde la capital andina, viene del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, que tiene un juez llamado Richard Concepción Carhuancho. Este señor ha mandado un pedazo de exhorto a nuestros tribunales pidiendo que devuelvan la lana. Dicen que la plata estaba congelada en cuentas del Scotiabank, a nombre de una empresa llamada Ecostate Consulting S.A. y que, sorpresa, estaría ligada a negocios turbios de la carretera Interoceánica Sur, ese brete que se hizo durante el gobierno de Toledo en 2005.
Lo que más me da risa es cómo llegaron a esto. Al parecer, la Fiscalía peruana dice que Odebrecht y Camargo Correa, esas constructoras brasileñas que dieron tela para cortar en toda Sudamérica, hicieron transferencias ilegales a esas cuentas en Costa Rica para asegurarse la licitación de algunos tramos de la carretera. ¡Un despache monumental, vamos! Esto ya parece novela de Telemundo, diay.
Ahora, para que no piensen que esto es inventao', te cuento que todo se basa en el Convenio de las Naciones Unidas contra la Corrupción y, pa' rematar, en el principio de reciprocidad. O sea, si nosotros les ayudamos con esto, ellos nos tienen que ayudar con algo también, ¿me entiendes? Si todo sale bien, la plata iría directo al bolsillo del Estado peruano como una especie de compensación por todos esos delitos de colusión y lavado de activos que cometieron.
Pero ahí no termina la historia, chunche. José Maiman Rapaport, un personaje cercano a Toledo, confesó en 2019, y eso se confirmó en 2020, que él era quien hacía de puente para esas transferencias ilegales. Imagínate, el mae estaba soltando sopa como si fuera radio. Dice que esa plata sirvió pa’ comprar propiedades y pagar hipotecas para Toledo y su pandilla. ¡A ver si sacan los papeles, varoness!
Y hablando de papeles, la Fiscalía peruana tiene transferencias bancarias, documentos financieros, registros de viajes... un arsenal de pruebas para demostrar que el dinero salió de las constructoras brasileñas y terminó en nuestras cuentas. ¡Parece película de espías! Ya hasta tienen mapeado el recorrido del billete, de punta a punta. Todo esto para mostrar que Toledo habría recibido más de treinta y cuatro millones de dólares en sobornos, una cifra que confirman exdirectivos de Odebrecht, como Jorge Barata, y el mismo Maiman. ¡Qué barbaridad!
Esta Carretera Interoceánica Sur, como les decía, es uno de esos proyectos que han dado tanto que hablar por la corrupción. Ha sido un dolor de cabeza pa' todo el mundo. Y ahora resulta que estamos envueltos en este lío porque alguien decidió meterle las manos donde no debía. Tenemos que echarle ojo a estos temas, porque esto puede afectar nuestra imagen internacional, y eso no es poca cosa, mael. Además, si empezamos a devolver plata así como así, ¿qué queda de nosotros?
En fin, una rosca enorme que involucra a Perú, Costa Rica, Brasil y un montón de personajes turbios. Ahora, dime tú: ¿Crees que deberíamos ceder ante la presión peruana y devolver esta plata, o tenemos que defender nuestra soberanía y exigir garantías legales? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas tú sobre esta vara!
La movida, según nos cuentan desde la capital andina, viene del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, que tiene un juez llamado Richard Concepción Carhuancho. Este señor ha mandado un pedazo de exhorto a nuestros tribunales pidiendo que devuelvan la lana. Dicen que la plata estaba congelada en cuentas del Scotiabank, a nombre de una empresa llamada Ecostate Consulting S.A. y que, sorpresa, estaría ligada a negocios turbios de la carretera Interoceánica Sur, ese brete que se hizo durante el gobierno de Toledo en 2005.
Lo que más me da risa es cómo llegaron a esto. Al parecer, la Fiscalía peruana dice que Odebrecht y Camargo Correa, esas constructoras brasileñas que dieron tela para cortar en toda Sudamérica, hicieron transferencias ilegales a esas cuentas en Costa Rica para asegurarse la licitación de algunos tramos de la carretera. ¡Un despache monumental, vamos! Esto ya parece novela de Telemundo, diay.
Ahora, para que no piensen que esto es inventao', te cuento que todo se basa en el Convenio de las Naciones Unidas contra la Corrupción y, pa' rematar, en el principio de reciprocidad. O sea, si nosotros les ayudamos con esto, ellos nos tienen que ayudar con algo también, ¿me entiendes? Si todo sale bien, la plata iría directo al bolsillo del Estado peruano como una especie de compensación por todos esos delitos de colusión y lavado de activos que cometieron.
Pero ahí no termina la historia, chunche. José Maiman Rapaport, un personaje cercano a Toledo, confesó en 2019, y eso se confirmó en 2020, que él era quien hacía de puente para esas transferencias ilegales. Imagínate, el mae estaba soltando sopa como si fuera radio. Dice que esa plata sirvió pa’ comprar propiedades y pagar hipotecas para Toledo y su pandilla. ¡A ver si sacan los papeles, varoness!
Y hablando de papeles, la Fiscalía peruana tiene transferencias bancarias, documentos financieros, registros de viajes... un arsenal de pruebas para demostrar que el dinero salió de las constructoras brasileñas y terminó en nuestras cuentas. ¡Parece película de espías! Ya hasta tienen mapeado el recorrido del billete, de punta a punta. Todo esto para mostrar que Toledo habría recibido más de treinta y cuatro millones de dólares en sobornos, una cifra que confirman exdirectivos de Odebrecht, como Jorge Barata, y el mismo Maiman. ¡Qué barbaridad!
Esta Carretera Interoceánica Sur, como les decía, es uno de esos proyectos que han dado tanto que hablar por la corrupción. Ha sido un dolor de cabeza pa' todo el mundo. Y ahora resulta que estamos envueltos en este lío porque alguien decidió meterle las manos donde no debía. Tenemos que echarle ojo a estos temas, porque esto puede afectar nuestra imagen internacional, y eso no es poca cosa, mael. Además, si empezamos a devolver plata así como así, ¿qué queda de nosotros?
En fin, una rosca enorme que involucra a Perú, Costa Rica, Brasil y un montón de personajes turbios. Ahora, dime tú: ¿Crees que deberíamos ceder ante la presión peruana y devolver esta plata, o tenemos que defender nuestra soberanía y exigir garantías legales? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas tú sobre esta vara!
