¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que un crucero de Royal Caribbean, el Explorer of the Seas, sufrió una movida considerable en medio del Atlántico, quedándose prácticamente cantileado a unos 45 grados. Imagínate la impresión, mi clave, con más de cinco mil personas a bordo esperando pasarla piola entre Barcelona y Miami. Ahora, parece que la naturaleza decidió ponerle pausa a esa escapada y demostrar quién manda.
La vaina pasó a principios de noviembre, pero recién ahora salió a la luz pública gracias a un comunicado oficial de la compañía. Al parecer, el crucero topó con un temporal bravo, con vientos que superaban los 100 kilómetros por hora, justo cuando estaban cerca de las Islas Canarias. Uno se queda pensando, ¿qué estará pasando con el clima últimamente?
Este juguetón, que mide más de 300 metros de largo, no pudo esquivar esos vientos huracanados y se puso a bailar como loco. Según cuentan los pasajeros, fue un verdadero desmadre: mesas volando, vasos rompiéndose, gente intentando agarrarse a cualquier cosa para no salir volando. Algunos describen la escena como sacada de una película de catástrofes, ¡y no es para menos!
Dan So, un turista que grabó todo con su celular y lo subió a TikTok, contó que llegó a pensar que el barco se iba a voltear y que mandó mensajes de despedida. ¡Qué torta! Se imaginan el susto que se llevó, creyendo que su viaje se acababa ahí mismo. El pobre mae dice que verlo grabado después le dio escalofríos, y yo me hago que lo entiendo, ¡yo también me habría espantadísimo!
Otro pasajero, Jonathan Parrish, narró que estaba disfrutando de un espectáculo en el teatro cuando de repente sintió un golpe muy fuerte y el barco se empezó a mover bruscamente. Dijo que al salir al pasillo encontró una escena digna de Hollywood: vidrios rotos por todos lados, muebles fuera de lugar y gente en shock tratando de entender qué demonios estaba pasando. ¡Imagínatelo, mi clave, como si hubieras entrado a una zona de guerra!
Por suerte, a pesar de toda la conmoción, solo hubo una persona lesionada, quien necesitó atención médica y requirió que el crucero hiciera una parada inesperada en Gran Canaria. Después de revisarle y darle mantenimiento técnico al barco, pudieron retomar el viaje tres días después. Un brete para todos los involucrados, sin duda.
Los expertos en navegación explican que, aunque los cruceros están hechos para resistir condiciones adversas, estos temporales extremos pueden causar movimientos inesperados. Es como decirle a un carro que corra por un terreno lleno de baches; tarde o temprano va a tener problemas. Y vaya que este crucero tuvo sus baches, ¡pero afortunadamente lograron salir adelante!
Ahora bien, con tanta movida, me pregunto… ¿Crees tú que después de esto los pasajeros volverán a disfrutar un crucero como antes, o les quedará el miedo grabado a fuego en la memoria? ¡Dime, qué opinas tú! Déjame tu comentario abajo y contemos juntos qué tan traumado estaría después de vivir eso.
La vaina pasó a principios de noviembre, pero recién ahora salió a la luz pública gracias a un comunicado oficial de la compañía. Al parecer, el crucero topó con un temporal bravo, con vientos que superaban los 100 kilómetros por hora, justo cuando estaban cerca de las Islas Canarias. Uno se queda pensando, ¿qué estará pasando con el clima últimamente?
Este juguetón, que mide más de 300 metros de largo, no pudo esquivar esos vientos huracanados y se puso a bailar como loco. Según cuentan los pasajeros, fue un verdadero desmadre: mesas volando, vasos rompiéndose, gente intentando agarrarse a cualquier cosa para no salir volando. Algunos describen la escena como sacada de una película de catástrofes, ¡y no es para menos!
Dan So, un turista que grabó todo con su celular y lo subió a TikTok, contó que llegó a pensar que el barco se iba a voltear y que mandó mensajes de despedida. ¡Qué torta! Se imaginan el susto que se llevó, creyendo que su viaje se acababa ahí mismo. El pobre mae dice que verlo grabado después le dio escalofríos, y yo me hago que lo entiendo, ¡yo también me habría espantadísimo!
Otro pasajero, Jonathan Parrish, narró que estaba disfrutando de un espectáculo en el teatro cuando de repente sintió un golpe muy fuerte y el barco se empezó a mover bruscamente. Dijo que al salir al pasillo encontró una escena digna de Hollywood: vidrios rotos por todos lados, muebles fuera de lugar y gente en shock tratando de entender qué demonios estaba pasando. ¡Imagínatelo, mi clave, como si hubieras entrado a una zona de guerra!
Por suerte, a pesar de toda la conmoción, solo hubo una persona lesionada, quien necesitó atención médica y requirió que el crucero hiciera una parada inesperada en Gran Canaria. Después de revisarle y darle mantenimiento técnico al barco, pudieron retomar el viaje tres días después. Un brete para todos los involucrados, sin duda.
Los expertos en navegación explican que, aunque los cruceros están hechos para resistir condiciones adversas, estos temporales extremos pueden causar movimientos inesperados. Es como decirle a un carro que corra por un terreno lleno de baches; tarde o temprano va a tener problemas. Y vaya que este crucero tuvo sus baches, ¡pero afortunadamente lograron salir adelante!
Ahora bien, con tanta movida, me pregunto… ¿Crees tú que después de esto los pasajeros volverán a disfrutar un crucero como antes, o les quedará el miedo grabado a fuego en la memoria? ¡Dime, qué opinas tú! Déjame tu comentario abajo y contemos juntos qué tan traumado estaría después de vivir eso.