¡Ay, Dios mío! Parece que la cosa está más caliente que gallina pochada en estos días. La Cámara de Comercio le metió duro al Gobierno por cómo quieren fiscalizar los outfits que llegan al país. Todo esto viene a cuento de unos cambios que hizo el Presidenciable, Rodrigo Chaves, y que a la Cámara les parece un verdadero despiche.
Según contaron, el Gobierno andaba buscando una manera de revisar toda esa ropa y accesorios que entra por los outlets, pues pareciera que algunos no estaban jugando limpio con las leyes. Inicialmente, querían rebuscarle cada bolsa, pero luego dijeron que eso era imposible, que hasta los funcionarios de Aduanas se iban a desesperar. Imagínate, ¡qué carga!
Ahora, el plan es abrir las bolsas solo si hay sospecha de que traen cosas que necesitan registro sanitario o que van contra alguna regla. Lo demás, dicen, que lo van a meter otra vez en la bolsa y ya seguirle el curso normal de lo que revisan en el semáforo aduanero. Pero ahí es donde la Cámara empieza a sudar frío, porque ellos piden que revisen al menos un 30% de los paquetes, mientras que el Gobierno solo quiere chequear el 5%. ¡Un buen tretá!
Arturo Rosabal, el jefe de la Cámara, soltó unas verdades fuertes: “La solución que propone el Gobierno no nos convence para nada”. Él dice que lo peor es que ahora los dueños de los outlets pueden firmar una declaración jurada donde prometen traer ciertos productos a cierto precio. Según Rosabal, esto abre la puerta para que puedan mentir y evadir impuestos, ¡qué sal!
Don Rodrigo, por su parte, defiende su plan con uñas y dientes. Dice que es injusto tener que revisar más productos de los outlets que de otras tiendas y que su sistema es “perfecto”. Parece que él piensa diferente y que la cosa va a seguir así por un buen rato. ¿Se imaginan el brete que le espera a los comerciantes?
La Cámara de Comercio insiste en que esto es una contradicción, porque el Gobierno mismo reconoce que los outlets no cumplen con las normas, pero luego baja el nivel de fiscalización. Ellos creen que deberían aumentar las revisiones, elevar la verificación. Y ni hablar de que en septiembre amenazaron con cerrar los outlets que no jugaran limpio, y en agosto clausuraron tres establecimientos y decomisaron más de cuatro mil productos por problemas sanitarios. ¡Qué pena ajena!
Rosabal aseguró que, aunque no llegaron a un acuerdo, van a seguir hablando con el Gobierno para ver si cambian de opinión. Esperemos que sí, porque esto puede acabar como una verdadera torta, con todos perdiendo. Al final, nadie está en contra de comprar ropa barata y de calidad, pero sí de que la gente se aproveche de la ley para ganar más dinero a costa de engañar al Estado.
Y tú, ¿qué opinas de todo este rollo? ¿Crees que el Gobierno debería flexibilizar la fiscalización en los outlets o debería mantener la presión para asegurar que cumplan con las reglas? ¡Dime tu punto de vista en el foro!
Según contaron, el Gobierno andaba buscando una manera de revisar toda esa ropa y accesorios que entra por los outlets, pues pareciera que algunos no estaban jugando limpio con las leyes. Inicialmente, querían rebuscarle cada bolsa, pero luego dijeron que eso era imposible, que hasta los funcionarios de Aduanas se iban a desesperar. Imagínate, ¡qué carga!
Ahora, el plan es abrir las bolsas solo si hay sospecha de que traen cosas que necesitan registro sanitario o que van contra alguna regla. Lo demás, dicen, que lo van a meter otra vez en la bolsa y ya seguirle el curso normal de lo que revisan en el semáforo aduanero. Pero ahí es donde la Cámara empieza a sudar frío, porque ellos piden que revisen al menos un 30% de los paquetes, mientras que el Gobierno solo quiere chequear el 5%. ¡Un buen tretá!
Arturo Rosabal, el jefe de la Cámara, soltó unas verdades fuertes: “La solución que propone el Gobierno no nos convence para nada”. Él dice que lo peor es que ahora los dueños de los outlets pueden firmar una declaración jurada donde prometen traer ciertos productos a cierto precio. Según Rosabal, esto abre la puerta para que puedan mentir y evadir impuestos, ¡qué sal!
Don Rodrigo, por su parte, defiende su plan con uñas y dientes. Dice que es injusto tener que revisar más productos de los outlets que de otras tiendas y que su sistema es “perfecto”. Parece que él piensa diferente y que la cosa va a seguir así por un buen rato. ¿Se imaginan el brete que le espera a los comerciantes?
La Cámara de Comercio insiste en que esto es una contradicción, porque el Gobierno mismo reconoce que los outlets no cumplen con las normas, pero luego baja el nivel de fiscalización. Ellos creen que deberían aumentar las revisiones, elevar la verificación. Y ni hablar de que en septiembre amenazaron con cerrar los outlets que no jugaran limpio, y en agosto clausuraron tres establecimientos y decomisaron más de cuatro mil productos por problemas sanitarios. ¡Qué pena ajena!
Rosabal aseguró que, aunque no llegaron a un acuerdo, van a seguir hablando con el Gobierno para ver si cambian de opinión. Esperemos que sí, porque esto puede acabar como una verdadera torta, con todos perdiendo. Al final, nadie está en contra de comprar ropa barata y de calidad, pero sí de que la gente se aproveche de la ley para ganar más dinero a costa de engañar al Estado.
Y tú, ¿qué opinas de todo este rollo? ¿Crees que el Gobierno debería flexibilizar la fiscalización en los outlets o debería mantener la presión para asegurar que cumplan con las reglas? ¡Dime tu punto de vista en el foro!