Ay, Dios mío, qué torta está pasando en la Asamblea Legislativa. La diputada Johana Obando, que ya saben, siempre echándole chispa, explotó contra la bancada del oficialismo por negarle la oportunidad de debatir sobre la preocupante situación de violencia contra las mujeres en Costa Rica. ¡Pareciera que algunos prefieren taparse los ojos y hacerse los dormidos!
La movida empezó cuando Obando presentó una moción para habilitar un espacio en el plenario donde pudieran conversar y buscar soluciones a este problema tan serio. Pero, ¡sorpresa!, los legisladores del Gobierno dijeron “no podemos, no queremos”. Literalmente, bloquearon la posibilidad de tocar el tema, dejando a muchas mujeres pidiendo ayuda y sintiéndose ignoradas.
Y ahí fue cuando Obando soltó la bronca, diciéndole a la diputada Pilar Cisneros –de quien no se guarda nada– que parecía haber sido “absorbida por el patriarcado”. Lo dijo así, clarito, directo al grano. Según Obando, Cisneros demuestra actitudes machistas que reflejan una falta de respeto hacia la población costarricense en general, y especialmente hacia las mujeres.
“Yo sé que usted es una persona machista, eso lo sabemos todo el pueblo de Costa Rica,” sentenció Obando durante su intervención en control político. Se nota que la diputada no andaba precisamente con pies de plomo y lanzó duras críticas, apuntando directamente a la congresista Cisneros y, a renglón seguido, a toda la bancada oficialista. Dice que sus acciones demuestran un rechazo a discutir la violencia sistemática que sufren las mujeres, incluyendo el femicidio y otras formas de agresión.
Pero no quedó ahí, ¡para nada! Obando tampoco perdonó al diputado Daniel Vargas, al quien acusó de dedicarse únicamente a “burlarse”. Con justa razón, calificó al Gobierno como “nefasto” y reprochó al oficialismo el intento de “callar las voces de las mujeres”. ¡Qué carga de responsabilidad tienen estos diputados! Uno esperaría que estuvieran buscando soluciones, no creando obstáculos.
Esta situación ha generado mucha controversia y ha levantado ampollas entre organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos. Muchos consideran que la actitud del oficialismo es un retroceso en la lucha contra la violencia de género y una muestra de falta de sensibilidad ante un problema que afecta a miles de mujeres en todo el país. Parece que algunos todavía viven en otra época, diay...
En medio de este revuelo, también salió a relucir la crítica de Obando hacia el Gobierno en otros temas. La diputada no pierde la oportunidad de recordar que, a su parecer, este gobierno ofrece “el tipo de continuidad que no necesitamos” y hace un llamado a rechazar aquellas actitudes que califica de machistas. Siempre con su labia, Obando busca conectar con la gente y exponer lo que considera injusticias.
Ahora bien, amigos del Foro, me pregunto si esta polémica nos obliga a preguntarnos: ¿Hasta qué punto nuestros representantes realmente escuchan y responden a las necesidades de las mujeres costarricenses? ¿Estamos viendo cambios reales en la forma en que se abordan estas problemáticas o seguimos dando vueltas en círculos? Den su opinión, díganme qué piensan. ¿Creen que la bancada oficialista debería reconsiderar su postura?
La movida empezó cuando Obando presentó una moción para habilitar un espacio en el plenario donde pudieran conversar y buscar soluciones a este problema tan serio. Pero, ¡sorpresa!, los legisladores del Gobierno dijeron “no podemos, no queremos”. Literalmente, bloquearon la posibilidad de tocar el tema, dejando a muchas mujeres pidiendo ayuda y sintiéndose ignoradas.
Y ahí fue cuando Obando soltó la bronca, diciéndole a la diputada Pilar Cisneros –de quien no se guarda nada– que parecía haber sido “absorbida por el patriarcado”. Lo dijo así, clarito, directo al grano. Según Obando, Cisneros demuestra actitudes machistas que reflejan una falta de respeto hacia la población costarricense en general, y especialmente hacia las mujeres.
“Yo sé que usted es una persona machista, eso lo sabemos todo el pueblo de Costa Rica,” sentenció Obando durante su intervención en control político. Se nota que la diputada no andaba precisamente con pies de plomo y lanzó duras críticas, apuntando directamente a la congresista Cisneros y, a renglón seguido, a toda la bancada oficialista. Dice que sus acciones demuestran un rechazo a discutir la violencia sistemática que sufren las mujeres, incluyendo el femicidio y otras formas de agresión.
Pero no quedó ahí, ¡para nada! Obando tampoco perdonó al diputado Daniel Vargas, al quien acusó de dedicarse únicamente a “burlarse”. Con justa razón, calificó al Gobierno como “nefasto” y reprochó al oficialismo el intento de “callar las voces de las mujeres”. ¡Qué carga de responsabilidad tienen estos diputados! Uno esperaría que estuvieran buscando soluciones, no creando obstáculos.
Esta situación ha generado mucha controversia y ha levantado ampollas entre organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos. Muchos consideran que la actitud del oficialismo es un retroceso en la lucha contra la violencia de género y una muestra de falta de sensibilidad ante un problema que afecta a miles de mujeres en todo el país. Parece que algunos todavía viven en otra época, diay...
En medio de este revuelo, también salió a relucir la crítica de Obando hacia el Gobierno en otros temas. La diputada no pierde la oportunidad de recordar que, a su parecer, este gobierno ofrece “el tipo de continuidad que no necesitamos” y hace un llamado a rechazar aquellas actitudes que califica de machistas. Siempre con su labia, Obando busca conectar con la gente y exponer lo que considera injusticias.
Ahora bien, amigos del Foro, me pregunto si esta polémica nos obliga a preguntarnos: ¿Hasta qué punto nuestros representantes realmente escuchan y responden a las necesidades de las mujeres costarricenses? ¿Estamos viendo cambios reales en la forma en que se abordan estas problemáticas o seguimos dando vueltas en círculos? Den su opinión, díganme qué piensan. ¿Creen que la bancada oficialista debería reconsiderar su postura?
