¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, lidiando con las consecuencias de un huracán que ni siquiera pegó directo. Resulta que Melissa, aunque anduvo dando vueltas como pollo sin cabeza, dejó secuelas fuertes en varias escuelas del país. El MEP tuvo que anunciar cierres de emergencia, dejando a muchos padres con el corrillo levantado y los nenes sin clases este viernes. Una torta, vamos.
La cosa es clara, parece. Las Direcciones Regionales de Educación de Aguirre, Santa Cruz, Nicoya, Grande de Térraba, Coto, San Carlos, Cartago y Sarapiquí fueron las más afectadas. El agua, la lluvia, el viento… todo eso hizo trizas los planes y ahora toca lidiar con esto. La verdad es que nadie espera este tipo de cosas, pero la naturaleza siempre nos pone a prueba, diay.
Lo peor de todo es que para algunos de estos circuitos, justamente esta semana estaban programadas pruebas estandarizadas. Imagínate el rollo, los estudiantes estudiando a full para sacar adelante esas pruebas y ahora toca reprogramarlas. El MEP prometió que las harán la semana del 10 al 14 de noviembre, pero ya saben cómo van las cosas por acá... Esperemos que sí cumplan, porque si no, ¡qué bronca!
Hicimos una búsqueda rápida y la lista de escuelas afectadas es considerable. En la Dirección Regional de Educación de Aguirre, solo la Isla Damas 2 quedó sin clases. Pero en Santa Cruz la cosa pinta más fea, con varios colegios cerrados en circuitos como 02 (27 de Abril, Los Pargos, Río Seco), 04 (Alemania, Veracruz, El Progreso, Espabelar, El Socorro, Jazminal, La Unión, Lagarto, Marbella, Ostional, San Juanillo, Venado, Liceo Rural Ostional, Liceo Rural José Luis Jiménez Alcalá) y 05 (La Guinea, Corralillos). Uno se queda pensando en cómo estarán esos lugares, con tanta agua acumulada.
En Nicoya, también hay un buen número de escuelas afectadas, especialmente en los circuitos 02 (Zaragoza, Naranjal, Miramar, Pilas Blancas, Río Montaña, Naranjalito), 04 (El Flor) y 06 (Chinampas, Barco Quebrado, Serapio López Fajardo, Buena Vista, La Esperanza, Concepción, Esterones, Las Delicias, Garza, Portal de Garza, Pueblo Nuevo, Santo Domingo, Santa Marta, El Silencio, San Francisco, Santa Teresita, Liceo Bocas de Nosara, Liceo Sámara, CINDEA Nosara, CINDEA Sámara). ¡Imagínate lo complicado que es para los padres organizar todo esto de último momento!
Grande de Térraba tampoco escapa a la crisis; el CTP Osa y Estero Guerra se unen a la lista. Y en Coto, Río Oro, La Balsa y San Miguel también tendrán que esperar para volver a las aulas. Por allá en San Carlos, los circuitos 02 y 14 sufrieron las peores consecuencias. Mientras que en Cartago, Mariano Guardia tendrá sus pupilos en casa, y en Sarapiquí, El Silencio también estará tranquilo... por ahora.
Ahora bien, qué significa esto en realidad para los estudiantes y sus familias? Más allá de perder unos días de clase, esto puede afectar el ritmo académico, especialmente para aquellos que más necesitan el apoyo escolar. Además, representa un problema logístico enorme para los padres, que deben buscar alternativas para cuidar a sus hijos mientras ellos trabajan. Esto demuestra, una vez más, que somos un país vulnerable al clima y que necesitamos invertir mucho más en infraestructura educativa resistente. Y claro, siempre surge el debate de si deberíamos tener clases virtuales obligatorias como plan B ante estas situaciones. ¿Es acaso la solución definitiva?
En fin, la situación es complicada, pero esperemos que las autoridades tomen las medidas necesarias para recuperar el tiempo perdido y garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad, incluso en medio del chaparrón. Dígame, estimados lectores, ¿creen que el gobierno está haciendo suficiente para preparar nuestras escuelas ante futuros fenómenos climáticos? ¿Deberíamos considerar seriamente implementar clases virtuales como norma durante emergencias?
	
		
			
		
		
	
				
			La cosa es clara, parece. Las Direcciones Regionales de Educación de Aguirre, Santa Cruz, Nicoya, Grande de Térraba, Coto, San Carlos, Cartago y Sarapiquí fueron las más afectadas. El agua, la lluvia, el viento… todo eso hizo trizas los planes y ahora toca lidiar con esto. La verdad es que nadie espera este tipo de cosas, pero la naturaleza siempre nos pone a prueba, diay.
Lo peor de todo es que para algunos de estos circuitos, justamente esta semana estaban programadas pruebas estandarizadas. Imagínate el rollo, los estudiantes estudiando a full para sacar adelante esas pruebas y ahora toca reprogramarlas. El MEP prometió que las harán la semana del 10 al 14 de noviembre, pero ya saben cómo van las cosas por acá... Esperemos que sí cumplan, porque si no, ¡qué bronca!
Hicimos una búsqueda rápida y la lista de escuelas afectadas es considerable. En la Dirección Regional de Educación de Aguirre, solo la Isla Damas 2 quedó sin clases. Pero en Santa Cruz la cosa pinta más fea, con varios colegios cerrados en circuitos como 02 (27 de Abril, Los Pargos, Río Seco), 04 (Alemania, Veracruz, El Progreso, Espabelar, El Socorro, Jazminal, La Unión, Lagarto, Marbella, Ostional, San Juanillo, Venado, Liceo Rural Ostional, Liceo Rural José Luis Jiménez Alcalá) y 05 (La Guinea, Corralillos). Uno se queda pensando en cómo estarán esos lugares, con tanta agua acumulada.
En Nicoya, también hay un buen número de escuelas afectadas, especialmente en los circuitos 02 (Zaragoza, Naranjal, Miramar, Pilas Blancas, Río Montaña, Naranjalito), 04 (El Flor) y 06 (Chinampas, Barco Quebrado, Serapio López Fajardo, Buena Vista, La Esperanza, Concepción, Esterones, Las Delicias, Garza, Portal de Garza, Pueblo Nuevo, Santo Domingo, Santa Marta, El Silencio, San Francisco, Santa Teresita, Liceo Bocas de Nosara, Liceo Sámara, CINDEA Nosara, CINDEA Sámara). ¡Imagínate lo complicado que es para los padres organizar todo esto de último momento!
Grande de Térraba tampoco escapa a la crisis; el CTP Osa y Estero Guerra se unen a la lista. Y en Coto, Río Oro, La Balsa y San Miguel también tendrán que esperar para volver a las aulas. Por allá en San Carlos, los circuitos 02 y 14 sufrieron las peores consecuencias. Mientras que en Cartago, Mariano Guardia tendrá sus pupilos en casa, y en Sarapiquí, El Silencio también estará tranquilo... por ahora.
Ahora bien, qué significa esto en realidad para los estudiantes y sus familias? Más allá de perder unos días de clase, esto puede afectar el ritmo académico, especialmente para aquellos que más necesitan el apoyo escolar. Además, representa un problema logístico enorme para los padres, que deben buscar alternativas para cuidar a sus hijos mientras ellos trabajan. Esto demuestra, una vez más, que somos un país vulnerable al clima y que necesitamos invertir mucho más en infraestructura educativa resistente. Y claro, siempre surge el debate de si deberíamos tener clases virtuales obligatorias como plan B ante estas situaciones. ¿Es acaso la solución definitiva?
En fin, la situación es complicada, pero esperemos que las autoridades tomen las medidas necesarias para recuperar el tiempo perdido y garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad, incluso en medio del chaparrón. Dígame, estimados lectores, ¿creen que el gobierno está haciendo suficiente para preparar nuestras escuelas ante futuros fenómenos climáticos? ¿Deberíamos considerar seriamente implementar clases virtuales como norma durante emergencias?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		