¡Ay, Dios mío, qué torta! La bronca con los medicamentos en la Caja sigue escalando, y ahora toca lidiar con faltantes de fentanilo. El Colegio de Farmacéuticos no se anda con rodeos y ya le metió duro a la CCSS, diciendo que esto no es culpa de los profes, sino del nuevo sistema ERP-SAP que implementaron. ¡Parece novela!
La verdad es que este brete viene arrastrando desde hace tiempo. Todos sabemos que la digitalización de la CCSS ha sido más bien complicada, llena de trabas y problemas técnicos. Ya habían salido varios señalamientos sobre inconsistencias en el sistema, pero esto del fentanilo, huele a cosas más graves. Imagínate, estamos hablando de un medicamento controlado, algo que da mucho que pensar.
Según el Colfar, las diferencias en los inventarios no tienen nada que ver con negligencia de los farmacéuticos. Dicen que el problema está puramente en el sistema contable y tecnológico, algo que está fuera del control de los profesionales. Pero ojo, también advierten que culpar a los trabajadores por fallas técnicas puede tener consecuencias penales. ¡Eso sí que es echarle gasolina al fuego!
Y es que la CCSS necesita ponerle pausa a estas confusiones. El Colegio exige transparencia y que reconozcan dónde anduvo el error. No podemos seguir escuchando excusas. La gente necesita saber qué está pasando con sus medicamentos, si van a poder recibir la atención médica que necesitan. ¡Esto afecta la salud pública, mae!
Ahora, claro, surgen muchas preguntas. ¿Realmente es solo un fallo técnico del sistema, como dice el Colfar? ¿O hay otras variables en juego que no nos están contando? Algunos empiezan a especular con temas de corrupción, de desvío de medicamentos... aunque eso sería llevarlo al extremo, ¿verdad?
El Colegio de Farmacéuticos, inteligentemente, se está mostrando como un ente mediador, ofreciendo generar un diálogo constructivo. Quieren fortalecer el sistema de salud, y eso es algo que todos debemos aplaudir. Porque al final, todos queremos una Caja que funcione bien, que nos brinde la atención que merecemos. Esta vara es delicada, diay.
Lo que me preocupa es que estos problemas, además de afectar la salud de las personas, dañan la confianza en las instituciones públicas. Cuando la gente pierde la fe en la Caja, se pone en riesgo todo el sistema. Tenemos que trabajar juntos para recuperar esa confianza, para demostrar que somos capaces de solucionar estos problemas y salir adelante. Además, este caso podría sentar un precedente importante sobre la responsabilidad de las entidades públicas en la implementación de sistemas tecnológicos complejos.
En fin, la situación es compleja, y requiere de una investigación exhaustiva y transparente. ¿Ustedes creen que la CCSS está siendo honesta al explicar los motivos detrás de estos faltantes? ¿O deberíamos exigir una auditoría externa para esclarecer los hechos por completo? Compartan sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensa la gente!
La verdad es que este brete viene arrastrando desde hace tiempo. Todos sabemos que la digitalización de la CCSS ha sido más bien complicada, llena de trabas y problemas técnicos. Ya habían salido varios señalamientos sobre inconsistencias en el sistema, pero esto del fentanilo, huele a cosas más graves. Imagínate, estamos hablando de un medicamento controlado, algo que da mucho que pensar.
Según el Colfar, las diferencias en los inventarios no tienen nada que ver con negligencia de los farmacéuticos. Dicen que el problema está puramente en el sistema contable y tecnológico, algo que está fuera del control de los profesionales. Pero ojo, también advierten que culpar a los trabajadores por fallas técnicas puede tener consecuencias penales. ¡Eso sí que es echarle gasolina al fuego!
Y es que la CCSS necesita ponerle pausa a estas confusiones. El Colegio exige transparencia y que reconozcan dónde anduvo el error. No podemos seguir escuchando excusas. La gente necesita saber qué está pasando con sus medicamentos, si van a poder recibir la atención médica que necesitan. ¡Esto afecta la salud pública, mae!
Ahora, claro, surgen muchas preguntas. ¿Realmente es solo un fallo técnico del sistema, como dice el Colfar? ¿O hay otras variables en juego que no nos están contando? Algunos empiezan a especular con temas de corrupción, de desvío de medicamentos... aunque eso sería llevarlo al extremo, ¿verdad?
El Colegio de Farmacéuticos, inteligentemente, se está mostrando como un ente mediador, ofreciendo generar un diálogo constructivo. Quieren fortalecer el sistema de salud, y eso es algo que todos debemos aplaudir. Porque al final, todos queremos una Caja que funcione bien, que nos brinde la atención que merecemos. Esta vara es delicada, diay.
Lo que me preocupa es que estos problemas, además de afectar la salud de las personas, dañan la confianza en las instituciones públicas. Cuando la gente pierde la fe en la Caja, se pone en riesgo todo el sistema. Tenemos que trabajar juntos para recuperar esa confianza, para demostrar que somos capaces de solucionar estos problemas y salir adelante. Además, este caso podría sentar un precedente importante sobre la responsabilidad de las entidades públicas en la implementación de sistemas tecnológicos complejos.
En fin, la situación es compleja, y requiere de una investigación exhaustiva y transparente. ¿Ustedes creen que la CCSS está siendo honesta al explicar los motivos detrás de estos faltantes? ¿O deberíamos exigir una auditoría externa para esclarecer los hechos por completo? Compartan sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensa la gente!
