¡Ay, Dios mío, qué torta! El mundo del Ministerio de Salud está temblando porque renunció un director clave, y no precisamente por razones bonitas. Resulta que el exfuncionario soltó la bombshell de haber sido víctima de hostigamiento laboral y difamación directa por parte de la mismísima Mary Munive, la ministra y vicepresidenta de la República. ¡Esto sí que es brete!
Según la carta de renuncia, que ya corre como pólvora en todos los chats de WhatsApp del sector salud, todo empezó hace aproximadamente un año, justo cuando llegó Berny Villareal como Director General de Salud. Desde entonces, asegura, hubo una persecución laboral sistemática, orquestada desde el despacho de Villareal y coordinada con Munive. "Una persecución", recalca, que incluía bloqueos administrativos, exclusión injustificada y un ambiente laboral de película, digno de una telenovela.
Pero eso no es todo, diay. El exdirector también acusa a Munive de difamarlo públicamente ante los medios de comunicación, una cosa que no se queda nada piola. A pesar de haber presentado denuncias formales por amenazas externas, esas denuncias, según afirma, fueron “ignoradas, minimizadas o archivadas”. Imagínate la bronca, sentirse desprotegido así dentro de la propia institución. ¡Qué sal!
Como si fuera poco, el estrés y la presión constantes le habrían provocado problemas de salud serios. Según la carta, desarrolló Trastorno de Ansiedad Generalizada, hipertensión arterial y espondilitis anquilosante – enfermedades que no aparecían en sus registros médicos previos. Parece que el brete laboral lo estaba llevando al límite. Le dijeron al exdirectivo que esto era producto directo del estrés, la incertidumbre y el miedo que sentía día tras día en su trabajo.
"Mi salida no es voluntaria, es el resultado inevitable de un desgaste, hostigamiento y desprotección institucional”, escribió el exdirector en su carta de renuncia. Aunque dolido, expresó su respeto por el Ministerio de Salud y el personal que trabaja duro para proteger la salud pública de Costa Rica. Al final, priorizó su bienestar y la salvaguarda de su integridad. Esto suena más a culebra que a salida voluntaria, ¿verdad?
Ahora, hablemos un poquito de los logros del exdirector antes de que este despiche se armara. Durante su tiempo en el ministerio, creó el Sistema Nacional de Generación de Permisos Sanitarios de Funcionamiento, una herramienta vital que agilizó y modernizó los procesos sanitarios en todo el país. Además, asume constantemente sobrecargas de trabajo, cubriendo vacíos de personal que el gobierno no lograba llenar, y logró que Puerto Caldera fuera reconocido internacionalmente como puerto designado ante eventos de salud pública. ¡Un mae que se fajó, vamos!
Y claro, no podemos olvidarnos de los reconocimientos a su liderazgo organizacional, con encuestas que siempre estuvieron entre las mejores del país. Este tipo tenía el don de gente, de crear climas laborales positivos. Participó activamente en emergencias como huracanes, el caso de agroquímicos en Río Barranca e inundaciones en Caldera, demostrando siempre su compromiso con la seguridad de los costarricenses. Todo eso se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.
Este escándalo ha sacudido al Ministerio de Salud hasta la médula y deja muchas preguntas en el aire. Con toda esta información a la luz, ¿creen ustedes que la Ministra Mary Munive debería presentar sus propias renuncias para permitir una investigación transparente e imparcial de estos graves cargos, o deberían esperarse los resultados de cualquier investigación interna antes de tomar una decisión?
Según la carta de renuncia, que ya corre como pólvora en todos los chats de WhatsApp del sector salud, todo empezó hace aproximadamente un año, justo cuando llegó Berny Villareal como Director General de Salud. Desde entonces, asegura, hubo una persecución laboral sistemática, orquestada desde el despacho de Villareal y coordinada con Munive. "Una persecución", recalca, que incluía bloqueos administrativos, exclusión injustificada y un ambiente laboral de película, digno de una telenovela.
Pero eso no es todo, diay. El exdirector también acusa a Munive de difamarlo públicamente ante los medios de comunicación, una cosa que no se queda nada piola. A pesar de haber presentado denuncias formales por amenazas externas, esas denuncias, según afirma, fueron “ignoradas, minimizadas o archivadas”. Imagínate la bronca, sentirse desprotegido así dentro de la propia institución. ¡Qué sal!
Como si fuera poco, el estrés y la presión constantes le habrían provocado problemas de salud serios. Según la carta, desarrolló Trastorno de Ansiedad Generalizada, hipertensión arterial y espondilitis anquilosante – enfermedades que no aparecían en sus registros médicos previos. Parece que el brete laboral lo estaba llevando al límite. Le dijeron al exdirectivo que esto era producto directo del estrés, la incertidumbre y el miedo que sentía día tras día en su trabajo.
"Mi salida no es voluntaria, es el resultado inevitable de un desgaste, hostigamiento y desprotección institucional”, escribió el exdirector en su carta de renuncia. Aunque dolido, expresó su respeto por el Ministerio de Salud y el personal que trabaja duro para proteger la salud pública de Costa Rica. Al final, priorizó su bienestar y la salvaguarda de su integridad. Esto suena más a culebra que a salida voluntaria, ¿verdad?
Ahora, hablemos un poquito de los logros del exdirector antes de que este despiche se armara. Durante su tiempo en el ministerio, creó el Sistema Nacional de Generación de Permisos Sanitarios de Funcionamiento, una herramienta vital que agilizó y modernizó los procesos sanitarios en todo el país. Además, asume constantemente sobrecargas de trabajo, cubriendo vacíos de personal que el gobierno no lograba llenar, y logró que Puerto Caldera fuera reconocido internacionalmente como puerto designado ante eventos de salud pública. ¡Un mae que se fajó, vamos!
Y claro, no podemos olvidarnos de los reconocimientos a su liderazgo organizacional, con encuestas que siempre estuvieron entre las mejores del país. Este tipo tenía el don de gente, de crear climas laborales positivos. Participó activamente en emergencias como huracanes, el caso de agroquímicos en Río Barranca e inundaciones en Caldera, demostrando siempre su compromiso con la seguridad de los costarricenses. Todo eso se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.
Este escándalo ha sacudido al Ministerio de Salud hasta la médula y deja muchas preguntas en el aire. Con toda esta información a la luz, ¿creen ustedes que la Ministra Mary Munive debería presentar sus propias renuncias para permitir una investigación transparente e imparcial de estos graves cargos, o deberían esperarse los resultados de cualquier investigación interna antes de tomar una decisión?
