Puedes decir que lo mío es igual que lo de otros. Es igual, sí, me gusta lo que veo, carne, músculo y todo lo usual, es piel suave que cambia, que siente. Pero no sabes, o no te importa, lo que realmente me importa; no sabes que los pensamientos enamoran, o quizá, no piensas o no te importa, si es a mi a quien enamoran. Pero es así, y no me importa, porque últimamente nada importa.