Maes, ¿se acuerdan de Alberto Vega? Sí, el mismo que nos tuvo pegados a la pantalla hace un año en los Olímpicos de París. Pues bueno, si en ese momento ya nos sentíamos orgullosos, prepárense, porque la noticia que acaba de soltar es para ponerla en un marco. Resulta que el mae acaba de ganarse una beca de World Aquatics, que es como decir la FIFA pero de la natación, para irse a entrenar un año entero a Francia. ¡Un año! Esto no es cualquier vara, es un reconocimiento al nivel y a la proyección que tiene. ¡Qué tuanis por él!
La cosa es así: a Alberto no le dieron la beca por pura hablada. Los capos de World Aquatics le pusieron el ojo encima y vieron el potencial que tiene. No es solo nadar rápido, es la disciplina, el aguante y las ganas de comerse el mundo que ha demostrado. Por eso, lo mandan para el Stade Nautique d'Antibes en Niza. O sea, no va a cualquier piscina municipal, va a uno de los centros de más alto rendimiento que existen, a codearse con la élite y a pulir cada brazada hasta la perfección. El brete que le espera es durísimo, pero la recompensa de bajar esos tiempos y ponerse a otro nivel, diay, eso no tiene precio.
Y aquí es donde la vara se pone todavía más chiva. Este tipo de logros no salen de la nada. Detrás de esta beca hay años de levantarse de madrugada, de dietas estrictas, de sacrificar fiestas y fines de semana, de un montón de esfuerzo que casi nunca se ve. Es la prueba de que cuando uno se la cree y le pone, las cosas pasan. Este mae es, sin peros en la lengua, un carga. Es un ejemplo viviente de que el talento tico no es un mito y que con el apoyo correcto, podemos competirle a cualquiera en cualquier disciplina. La noticia es, sinceramente, a cachete.
Por supuesto, el reconocimiento no solo viene de afuera. Me encantó ver que el Comité Cantonal de Deportes de Belén, su casa, le hizo un homenaje. A veces pensamos que solo los grandes premios importan, pero que tu propia gente te diga "mae, estamos orgullosos de usted" tiene un peso enorme. Es ese empujón anímico que te recuerda por qué empezaste. En el comunicado que sacaron decían algo que es la pura verdad: "con dedicación se pueden alcanzar grandes metas". Suena a frase de cajón, pero cuando ves a alguien como Alberto lograrlo, la frase agarra un poder increíble.
Esta noticia nos deja con una sensación buenísima, pero también con una pregunta en el aire. Es increíble ver a un atleta de una disciplina "no tradicional" como la natación llegar tan alto. Nos demuestra que hay talento más allá del fútbol esperando una oportunidad, un empujón, una beca como esta para explotar. Nos pone a pensar en cuántos otros "Albertos" habrán por ahí en atletismo, surf, judo o ciclismo, dándolo todo en silencio.
Así que, maes, les tiro la pregunta al foro: Además del fútbol, ¿en qué otra disciplina deportiva creen ustedes que Costa Rica tiene un potencial gigante escondido, a punto de darnos una alegría como esta?
La cosa es así: a Alberto no le dieron la beca por pura hablada. Los capos de World Aquatics le pusieron el ojo encima y vieron el potencial que tiene. No es solo nadar rápido, es la disciplina, el aguante y las ganas de comerse el mundo que ha demostrado. Por eso, lo mandan para el Stade Nautique d'Antibes en Niza. O sea, no va a cualquier piscina municipal, va a uno de los centros de más alto rendimiento que existen, a codearse con la élite y a pulir cada brazada hasta la perfección. El brete que le espera es durísimo, pero la recompensa de bajar esos tiempos y ponerse a otro nivel, diay, eso no tiene precio.
Y aquí es donde la vara se pone todavía más chiva. Este tipo de logros no salen de la nada. Detrás de esta beca hay años de levantarse de madrugada, de dietas estrictas, de sacrificar fiestas y fines de semana, de un montón de esfuerzo que casi nunca se ve. Es la prueba de que cuando uno se la cree y le pone, las cosas pasan. Este mae es, sin peros en la lengua, un carga. Es un ejemplo viviente de que el talento tico no es un mito y que con el apoyo correcto, podemos competirle a cualquiera en cualquier disciplina. La noticia es, sinceramente, a cachete.
Por supuesto, el reconocimiento no solo viene de afuera. Me encantó ver que el Comité Cantonal de Deportes de Belén, su casa, le hizo un homenaje. A veces pensamos que solo los grandes premios importan, pero que tu propia gente te diga "mae, estamos orgullosos de usted" tiene un peso enorme. Es ese empujón anímico que te recuerda por qué empezaste. En el comunicado que sacaron decían algo que es la pura verdad: "con dedicación se pueden alcanzar grandes metas". Suena a frase de cajón, pero cuando ves a alguien como Alberto lograrlo, la frase agarra un poder increíble.
Esta noticia nos deja con una sensación buenísima, pero también con una pregunta en el aire. Es increíble ver a un atleta de una disciplina "no tradicional" como la natación llegar tan alto. Nos demuestra que hay talento más allá del fútbol esperando una oportunidad, un empujón, una beca como esta para explotar. Nos pone a pensar en cuántos otros "Albertos" habrán por ahí en atletismo, surf, judo o ciclismo, dándolo todo en silencio.
Así que, maes, les tiro la pregunta al foro: Además del fútbol, ¿en qué otra disciplina deportiva creen ustedes que Costa Rica tiene un potencial gigante escondido, a punto de darnos una alegría como esta?