A puerta cerrada para abaratar costos
Brujas recibe a la UCR
Brujas también se midió a la Liga en el Rosabal Cordero, pero a puerta abierta.
La dirigencia de Brujas resolvió jugar ante la UCR, el sábado a puerta cerrada por un tema de costos. Austin Berry, gerente del club, explicó que en términos de números les representa más factible medirse a los universitarios sin público, que abrir las puertas y tener que hacerle frente a una serie de rubros que demanda organizar un partido de la Primera División.
El juego, válido por la fecha 14 del certamen de Verano, fue programado en el estadio Rosabal Cordero de Heredia, a las 7.00 p.m.
Para llegar a un consenso, los encargados del equipo analizaron que el rival, en su condición de descendido (solo un milagro lo evitaría), no es seguido por mucha afición, y al hacer los cálculos de operación concluyeron que la medida más viable es jugar a puerta cerrada. “La petición es por una situación de costos básicamente, tomando en cuenta que la UCR no lleva mucha gente al estadio y de nosotros (por el lugar) tampoco van a ir”, justificó Berry.
Ya de por si la administración reportará pérdidas por el alquiler del Rosabal Cordero
(en el Cuty Monge, su sede, la luz no está aprobada para jugar de noche), pero el impacto será menor, según el ex futbolista, si no abren las puertas.
“Si permitimos público tenemos que pensar en seguridad privada, en alimentación y el costo de la Cruz Roja. Prácticamente gastaríamos solo un 20% de lo que cuesta organizar un partido”.
Según el gerente, un partido de local en el Cuty ante los rivales de los llamados “pequeños” les cuesta entre ¢300 mil y ¢500 mil, y la cifra aumenta considerablemente si se trata de un juego clase A (Saprissa, Alajuelense, Herediano y Cartaginés), “Ahora imagínese en Heredia”, añadió.
El técnico, Luis Torres, afirmó que se ajusta a las directrices de la dirigencia y que
solicitará trasportar a varios muchachos de la liga menor para que los apoyen y así no sentirse tan solos.