¡Aguántense! La SUTEL ya dejó claro que el asunto de las frecuencias de radio y tele va viento en popa, aunque todavía hay tiempo para meter unas pujas. El 21 de noviembre cierran las puertas para presentar propuestas, así que los que quieran tener su propia emisora tienen que apurarse como alma que lleva diablo.
Esto es parte del plan del gobierno para modernizar el espectro radioeléctrico, dicen ellos. Básicamente, quieren que el país gane más plata por el uso de estas ondas, porque ahora mismo, los precios que se están pagando son una verdadera ganga, unos ochos. Imaginen, una frecuencia de tele cuesta como una cajuela usada al año, ¡qué poca cosa!
Pero ojo, esto no es un juego limpio para todos. Resulta que después de las próximas elecciones, ahí sí se van a anunciar los nuevos concesionarios. Todo, absolutamente todo, depende de cómo le vaya a los candidatos. Si hay balotaje, pues habrá que esperar más tiempo. La SUTEL ya tiene todo listo, con el aval de la Contraloría, quien resolvió todos esos pleitos legales que hubo, así que parece que no hay marcha atrás.
Para que se hagan una idea del qué, están en juego frecuencias de AM, FM y televisión, cubriendo desde el Pacífico Central hasta todo el territorio nacional. Y los precios, ¡madre mía!, varían dependiendo de la zona y del alcance. Una licencia de FM nacional puede costar más que un carro nuevo, mientras que una de AM te sale como un buen chunche. No es pa’ huesito, vamos.
Federico Chacón, el jeffe de la SUTEL, dice que todo esto se hizo siguiendo las reglas y basándose en estudios técnicos. Asegura que evaluaron bien el valor del espectro, trataron de evitar que se concentren demasiadas frecuencias en pocas manos y buscaron asegurar una buena cobertura en todas las regiones. Suena lindo, pero a ver quién se queda con las ganas de competir, porque los números no son precisamente bajos.
Paula Bogantes, la ministra de Ciencia e Innovación, también dio algunos datos interesantes. Por ejemplo, reveló que las teles actuales pagan como mil doscientos colones al año por sus frecuencias, ¡una miseria! Y las radios FM apenas seis mil. Con estos nuevos precios, seguramente veremos cambios significativos en el panorama mediático. Algunos podrían desaparecer, otros tendrán que reinventarse, y quizás veamos surgir nuevas voces y propuestas.
Ahora, la SUTEL tiene un cronograma bastante extenso. Después de recibir las ofertas, van a chequear si cumplen con todos los requisitos, publicar los precios que ofrecieron los interesados, dejarles otra oportunidad de hacer una oferta más alta y, finalmente, analizar los proyectos técnicos. Todo eso toma varios meses, así que paciencia, muchachos. Hay que estar atentos al sitio web de la SUTEL para estar al tanto de cada paso del proceso. Ahí encontrarán todos los documentos y requisitos necesarios para participar.
En fin, el futuro de la radio y la televisión en Costa Rica está en el aire. Veremos quién logra hacerse con esas preciadas frecuencias y qué tipo de contenido nos ofrecerán. Pero me pregunto, con tanta competencia y tantos cambios, ¿cree usted que la calidad de la programación mejorará o empeorará? ¿Será que realmente necesitamos tantas opciones o deberíamos enfocarnos en fortalecer las que ya tenemos?
Esto es parte del plan del gobierno para modernizar el espectro radioeléctrico, dicen ellos. Básicamente, quieren que el país gane más plata por el uso de estas ondas, porque ahora mismo, los precios que se están pagando son una verdadera ganga, unos ochos. Imaginen, una frecuencia de tele cuesta como una cajuela usada al año, ¡qué poca cosa!
Pero ojo, esto no es un juego limpio para todos. Resulta que después de las próximas elecciones, ahí sí se van a anunciar los nuevos concesionarios. Todo, absolutamente todo, depende de cómo le vaya a los candidatos. Si hay balotaje, pues habrá que esperar más tiempo. La SUTEL ya tiene todo listo, con el aval de la Contraloría, quien resolvió todos esos pleitos legales que hubo, así que parece que no hay marcha atrás.
Para que se hagan una idea del qué, están en juego frecuencias de AM, FM y televisión, cubriendo desde el Pacífico Central hasta todo el territorio nacional. Y los precios, ¡madre mía!, varían dependiendo de la zona y del alcance. Una licencia de FM nacional puede costar más que un carro nuevo, mientras que una de AM te sale como un buen chunche. No es pa’ huesito, vamos.
Federico Chacón, el jeffe de la SUTEL, dice que todo esto se hizo siguiendo las reglas y basándose en estudios técnicos. Asegura que evaluaron bien el valor del espectro, trataron de evitar que se concentren demasiadas frecuencias en pocas manos y buscaron asegurar una buena cobertura en todas las regiones. Suena lindo, pero a ver quién se queda con las ganas de competir, porque los números no son precisamente bajos.
Paula Bogantes, la ministra de Ciencia e Innovación, también dio algunos datos interesantes. Por ejemplo, reveló que las teles actuales pagan como mil doscientos colones al año por sus frecuencias, ¡una miseria! Y las radios FM apenas seis mil. Con estos nuevos precios, seguramente veremos cambios significativos en el panorama mediático. Algunos podrían desaparecer, otros tendrán que reinventarse, y quizás veamos surgir nuevas voces y propuestas.
Ahora, la SUTEL tiene un cronograma bastante extenso. Después de recibir las ofertas, van a chequear si cumplen con todos los requisitos, publicar los precios que ofrecieron los interesados, dejarles otra oportunidad de hacer una oferta más alta y, finalmente, analizar los proyectos técnicos. Todo eso toma varios meses, así que paciencia, muchachos. Hay que estar atentos al sitio web de la SUTEL para estar al tanto de cada paso del proceso. Ahí encontrarán todos los documentos y requisitos necesarios para participar.
En fin, el futuro de la radio y la televisión en Costa Rica está en el aire. Veremos quién logra hacerse con esas preciadas frecuencias y qué tipo de contenido nos ofrecerán. Pero me pregunto, con tanta competencia y tantos cambios, ¿cree usted que la calidad de la programación mejorará o empeorará? ¿Será que realmente necesitamos tantas opciones o deberíamos enfocarnos en fortalecer las que ya tenemos?