Bueno, pues fíjate que el panorama político se está poniendo interesante, mi clave. Después de una asamblea que algunos llevaban meses esperando, Álvaro Ramos, el candidato liberacionista, soltó la bomba: 'Ahora vamos por la Presidencia'. Lo dijo clarito, después de la asamblea cantonal en San Ramón, como si fuera un bautizo político, diay.
La movida en San Ramón, pa' ponerlos al día, fue importante. Se supone que el PLN necesitaba oxigenarse, cambiarle el aceite al motor, después de tanto revés y bronca interna. La asamblea era una prueba de fuego, un chance para ver si lograban mostrar un poco de unidad y organización, o si iban a seguir siendo un gallinero. Muchos esperábamos una pelea a muerte, pero parece que, por ahora, lograron mantener la calma.
Ramos, desde su púlpito, pintó el cuadro de una victoria contra el miedo y la intimidación. Dijo que la asamblea se hizo a pesar de presiones internas, lo que, según él, demuestra la madurez del partido. Ahí te doy que la presión debió estar fuerte, porque estos procesos suelen ser arenas movedizas, ¡qué torta!
El mae enfatizó que San Ramón, cuna del PLN, retomó el camino de la institucionalidad. Remarcó que se cumplieron los procedimientos y que hubo respeto y transparencia. Obviamente, buscando convencer a la gente de que sí hay orden ahí adentro, que no es un brete caótico como pareciera a veces. En fin, intentando darle una imagen de seriedad y profesionalismo, a pesar de todo lo que han pasado.
Pero la cosa no quedó solo en temas internos. Ramos elevó la apuesta y declaró que la asamblea envía un mensaje político a nivel nacional. Buscan reposicionarse, decirle a la ciudadanía que el PLN aún puede ser una alternativa viable. ¡Que no los cuenten todavía!, como dirían por acá. Parece que buscan capitalizar la desconfianza generalizada hacia la política tradicional, ofreciéndose como una opción 'renovada'… veremos qué tan cierta es esa vara.
Y hablando de plata, Ramos también tuvo que aclarar algunas cositas sobre el financiamiento. Tranquilizando a los comités y simpatizantes de que la deuda partidaria no tiene nada que ver con lo que pasó en San Ramón. Les prometió que van recibiendo los fondos, poquito a poco, como pueden. La verdad es que con la situación económica, conseguirla hasta para comprar churros debe ser complicado, ¡qué nivel de precariedad!
En resumen, la asamblea de San Ramón se presenta como un intento de darle un giro a la situación del PLN. Quieren mostrar un rostro nuevo, alejado de las polémicas y escándalos que los han perseguido. Un discurso de orden, disciplina y responsabilidad pública, tratando de atraer a votantes indecisos. El mae se esfuerza mucho, chunche, pero el electorado es exigente y no se compra fácil.
Así que, mi clave, la gran pregunta queda abierta: ¿Esta demostración de unidad y renovación es genuina y duradera, o simplemente una estrategia política para ganar votos en las próximas elecciones? ¿Será que realmente el PLN ha aprendido la lección, o volveremos a ver las mismas viejas broncas y promesas incumplidas? Déjenme saber qué piensan ustedes en el foro, ¡denle duro a los comentarios!
La movida en San Ramón, pa' ponerlos al día, fue importante. Se supone que el PLN necesitaba oxigenarse, cambiarle el aceite al motor, después de tanto revés y bronca interna. La asamblea era una prueba de fuego, un chance para ver si lograban mostrar un poco de unidad y organización, o si iban a seguir siendo un gallinero. Muchos esperábamos una pelea a muerte, pero parece que, por ahora, lograron mantener la calma.
Ramos, desde su púlpito, pintó el cuadro de una victoria contra el miedo y la intimidación. Dijo que la asamblea se hizo a pesar de presiones internas, lo que, según él, demuestra la madurez del partido. Ahí te doy que la presión debió estar fuerte, porque estos procesos suelen ser arenas movedizas, ¡qué torta!
El mae enfatizó que San Ramón, cuna del PLN, retomó el camino de la institucionalidad. Remarcó que se cumplieron los procedimientos y que hubo respeto y transparencia. Obviamente, buscando convencer a la gente de que sí hay orden ahí adentro, que no es un brete caótico como pareciera a veces. En fin, intentando darle una imagen de seriedad y profesionalismo, a pesar de todo lo que han pasado.
Pero la cosa no quedó solo en temas internos. Ramos elevó la apuesta y declaró que la asamblea envía un mensaje político a nivel nacional. Buscan reposicionarse, decirle a la ciudadanía que el PLN aún puede ser una alternativa viable. ¡Que no los cuenten todavía!, como dirían por acá. Parece que buscan capitalizar la desconfianza generalizada hacia la política tradicional, ofreciéndose como una opción 'renovada'… veremos qué tan cierta es esa vara.
Y hablando de plata, Ramos también tuvo que aclarar algunas cositas sobre el financiamiento. Tranquilizando a los comités y simpatizantes de que la deuda partidaria no tiene nada que ver con lo que pasó en San Ramón. Les prometió que van recibiendo los fondos, poquito a poco, como pueden. La verdad es que con la situación económica, conseguirla hasta para comprar churros debe ser complicado, ¡qué nivel de precariedad!
En resumen, la asamblea de San Ramón se presenta como un intento de darle un giro a la situación del PLN. Quieren mostrar un rostro nuevo, alejado de las polémicas y escándalos que los han perseguido. Un discurso de orden, disciplina y responsabilidad pública, tratando de atraer a votantes indecisos. El mae se esfuerza mucho, chunche, pero el electorado es exigente y no se compra fácil.
Así que, mi clave, la gran pregunta queda abierta: ¿Esta demostración de unidad y renovación es genuina y duradera, o simplemente una estrategia política para ganar votos en las próximas elecciones? ¿Será que realmente el PLN ha aprendido la lección, o volveremos a ver las mismas viejas broncas y promesas incumplidas? Déjenme saber qué piensan ustedes en el foro, ¡denle duro a los comentarios!